Apuntes sobre Johann Strauss I (Padre) y sus obras

Descripción general

Johann Strauss I (1804-1849) fue un compositor y director de orquesta austriaco, conocido sobre todo por su contribución al desarrollo de la música de baile vienesa, especialmente valses, marchas y polcas. Nacido en Viena, Strauss desempeñó un papel fundamental en la popularización del vals, que pasó de ser una simple danza folclórica a convertirse en una forma de entretenimiento adoptada por la aristocracia y las clases medias vienesas. A veces se le conoce como el «padre del vals vienés» por su influencia en la popularización de esta danza.

Primeros años y carrera

Johann Strauss I creció en un entorno modesto. Al principio fue aprendiz de encuadernador, pero pronto mostró talento musical. Estudió violín y llegó a formar parte de una popular orquesta de baile dirigida por Michael Pamer. Más tarde se incorporó a la orquesta de Josef Lanner, donde adquirió una importante experiencia antes de formar su propia orquesta en 1825. Esta decisión marcó el inicio de su carrera como uno de los principales compositores y directores de orquesta de baile de Viena.

Logros

Strauss I compuso más de 250 obras, entre las que destacan:

Valses: Como los famosos «Loreley-Rhein-Klänge» y «Täuberln-Walzer». Sus valses se caracterizaban por su ligereza, encanto melódico y energía rítmica.
Marchas: Incluida la perdurable «Marcha Radetzky» (1848), que sigue siendo una de sus composiciones más famosas y todavía es un elemento básico de los conciertos vieneses de Año Nuevo.
Polcas y galops: Strauss también destacó en estas animadas formas de danza, inmensamente populares en su época.
Realizó numerosas giras por toda Europa, lo que le valió el reconocimiento internacional y contribuyó a difundir la popularidad de la música vienesa. Su orquesta se convirtió en un símbolo de la vitalidad cultural de Viena.

Vida personal

Johann Strauss I tuvo una vida personal complicada. Se casó con Maria Anna Streim, con quien tuvo seis hijos, entre ellos su hijo mayor, Johann Strauss II, que superaría la fama de su padre como el «Rey del Vals». A pesar de su éxito, Johann Strauss I disuadió a sus hijos de dedicarse a la música, lo que provocó una tensa relación con Johann II. Strauss I también mantuvo una larga relación extramatrimonial, lo que complicó aún más su vida familiar.

Legado

Aunque su hijo Johann Strauss II acabó eclipsándole en fama, Johann Strauss I sentó las bases del legado musical de la familia Strauss. Sus composiciones capturaron el espíritu de la Viena del siglo XIX y contribuyeron a forjar la reputación de la ciudad como centro de la música de baile europea. La Marcha Radetzky, en particular, sigue siendo un icono cultural que se interpreta a menudo en grandes celebraciones y eventos.

Historia

Johann Strauss I nació el 14 de marzo de 1804 en Leopoldstadt, un barrio de Viena, en el seno de una familia modesta. Su padre, un posadero, murió cuando Johann tenía sólo siete años, dejando a la familia en dificultades económicas. A pesar de estas penurias, Johann mostró talento musical desde una edad temprana. Su madre le puso de aprendiz con un encuadernador, pero él persiguió en secreto su pasión por la música, estudiando violín y aprendiendo a componer.

Al final de su adolescencia, Johann se unió a la orquesta de Michael Pamer, un destacado músico de baile vienés. Allí se sumergió en el mundo de la música de baile, que se estaba convirtiendo rápidamente en el alma de la escena social vienesa. Más tarde, se trasladó al conjunto de Josef Lanner, que estaba a la vanguardia de la evolución del vals. Lanner y Strauss contribuyeron decisivamente a elevar el vals desde sus raíces folclóricas a un entretenimiento refinado y aristocrático. Sin embargo, surgieron tensiones entre ambos y Johann se independizó en 1825, formando su propia orquesta.

Strauss no tardó en labrarse una reputación como uno de los principales directores de orquesta de Viena. Sus animadas interpretaciones y vibrantes composiciones cautivaron al público. El vals vienés, con sus melodías arrebatadoras y su ritmo cadencioso, se convirtió en sinónimo de su nombre. Su música era algo más que entretenimiento: captaba el espíritu de la floreciente escena cultural de Viena durante el periodo Biedermeier, una época de paz y prosperidad en Austria.

Strauss realizó numerosas giras por Europa y se convirtió en embajador cultural de la música vienesa. Su orquesta actuó en grandes ciudades como París, Londres y Berlín, donde su obra fue aclamada tanto por el público como por la realeza. Sus composiciones, en particular sus valses, polcas y marchas, resonaron mucho más allá de Viena, contribuyendo a la popularidad mundial de la música de baile austriaca.

La Marcha Radetzky de Strauss, compuesta en 1848 en honor del mariscal de campo Joseph Radetzky von Radetz, se convirtió en una de sus obras más famosas. El espíritu triunfante y los ritmos enardecedores de la marcha reflejaban el orgullo nacional de la época, y sigue siendo un elemento básico del patrimonio musical austriaco.

A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Strauss fue turbulenta. Se casó con Maria Anna Streim en 1825, y la pareja tuvo seis hijos. Sin embargo, su matrimonio estuvo plagado de conflictos, en parte debido a la larga relación extramatrimonial de Johann con Emilie Trambusch, con la que tuvo más hijos. Era un padre severo y disuadía a sus hijos de dedicarse a la música, pero su hijo mayor, Johann Strauss II, le desafió en secreto y alcanzó una fama aún mayor.

La salud de Johann Strauss I empezó a deteriorarse a finales de la década de 1840. En 1849, en medio de la agitación revolucionaria que recorría Europa, contrajo la escarlatina y murió el 25 de septiembre a la edad de 45 años. Aunque su vida se vio truncada, dejó un legado que continuarían sus hijos, especialmente Johann Strauss II, conocido como el «Rey del Vals».

La música de Strauss I sigue siendo una piedra angular de la cultura vienesa. Sus composiciones, llenas de encanto y vitalidad, encarnan la alegría y la elegancia de la Viena del siglo XIX, convirtiéndole en una figura clave de la historia de la música de baile europea.

Cronología

1804: Nace el 14 de marzo en Leopoldstadt, Viena (Austria), en el seno de una familia modesta. Su padre, posadero, murió cuando Johann tenía siete años.
1810s: Aprendiz de encuadernador mientras perseguía en secreto su pasión por la música, aprendiendo violín y composición.
1820s: Se une a la orquesta de Michael Pamer y más tarde al conjunto de Josef Lanner, contribuyendo a popularizar el vals vienés.
1825: Forma su propia orquesta, separándose de Josef Lanner, y comienza a ganar importancia en la escena musical vienesa.
1825: Se casa con Maria Anna Streim, con la que tiene seis hijos, entre ellos Johann Strauss II (nacido en 1825).
1830s: Alcanza gran fama en Viena y en toda Europa gracias a sus actuaciones y giras. Compone numerosos valses, polcas y marchas.
1848: Compone la Marcha Radetzky, una de sus obras más famosas, en honor del mariscal de campo Radetzky.
1849: Muere el 25 de septiembre en Viena de escarlatina a la edad de 45 años.

Características de la música

La música de Johann Strauss I se caracteriza por su energía vivaz, su encanto melódico y su accesibilidad, que la hicieron inmensamente popular entre el público de su época. He aquí las principales características de su música:

1. Formas de danza como núcleo

La música de Strauss I se centraba en las formas de danza vienesas, en particular valses, polcas y galops.
Refinó estos estilos, elevando el vals, en particular, de una simple danza folclórica a una forma sofisticada de la que disfrutaban los aristócratas y la clase media.
Su música captó la elegancia y la vitalidad de la vida social vienesa del siglo XIX.

2. Fuerte impulso rítmico

Las composiciones de Strauss presentan ritmos claros y constantes, ideales para el baile.
Destaca el compás de 3/4 característico del vals, a menudo acompañado de un ritmo elegante y cadencioso.

3. Melodías pegadizas

Sus obras son ricas en melodías memorables y cantables. Estas melodías evocan a menudo la alegría, el desenfado o el romanticismo, reflejando la naturaleza festiva de la sociedad vienesa.
Las líneas melódicas son sencillas, lo que las hace atractivas para un público amplio.

4. Brillante orquestación

Strauss I utilizaba una instrumentación brillante y vibrante para crear una atmósfera festiva.
Sus orquestas solían ser más pequeñas que las de compositores posteriores, pero aun así conseguía ricas texturas mediante un uso inteligente de los instrumentos.

5. Contraste dinámico y estructura

Sus composiciones suelen comenzar con una introducción lenta y elegante, que da paso a secciones de danza vivas y animadas.
Utilizaba contrastes dinámicos (cambios entre pasajes suaves y fuertes) para mantener la música atractiva y emocionante tanto para los bailarines como para los oyentes.

6. Tono patriótico y festivo

Algunas de sus obras, como la Marcha Radetzky (1848), destilan un espíritu patriótico y triunfante. Estas piezas solían escribirse para acontecimientos especiales o para homenajear a figuras destacadas.

7. Estilo orientado al público

Su música fue escrita para el entretenimiento y diseñada para resonar tanto en la aristocracia como en la emergente clase media.
A diferencia de la música clásica más abstracta o experimental de su época, las obras de Strauss I eran inmediatamente agradables y accesibles.

8. Influencia de las tradiciones populares

Muchas de sus danzas conservaban elementos de la música folclórica austriaca y centroeuropea, lo que daba a sus composiciones un sabor local sin dejar de atraer a un público internacional.
Aunque su música carece de la profundidad emocional o la complejidad de la de algunos de sus contemporáneos, destaca por su capacidad para elevar el espíritu y entretener, encarnando la alegría y el refinamiento de la vida vienesa de principios del siglo XIX. Su estilo sentó las bases para los valses aún más grandiosos de su hijo, Johann Strauss II.

Familia musical

Johann Strauss I fue el patriarca de la famosa familia musical Strauss, a menudo conocida como la «dinastía Strauss», que tuvo un profundo impacto en el desarrollo de la música de baile vienesa. He aquí un resumen de su familia musical y sus parientes:

Hijos (con Maria Anna Streim)

Johann Strauss II (1825-1899)

Conocido como el «Rey del Vals», Johann II se convirtió en el miembro más famoso de la familia Strauss, elevando el vals vienés a la fama internacional.
Compuso obras emblemáticas como El Danubio Azul, Cuentos de los bosques de Viena y operetas como Die Fledermaus.
Tuvo una relación difícil con Johann Strauss I, ya que su padre le disuadió de dedicarse a la música.

Josef Strauss (1827-1870)

Josef Strauss, compositor y director de orquesta de gran talento, se formó inicialmente como ingeniero, pero acabó uniéndose al negocio musical familiar.
Conocido por sus obras más introspectivas y poéticas, como Sphärenklänge (Música de las esferas) y Die Libelle (La libélula).

Eduard Strauss (1835-1916)

Eduard Strauss, el hijo menor, se dedicó sobre todo a la dirección de orquesta, más que a la composición, aunque escribió música de baile.
Dirigió la Orquesta Strauss y realizó numerosas giras, pero la disolvió en 1901, lo que provocó el declive de su legado.

Otros hijos

Johann Strauss I tuvo otros tres hijos (Anna, Therese y Ferdinand) con Maria Anna Streim, ninguno de los cuales siguió una carrera musical.

Familia extramatrimonial (con Emilie Trambusch)

Johann Strauss I tuvo siete hijos con su amante, Emilie Trambusch. Sin embargo, estos hijos no desempeñaron un papel destacado en la dinastía musical de los Strauss.

Parientes y familia extensa

Aunque la principal influencia musical procedía de Johann Strauss I y sus descendientes directos, la familia Strauss se convirtió en un símbolo de la cultura vienesa. Las generaciones posteriores no mantuvieron el mismo legado musical, y el protagonismo de la familia decayó después de que Eduard disolviera la Orquesta Strauss.

El legado de la familia Strauss es único, ya que abarca varias generaciones y representa la cumbre de la música de baile del siglo XIX.

Obras notables

Johann Strauss I compuso una amplia gama de obras, como valses, marchas, polcas y galops, que fueron muy populares durante su vida. He aquí sus composiciones más notables:

1. Valses

A Johann Strauss I se le atribuye el mérito de haber elevado el vals a una forma más refinada y célebre. Sus valses son alegres, melódicos y elegantes.

«Loreley-Rhein-Klänge, Op. 154» (Sonidos de Lorelei-Rin)
Un vals muy aclamado inspirado en la leyenda romántica del Lorelei.

«Täuberln-Walzer, Op. 1» (Vals de la paloma)
Una de sus primeras obras, que muestra su incipiente talento en el género.

«Hommage à la Reine de France, Op. 110» (Homenaje a la Reina de Francia, Op. 110)
Escrito en honor de la reina francesa, este vals demuestra la habilidad de Strauss para componer para audiencias reales.

2. Marchas

Las marchas de Strauss son enérgicas y patrióticas, a menudo escritas para acontecimientos especiales.

«Marcha Radetzky, Op. 228» (1848)
Su obra más famosa, compuesta en honor del mariscal de campo austriaco Joseph Radetzky von Radetz. Sigue siendo un elemento básico del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena y simboliza el orgullo nacional austriaco.

«Marien-Walzer, Op. 212»
Una animada marcha que muestra la habilidad de Strauss para mezclar el ritmo con la melodía.

3. Polkas y Galops

Strauss destacó en estas formas más rápidas y juguetonas de la música de baile.

«Wiener Launen-Walzer, Op. 6» (Vals de ambiente vienés)
Un encantador ejemplo de su capacidad para captar la esencia del animado ambiente vienés.

«Eisele und Beisele Sprünge, Op. 202
Una polca humorística escrita para un popular dúo de intérpretes cómicos.

4. Cuadrillas

Strauss contribuyó a la cuadrilla, una danza formal popular en Europa.

«Cuadrilla de París, Op. 73»
Escrita en honor al público parisino durante una de sus giras europeas.

5. Otras obras

«Furiant, Op. 255
Una animada pieza de danza que muestra la innovación de Strauss en los patrones rítmicos.

«Seufzer-Galopp, Op. 9» (Galop de los suspiros)
Uno de sus populares galops, conocido por su tempo enérgico y su energía juguetona.

Estas obras ponen de relieve la capacidad de Johann Strauss I para crear música accesible y artísticamente influyente. Sus composiciones sentaron las bases de la época dorada del vals vienés y allanaron el camino para que su hijo Johann Strauss II alcanzara una fama aún mayor.

Marcha Radetzky, Op. 228

La «Marcha Radetzky» (Radetzky-Marsch), Op. 228, es una de las obras más famosas y duraderas de Johann Strauss I, padre de Johann Strauss II. Compuesta en 1848, es una animada marcha militar que se ha convertido en símbolo del orgullo austriaco y forma parte esencial de la cultura musical vienesa.

Antecedentes e historia

Dedicación:
La marcha fue compuesta en honor del mariscal de campo Joseph Radetzky von Radetz, un célebre líder militar austriaco. Radetzky era conocido por sus victorias durante las campañas italianas de la década de 1840, especialmente en la batalla de Custoza (1848), donde condujo a las fuerzas austriacas a una importante victoria.

Popularidad:
La Marcha Radetzky se convirtió en un éxito instantáneo, admirada por su carácter vivaz y triunfal. Se interpretaba en desfiles militares, celebraciones públicas e incluso entre los soldados en tiempos de guerra.

Conexión con la identidad austriaca:
La pieza llegó a simbolizar el orgullo imperial austriaco y la monarquía de los Habsburgo. A pesar de los cambios políticos a lo largo del tiempo, sigue siendo una pieza muy querida del patrimonio musical austriaco.

Estructura musical

La Marcha Radetzky está estructurada como una marcha militar tradicional, con un tono brillante y festivo:

Introducción:
La pieza comienza con una fanfarria audaz y rítmica, dirigida por los metales y la percusión. Esto establece un tono triunfante y dominante.

Tema principal:
La melodía principal de la marcha es sencilla, pegadiza e inmediatamente reconocible. El ritmo vivo y la fuerte pulsación hacen que sea fácil de acompañar.

Trío:
La sección intermedia (o trío) presenta una melodía más ligera y lírica, que contrasta con la audacia del tema principal. Suele incluir una orquestación más suave, con énfasis en las maderas y las cuerdas.

Reprise y Finale:
El tema principal vuelve con más energía, dando lugar a una conclusión entusiasta que refuerza el espíritu festivo.

Tradiciones interpretativas

Concierto de Año Nuevo:
La Marcha Radetzky se interpreta tradicionalmente como bis final en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Es una de las favoritas del público, que aplaude con entusiasmo al ritmo de la marcha bajo la dirección del director.

Participación del público:
La costumbre de que el público aplauda se remonta a principios del siglo XX y contribuye al carácter festivo e interactivo de la pieza.

Actos militares y cívicos:
La marcha se interpreta regularmente en desfiles militares, celebraciones cívicas y actos formales en Austria y otros países.

Legado

Importancia cultural:
La Marcha Radetzky ha trascendido sus orígenes como pieza militar para convertirse en un símbolo de la cultura y la tradición musical austriacas. Su carácter alegre y enérgico la hace universalmente atractiva.

Adaptaciones y arreglos:
La pieza se ha arreglado para diversos conjuntos, incluidas orquestas completas, bandas militares e incluso grupos de cámara más pequeños, lo que garantiza su amplia difusión.

Conexión histórica:
Aunque sigue siendo una pieza muy querida, la asociación de la marcha con la monarquía de los Habsburgo y el imperialismo austriaco ha dado lugar a críticas ocasionales en contextos modernos. Sin embargo, su encanto musical y su espíritu festivo siguen resonando entre el público de todo el mundo.

Curiosidad

Cuando se interpreta como bis en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, el director suele hacer gestos al público para guiar sus aplausos, lo que la convierte en una experiencia interactiva única.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.

Appunti su Richard Strauss e le sue opere

Panoramica

Richard Strauss (1864-1949) è stato un compositore e direttore d’orchestra tedesco, noto per i suoi poemi tonali, opere e lieder riccamente orchestrati. È stato uno dei principali compositori del tardo romanticismo e del primo modernismo, noto per l’uso innovativo dell’orchestrazione, dell’armonia e dell’intensità drammatica.

Biografia

Prima vita:

Nato l’11 giugno 1864 a Monaco di Baviera, in Germania, Strauss era figlio di Franz Strauss, suonatore principale di corno nell’Orchestra di Corte di Monaco. Il padre era un musicista conservatore, mentre la madre proveniva da una ricca famiglia di produttori di birra.
Esposto alla musica fin da piccolo, Strauss compose le sue prime opere da bambino, fortemente influenzato da compositori classici come Mozart, Beethoven e Schubert.

Formazione musicale:

Strauss studiò musica in modo formale e divenne un abile pianista e direttore d’orchestra. All’inizio il suo stile aderì alle forme classiche, ma in seguito abbracciò le idee rivoluzionarie di Wagner, Liszt e Berlioz, in particolare nella musica a programma.

Punti salienti della carriera:

Strauss iniziò come direttore d’orchestra e si fece rapidamente apprezzare per i suoi poemi tonali, seguiti dalla fama internazionale delle sue opere. Ricoprì incarichi di direzione d’orchestra a Monaco, Weimar, Berlino e Vienna.
Il suo ruolo di figura culturale nella Germania nazista rimane controverso, anche se il suo obiettivo principale in quel periodo era proteggere la nuora e i nipoti ebrei.

Gli ultimi anni e la morte:

Strauss rimase attivo come compositore fino agli 80 anni. Le sue ultime opere, come Metamorphosen e Quattro ultime canzoni, sono riflessive e struggenti.
Morì l’8 settembre 1949 a Garmisch-Partenkirchen, in Germania.

Opere principali

Poemi tonali (poemi sinfonici)

I poemi sinfonici di Strauss sono tra le sue opere più celebri e mettono in luce la sua maestria nell’orchestrazione e nella musica narrativa:

Don Juan (1888): Una rappresentazione virtuosistica delle avventure del leggendario amante.
Also sprach Zarathustra (1896): Ispirata al romanzo filosofico di Nietzsche, quest’opera è famosa per la sua fanfara iniziale (Sunrise), utilizzata in 2001: Odissea nello spazio.
Ein Heldenleben (Vita di un eroe, 1898): Opera semi-autobiografica che ritrae i trionfi e le lotte di un artista-eroe.
Till Eulenspiegels lustige Streiche (1895): Una rappresentazione umoristica e vivace del malizioso eroe popolare Till Eulenspiegel.
Morte e trasfigurazione (1889): Una struggente esplorazione degli ultimi momenti e dell’ascensione spirituale di un uomo.

Opere liriche

Strauss rivoluzionò l’opera lirica grazie all’uso innovativo dell’armonia e dell’orchestrazione e alla collaborazione con librettisti come Hugo von Hofmannsthal:

Salome (1905): Basata sul dramma di Oscar Wilde, quest’opera sconvolse il pubblico con la sua sensualità e la sua musica dissonante, in particolare con la conclusiva Danza dei sette veli.
Elektra (1909): Una straziante ed espressionistica rivisitazione della tragedia greca, notevole per l’intenso dramma e le armonie avanzate.
Der Rosenkavalier (1911): Un’opera comica e nostalgica ambientata nella Vienna del XVIII secolo, che fonde melodie lussureggianti con temi di valzer.
Ariadne auf Naxos (1912/1916): Un mix di commedia e tragedia, che unisce gli stili dell’opera buffa e dell’opera seria.
Capriccio (1942): Una “conversazione” filosofica sulla natura dell’opera, che riflette lo stile maturo di Strauss.
Lieder (canzoni)

Strauss fu un prolifico compositore di lieder, spesso accompagnati da orchestra o pianoforte. Le sue canzoni sono amate per il loro lirismo e la loro profondità emotiva:

“Morgen!” (Op. 27, n. 4): Una canzone serena e ottimista sull’amore e sul futuro.
“Allerseelen” (Op. 10, n. 8): Un tenero ricordo d’amore.
Quattro ultime canzoni (1948): Un ciclo profondamente riflessivo scritto poco prima della sua morte, che medita sulla vita, la morte e la trascendenza.

Stile e innovazioni

Orchestrazione:

Le opere di Strauss sono caratterizzate da orchestrazioni lussuose e intricate. Si spinse oltre i limiti del colore orchestrale, creando ricche tessiture ed effetti drammatici.

Linguaggio armonico:

Le sue prime opere sono saldamente radicate nella tonalità romantica, ma in seguito sperimentò il cromatismo e la dissonanza, soprattutto in opere come Salome ed Elektra.

Narrazione in musica:

Strauss era un maestro della narrazione musicale, in particolare nei suoi poemi tonali, dove utilizzava leitmotiv e vividi effetti orchestrali per rappresentare personaggi ed eventi.

Fondere tradizione e modernità:

Pur avendo abbracciato tecniche moderne, Strauss mantenne un forte legame con la tradizione romantica, in particolare nelle sue ultime opere.

L’eredità

Richard Strauss è considerato uno dei più grandi compositori del tardo romanticismo e della prima età moderna. Le sue opere continuano a essere eseguite frequentemente e sono celebrate per la loro forza emotiva, la brillantezza tecnica e l’intensità drammatica.

Storia

Richard Strauss, nato l’11 giugno 1864 a Monaco di Baviera, in Germania, è stato un compositore la cui vita è stata a cavallo tra il periodo tardo-romantico e quello moderno. Fu profondamente influenzato dalla sua educazione in una famiglia di musicisti. Suo padre, Franz Strauss, era il principale suonatore di corno dell’Orchestra di Corte di Monaco e un convinto tradizionalista che ammirava compositori come Mozart e Beethoven ma disapprovava le innovazioni di Wagner. Nonostante ciò, il giovane Richard assorbì sia le tradizioni classiche del padre sia le idee rivoluzionarie che avrebbero definito le sue opere successive.

Strauss iniziò a comporre in giovane età e il suo talento precoce era evidente nelle sue opere per pianoforte e da camera. Le sue prime composizioni si attengono a modelli conservatori, poiché è il padre a guidare la sua formazione iniziale. Tuttavia, l’incontro con la musica di Wagner durante l’adolescenza segnò una svolta. Nonostante la disapprovazione del padre, Strauss rimase affascinato dalle lussuose orchestrazioni e dall’espressività drammatica di Wagner, che gettarono i semi del suo stile futuro.

All’età di vent’anni, la carriera di Strauss cominciò a fiorire quando si assicurò incarichi di direzione in orchestre prestigiose, prima a Monaco e poi a Weimar, Berlino e Vienna. La direzione d’orchestra non solo gli garantì una stabilità finanziaria, ma gli permise anche di presentare le sue composizioni. La prima svolta significativa avvenne con i suoi poemi sinfonici, a partire dal “Don Giovanni” (1888), che annunciarono la sua padronanza dell’orchestrazione e il suo talento per la narrazione musicale. Questi poemi sinfonici, tra cui “Also sprach Zarathustra”, “Till Eulenspiegel’s Merry Pranks” e “Ein Heldenleben”, lo consacrarono come uno dei principali compositori del suo tempo.

La carriera operistica di Strauss iniziò seriamente all’inizio del 1900. La sua opera “Salomè” (1905), basata sul dramma di Oscar Wilde, sconvolse e affascinò il pubblico con il suo soggetto provocatorio e la sua partitura intensamente dissonante. A questo successo seguì “Elektra” (1909), un’opera innovativa che si spinse oltre i confini dell’armonia e dell’intensità emotiva, inaugurando l’alba del modernismo nell’opera. Tuttavia, Strauss si orientò presto verso uno stile più lirico e nostalgico con “Der Rosenkavalier” (1911), una commedia lussuosa ed elegante ambientata nella Vienna del XVIII secolo che divenne una delle sue opere più popolari.

Strauss collaborò strettamente con il poeta Hugo von Hofmannsthal, che divenne il suo librettista più importante. Insieme, crearono capolavori operistici che fondevano profondità filosofica e musica riccamente strutturata, come “Ariadne auf Naxos” e “Die Frau ohne Schatten”. La loro collaborazione, tuttavia, terminò con la morte di Hofmannsthal nel 1929, lasciando Strauss senza un alleato creativo di pari livello.

Gli ultimi anni del compositore furono segnati sia da trionfi che da controversie. Durante l’epoca nazista, Strauss ricoprì incarichi culturali ufficiali, tra cui quello di presidente della Reichsmusikkammer. Il suo coinvolgimento con il regime è stato oggetto di molti dibattiti; mentre Strauss era apolitico e si concentrava sulla protezione della nuora e dei nipoti ebrei, la sua associazione con le autorità naziste ha macchiato la sua eredità. Nonostante queste sfide, Strauss continuò a comporre, creando alcune delle sue opere più profonde negli ultimi anni.

Nell’ultimo decennio della sua vita, Strauss rifletté sulla mortalità e sull’eredità della sua arte. Le sue “Quattro ultime canzoni” (1948), scritte verso la fine della sua vita, sono meditazioni di struggente bellezza sulla vita e sulla morte. Strauss si spense l’8 settembre 1949 a Garmisch-Partenkirchen, in Germania, all’età di 85 anni.

La vita di Richard Strauss è stata caratterizzata da notevoli risultati artistici e dall’adattamento a un panorama musicale e politico in rapida evoluzione. Le sue opere, che spaziano dai vividi poemi tonali della sua giovinezza alla bellezza introspettiva dei suoi ultimi lieder, continuano ad affascinare il pubblico di tutto il mondo, assicurandogli un posto tra i più grandi compositori della storia.

Cronologia

1864: Nasce l’11 giugno a Monaco, in Germania, da una famiglia di musicisti; il padre, Franz Strauss, era un importante suonatore di corno.
1870s: Inizia a comporre musica fin da bambino, dimostrando un talento precoce nel pianoforte e nella composizione.
1882: Frequenta l’Università di Monaco, studiando filosofia e storia dell’arte e proseguendo gli studi musicali.
1885: Viene nominato assistente del direttore d’orchestra a Meiningen sotto Hans von Bülow.
1888: Compone il suo primo grande poema tonale, “Don Juan”, che lancia la sua carriera di compositore.
1889: Dirige a Weimar e compone “Morte e trasfigurazione”, un altro celebre poema tonale.
1896: Prima di “Also sprach Zarathustra”, una delle sue opere orchestrali più famose.
1898: Diventa direttore principale dell’Opera di Corte di Berlino.
1905: Prima dell’opera “Salomè”, che sciocca e affascina il pubblico con i suoi temi provocatori.
1909: Prima di “Elektra”, un’opera modernista e innovativa.
1911: Compone “Der Rosenkavalier”, un’opera nostalgica ed elegante che diventa una delle sue opere più popolari.
1912-1929: Collabora con il librettista Hugo von Hofmannsthal, producendo opere come “Ariadne auf Naxos” (1912/1916) e “Die Frau ohne Schatten” (1919).
1919: Diventa co-direttore dell’Opera di Stato di Vienna.
1930s: Continua a comporre opere, ma la popolarità diminuisce.
1933-1945: Sotto il regime nazista ricopre la carica di presidente della Reichsmusikkammer, ma viene criticato per la sua associazione con essa. Durante questo periodo protesse i membri della sua famiglia ebrea.
1945: Assiste alla fine della Seconda Guerra Mondiale; compone la luttuosa “Metamorphosen”, riflettendo sulla distruzione della cultura tedesca.
1948: Completa il suo ultimo capolavoro, le “Quattro ultime canzoni”, meditazioni sulla vita e sulla morte.
1949: Muore l’8 settembre a Garmisch-Partenkirchen, in Germania, all’età di 85 anni.

Caratteristiche della musica

La musica di Richard Strauss è caratterizzata da una vivida espressività, dalla padronanza tecnica e dalla capacità di evocare emozioni e immagini profonde. È stato uno dei compositori più innovativi del suo tempo, a cavallo tra l’epoca romantica e il primo modernismo. Di seguito sono riportate le caratteristiche principali della sua musica:

1. Orchestrazione magistrale

Trame ricche e lussureggianti: Strauss era un maestro dell’orchestrazione, noto per la creazione di paesaggi sonori intricati, colorati e dettagliati. Il suo uso dell’orchestra è stato spesso paragonato alla pittura con il suono.
Orchestra allargata: utilizzava orchestre di grandi dimensioni, con una strumentazione innovativa, per ottenere un’ampia gamma di timbri e contrasti dinamici.

Esempi:

La fanfara iniziale di Also sprach Zarathustra (1896) dimostra la sua capacità di creare effetti drammatici e potenti.
Il poema tonale Ein Heldenleben (1898) presenta una scrittura virtuosistica per ogni sezione dell’orchestra.

2. Focus programmatico e narrativo

Strauss compose spesso musica programmatica – opere che raccontano una storia o descrivono eventi, personaggi o emozioni specifiche.
I suoi poemi tonali (ad esempio, Don Juan, Till Eulenspiegel’s Merry Pranks, Death and Transfiguration) sono narrazioni musicali che ritraggono vividamente personaggi, paesaggi ed eventi drammatici.
Le sue opere sono ugualmente incentrate sulla narrazione, con accompagnamenti orchestrali dettagliati che esaltano il dramma e la profondità emotiva delle storie.

3. Gamma emotiva e intensità drammatica

La musica di Strauss cattura un vasto spettro emotivo, da quello eroico e trionfale a quello profondamente introspettivo e tragico.
Era in grado di rappresentare stati psicologici estremi, soprattutto in opere come Salome (1905) ed Elektra (1909), che trasmettono un’intensità emotiva cruda, quasi insostenibile.
Al contrario, opere come Der Rosenkavalier (1911) mostrano un lato più leggero, nostalgico e comico.

4. Armonie complesse

Strauss si spinse oltre i confini della tonalità tradizionale, in particolare nelle sue opere del primo Novecento.
Cromatismi e dissonanze: Opere come Salome ed Elektra contengono un linguaggio armonico denso e dissonanze audaci, che riflettono la tensione psicologica delle storie.
Nonostante la sperimentazione di tecniche moderniste, Strauss non abbandonò mai completamente la tonalità, risolvendo spesso le dissonanze per fornire momenti di sollievo armonico.

5. Leitmotiv e sviluppo tematico

Strauss utilizzava spesso i leitmotiv, temi musicali associati a personaggi, idee o emozioni specifiche. Questi temi si evolvono nel corso del brano, rispecchiando la progressione narrativa o drammatica.
In Ein Heldenleben, ad esempio, Strauss assegna dei motivi all’eroe, ai suoi avversari e al suo interesse amoroso, sviluppandoli in modo interattivo.

6. Esigenze virtuosistiche

Le opere di Strauss sono tecnicamente impegnative per gli esecutori e richiedono un alto livello di abilità.
Per le orchestre: La sua musica è spesso caratterizzata da un intricato contrappunto, passaggi veloci e ampie gamme dinamiche.
Per i cantanti: le sue opere richiedono un’incredibile resistenza vocale e un’espressività drammatica, soprattutto in ruoli come Salome ed Elektra.
Per i solisti: Le sue opere orchestrali e i suoi concerti spesso mettono in risalto singoli strumenti, come il corno nel suo Concerto per corno n. 1.

7. Miscela di tradizione e innovazione

Strauss era profondamente radicato nella tradizione romantica, seguendo l’eredità di compositori come Wagner, Liszt e Berlioz, ma modernizzò le loro tecniche.
Abbracciò l’innovazione nell’armonia, nella forma e nell’orchestrazione, pur mantenendo elementi di lirismo e chiarezza strutturale, soprattutto nelle opere più recenti, come le Quattro ultime canzoni (1948).

8. Esplorazione dell’esperienza umana

La musica di Strauss affronta spesso temi universali come l’amore, l’eroismo, la mortalità e la trasformazione. Ad esempio:
Morte e trasfigurazione ritrae il viaggio di un’anima dalla sofferenza terrena alla pace eterna.
Le Quattro ultime canzoni riflettono sulla bellezza e sull’inevitabilità della fine della vita.

9. Umorismo e giocosità

Molte delle sue opere incorporano arguzia e umorismo, spesso attraverso gesti musicali o temi giocosi.
I Merry Pranks di Till Eulenspiegel ne sono un esempio lampante, con le sue melodie maliziose e gli effetti orchestrali umoristici che descrivono le avventure dell’imbroglione protagonista.

10. Lirismo tardo-romantico

Strauss mantenne l’amore per la melodia per tutta la sua carriera. Anche nelle sue opere più moderniste traspaiono momenti di lirismo.
I suoi lieder (Morgen!, Allerseelen, Zueignung) mostrano la sua capacità di comporre belle melodie simili a canzoni e profondamente espressive.

Conclusione

La musica di Richard Strauss è una testimonianza del suo genio come compositore e orchestratore. Combina profondità emotiva, brillantezza tecnica e un’ampia esplorazione della condizione umana. La sua capacità di bilanciare l’innovazione con la tradizione garantisce un fascino duraturo al pubblico e agli esecutori.

Richard Strauss è imparentato con Johann Strauss II

Richard Strauss e Johann Strauss II non erano direttamente imparentati, nonostante condividessero lo stesso cognome e fossero compositori di spicco. Il loro legame è solo casuale in termini di cognome e di rilievo nella musica classica.

Johann Strauss II (1825-1899) faceva parte della famosa famiglia Strauss di Vienna, conosciuta come i “re del valzer”. Johann II è famoso per la sua musica leggera, in particolare per i valzer e le operette come Il Danubio blu e Die Fledermaus.

Richard Strauss (1864-1949) è stato un compositore tedesco associato al periodo tardo-romantico e al primo modernismo. È noto per i suoi poemi tonali (Also sprach Zarathustra, Don Juan) e le sue opere (Salome, Der Rosenkavalier).

Sebbene siano vissuti in periodi sovrapposti e abbiano avuto carriere musicali, i loro stili e generi erano molto diversi. Johann Strauss II si concentrò sulla musica leggera viennese, mentre Richard Strauss fu una figura di spicco nelle opere orchestrali e liriche della fine del XIX e dell’inizio del XX secolo.

Relazioni con altri compositori

Richard Strauss ebbe importanti rapporti professionali con altri compositori, anche se non necessariamente familiari. Di seguito sono riportati alcuni collegamenti chiave:

Rapporti diretti con i compositori:

Alexander Ritter (1833-1896)

Ritter era sposato con la nipote di Richard Wagner e aveva una forte influenza su Strauss. Introdusse Strauss alla musica di Wagner e alle idee di Liszt, allontanandolo dalle tradizioni classiche di Brahms e Schumann verso stili di composizione programmatici e poemi tonali.

Gustav Mahler (1860-1911)

Strauss e Mahler ebbero un rapporto cordiale ma competitivo. Entrambi erano importanti contemporanei che ammiravano il lavoro dell’altro. Mahler dirigeva la musica di Strauss e Strauss, a sua volta, riconosceva l’influenza e la grandezza di Mahler, sebbene differissero nello stile compositivo.

Hans von Bülow (1830-1894)

Von Bülow fu uno dei più importanti mentori di Strauss. Come direttore d’orchestra e pianista, diede a Strauss importanti opportunità all’inizio della sua carriera. Strauss fu assistente di von Bülow e in seguito gli succedette come direttore dell’Orchestra di Meiningen.

Richard Wagner (1813-1883)

Sebbene Strauss non abbia mai incontrato Wagner (Wagner morì quando Strauss aveva 19 anni), la sua musica influenzò profondamente le opere liriche e orchestrali di Strauss. Strauss ammirava Wagner e assorbì molti aspetti delle sue tecniche armoniche e drammatiche.

Hugo von Hofmannsthal (1874-1929)

Pur non essendo un compositore, Hofmannsthal fu il principale librettista e collaboratore di Strauss in opere come Der Rosenkavalier, Ariadne auf Naxos ed Elektra. La loro collaborazione è stata parte integrante del successo operistico di Strauss come qualsiasi altro rapporto con un altro compositore.

Arnold Schoenberg (1874-1951)

Anche se Strauss non abbracciò lo stile atonale di Schoenberg, i due compositori erano consapevoli del lavoro dell’altro. Strauss diresse alcune delle prime composizioni tonali di Schoenberg e mostrò interesse per gli sviluppi modernisti, anche se alla fine seguì il suo percorso più tonale.

Igor Stravinsky (1882-1971)

Strauss e Stravinsky conoscevano il lavoro dell’altro, ma avevano filosofie musicali diverse. È documentata l’ammirazione di Strauss per le prime opere di Stravinsky, come L’uccello di fuoco e Il rito della primavera, anche se lo stile di Stravinsky cambiò radicalmente in direzioni che Strauss non seguì.

Paul Hindemith (1895-1963)

Strauss e Hindemith si rispettavano reciprocamente, ma rappresentavano generazioni e approcci diversi alla composizione. Hindemith, essendo più giovane, guardava a Strauss come a una figura monumentale della musica tedesca.

Contesto generale:

Pur essendo stato influenzato da Wagner e Liszt all’inizio della sua carriera, Strauss rimase relativamente indipendente, forgiando il proprio percorso. Collaborò più con librettisti e drammaturghi che direttamente con altri compositori, ma la sua musica spesso dialogava con le tradizioni e le innovazioni dei suoi colleghi.

Compositori simili

La musica di Richard Strauss si colloca a cavallo tra il periodo tardo-romantico e il primo modernismo, caratterizzata da un’orchestrazione lussureggiante, profondità emotiva e intensità drammatica. Ecco i compositori che presentano somiglianze con Strauss sotto vari aspetti:

Influenze romantiche e post-romantiche
Gustav Mahler (1860-1911)

Sia Strauss che Mahler lavorarono nell’idioma tardo-romantico, enfatizzando l’orchestrazione espansiva e l’espressione drammatica. Mentre Strauss si concentrò su poemi tonali e opere, le sinfonie di Mahler condividono la stessa intensità emotiva e la stessa grandezza orchestrale.
Richard Wagner (1813-1883)

Strauss fu profondamente influenzato dalle innovazioni operistiche di Wagner, tra cui l’uso di leitmotiv, la ricchezza armonica e il dramma su larga scala. Opere di Strauss come Salome ed Elektra mostrano l’influenza wagneriana.
Anton Bruckner (1824-1896)

Come Strauss, Bruckner realizzò opere orchestrali imponenti, con trame complesse e intensità spirituale. Sebbene Bruckner si sia orientato verso le sinfonie, la grandezza e l’audacia armonica risuonano con i poemi tonali di Strauss.
Franz Liszt (1811-1886)

Liszt fu il pioniere del formato del poema sinfonico che Strauss padroneggiò. Entrambi i compositori usarono la musica per evocare narrazioni vivide e viaggi emotivi.
Maestri orchestrali e operistici
Hector Berlioz (1803-1869)

Le prime opere programmatiche di Berlioz, come la Symphonie fantastique, condividono l’interesse di Strauss per la narrazione attraverso la musica. Anche l’audace orchestrazione di Berlioz è parallela all’approccio colorato di Strauss.
Camille Saint-Saëns (1835-1921)

I poemi tonali di Saint-Saëns, come Danse macabre e Le Rouet d’Omphale, sono simili a quelli di Strauss per la vivacità delle immagini e la brillantezza orchestrale.
Claude Debussy (1862-1918)

Sebbene più impressionistici, Debussy e Strauss si sovrappongono nella capacità di creare atmosfera. Opere come Don Juan e Der Rosenkavalier di Strauss possono essere paragonate al Prélude à l’après-midi d’un faune di Debussy per le loro trame lussureggianti e le sfumature espressive.
Jean Sibelius (1865-1957)

I poemi tonali di Sibelius (Finlandia, Tapiola) hanno una struttura narrativa simile a quella di Strauss. La sua orchestrazione, sebbene spesso più austera, condivide l’attenzione di Strauss per l’atmosfera e lo sviluppo tematico.
Contemporanei del XX secolo
Erich Wolfgang Korngold (1897-1957)

L’idioma lussureggiante e tardo-romantico di Korngold, in particolare nelle sue opere e nelle colonne sonore dei film, mostra forti parallelismi con la musica riccamente strutturata di Strauss.
Sergei Rachmaninoff (1873-1943)

Il lirismo romantico e il virtuosismo di Rachmaninoff risuonano con la capacità di Strauss di bilanciare bellezza e complessità tecnica nelle sue opere orchestrali.
Zoltán Kodály (1882-1967) e Béla Bartók (1881-1945)

Sebbene più influenzate dalle tradizioni popolari, le opere tonali dei primi del Novecento di questi compositori condividono l’interesse di Strauss per il colore orchestrale e l’innovazione.
Igor Stravinsky (1882-1971) (prime opere)

I primi balletti di Stravinsky, come L’uccello di fuoco, riprendono la maestria di Strauss nell’orchestrazione e nella drammaticità dinamica.
Tradizione tedesca e austro-tedesca
Hans Pfitzner (1869-1949)
Contemporaneo di Strauss, le opere di Pfitzner, in particolare l’opera Palestrina, condividono un linguaggio armonico tardo-romantico e una profondità filosofica simili.
Max Reger (1873-1916)
Le opere di Reger, densamente orchestrate e cromatiche, sono simili a Strauss per complessità e peso emotivo.

Opere degne di nota

Richard Strauss è famoso per le sue opere, i poemi tonali e le opere orchestrali che esemplificano il tardo romanticismo e il primo modernismo. Di seguito è riportato un elenco delle sue opere più importanti in diversi generi:

Opere liriche
Le opere di Strauss sono tra i suoi contributi più significativi alla musica, in quanto fondono il dramma wagneriano con il suo stile unico.

Salomè (1905)

Scandalosa opera in un atto unico basata sul dramma di Oscar Wilde, con la famigerata Danza dei sette veli e un’intensa scena finale.

Elektra (1909)
Un atto unico di estrema intensità emotiva, noto per le sue dissonanze e la grande orchestrazione.

Der Rosenkavalier (1911)

Un’opera comica con lussureggianti valzer di ispirazione viennese e un’esplorazione agrodolce dell’amore e del tempo.

Ariadne auf Naxos (1912; rivisto nel 1916)

Una miscela unica di commedia e tragedia, che combina l’opera buffa con l’opera seria.

Die Frau ohne Schatten (1919)

Un’opera densa e ricca di simboli, spesso considerata una delle opere più ambiziose di Strauss.

Arabella (1933)

Un’opera romantica dallo stile elegante e lirico, spesso paragonata a Der Rosenkavalier.

Capriccio (1942)

L’ultima opera di Strauss, un’esplorazione filosofica del rapporto tra parole e musica.

Poesie tonali

I poemi tonali di Strauss sono capolavori di musica orchestrale programmatica, che descrivono vividamente storie, personaggi e idee.

Don Juan (1888)

Una rappresentazione virtuosistica ed energica del leggendario amante.

Tod und Verklärung (Morte e trasfigurazione) (1889)

Un’opera profondamente emotiva che esplora il viaggio di un uomo morente verso l’aldilà.

Till Eulenspiegels lustige Streiche (Gli allegri scherzi di Till Eulenspiegel) (1895)

Una rappresentazione umoristica e maliziosa delle avventure dell’eroe popolare Till Eulenspiegel.

Also sprach Zarathustra (1896)

Ispirato all’opera filosofica di Friedrich Nietzsche, famoso per il suo iconico incipit (Alba).

Don Chisciotte (1897)

Poema tonale con violoncello solo (Don Chisciotte) e viola (Sancho Panza), che rappresenta episodi del romanzo di Cervantes.

Ein Heldenleben (Vita di un eroe) (1898)

Poema autobiografico che celebra la vita e i trionfi di un eroe (Strauss stesso).

Symphonia Domestica (1903)

Una rappresentazione musicale della vita familiare di Strauss.

Eine Alpensinfonie (1915)

Un grande poema tonale che descrive una giornata di arrampicata sulle Alpi.

Opere orchestrali e corali

Metamorphosen (1945)

Un’opera per 23 archi soli, una riflessione sulla distruzione della cultura tedesca durante la Seconda Guerra Mondiale.

Quattro ultime canzoni (1948)

Un insieme di canzoni orchestrali per soprano e orchestra, tra le opere più toccanti e belle di Strauss.

Concerto per corno n. 1 in mi bemolle maggiore (1882-1883)

Un’opera giovanile e lirica che mette in evidenza il legame di Strauss con il corno (suo padre era un suonatore di corno).

Concerto per corno n. 2 in mi bemolle maggiore (1942)

Un’opera matura che riflette il suo stile tardo.

Lieder (canzoni)

Strauss compose numerose canzoni, spesso con ricchi accompagnamenti orchestrali.

Zueignung (Dedicazione), Op. 10 No. 1 (1885)

Un’amata canzone degli esordi che mette in luce il dono melodico di Strauss.

Morgen! (Domani!), Op. 27 n. 4 (1894)

Una canzone radiosa e tenera, spesso eseguita con il violino obbligato.

Cäcilie (Cecilia), Op. 27 n. 2 (1894)

Un’appassionata espressione d’amore.

Vier letzte Lieder (Quattro ultime canzoni) (1948)

L’ultimo capolavoro di Strauss, che riflette sulla vita e sulla morte con profonda bellezza.

Balletti e altre opere

Josephs-Legende (La leggenda di Giuseppe) (1914)

Un balletto ispirato alla storia biblica di Giuseppe.

Suite Le Bourgeois gentilhomme (1917)

Una scanzonata suite orchestrale basata sulla commedia di Molière.

Anche Zarathustra, Op. 30

Struttura e movimenti

L’opera è divisa in nove sezioni, eseguite senza pause. Queste sezioni sono introdotte nella partitura con titoli che corrispondono a temi del libro di Nietzsche. Nonostante l’ispirazione filosofica, Strauss intendeva che l’opera fosse più evocativa che programmatica.

Introduzione: “L’alba”

La famosa fanfara iniziale, con un do sostenuto suonato dall’organo, dagli ottoni e dai timpani, rappresenta il sole che sorge. Simboleggia il risveglio della coscienza e la grandezza della natura.
Questa sezione è diventata iconica dopo essere stata utilizzata nel film di Stanley Kubrick 2001: Odissea nello spazio (1968).

“Degli uomini del mondo di dietro” (Von den Hinterweltlern)

Una sezione cupa e meditativa, che forse riflette la critica di Nietzsche alle credenze metafisiche e alle aspirazioni ultraterrene.

“Del grande desiderio” (Von der großen Sehnsucht)

Musica espressiva e struggente, che simboleggia i desideri umani e la ricerca di un significato.

“Delle gioie e delle passioni” (Von den Freuden und Leidenschaften)

Musica appassionata e tempestosa, che ritrae il tumulto delle emozioni.

“Il canto della tomba” (Das Grablied)

Una sezione più tranquilla e riflessiva, che rappresenta i temi della mortalità e della caducità della vita.

“Della scienza e dell’apprendimento” (Von der Wissenschaft)

In questa sezione inizia una fuga che utilizza l’interpretazione di Strauss della ricerca scientifica della verità, impiegando uno stile rigido e intellettuale.

“Il convalescente” (Der Genesende)

Un ritorno trionfale ai temi precedenti, che suggerisce la guarigione e la trasformazione.

“La canzone della danza” (Das Tanzlied)

Caratterizzata da un violino solo e da un carattere giocoso e vivace, simboleggia la celebrazione della vita e delle gioie terrene.

“Canzone del vagabondo notturno” (Nachtwandlerlied)

Un finale calmo e misterioso, che sfuma nell’ambiguità. L’irrisolto rapporto armonico C-G tra le tonalità di C maggiore e B maggiore suggerisce la natura eterna e ciclica dell’esistenza.

L’orchestrazione

L’orchestrazione di Strauss per Also sprach Zarathustra è massiccia, progettata per creare trame vivaci e contrasti drammatici. L’orchestra completa comprende:

Archi: Grande sezione di archi, con parti divise per una maggiore ricchezza.
Fiati: Ottavino, flauti, oboi, corno inglese, clarinetti, clarinetto basso, fagotti, controfagotto.
Ottoni: Corni, trombe, tromboni e tuba.
Percussioni: Timpani, grancassa, rullante, piatti, triangolo, glockenspiel e un grande organo.
Altri strumenti: Arpe, organo e tuba contrabbasso opzionale.

Significativo

Innovazioni musicali: L’opera dimostra la maestria di Strauss nell’orchestrazione, la sua capacità di evocare profonde idee filosofiche attraverso la musica e il suo audace uso dell’ambiguità tonale (ad esempio, il finale irrisolto).
Impatto culturale: La fanfara di apertura (Sunrise) è diventata un’icona della cultura popolare, soprattutto dopo il suo utilizzo in 2001: Odissea nello spazio.
Risonanza filosofica: Pur non essendo una rappresentazione rigorosa delle idee di Nietzsche, l’opera affronta i temi dell’impegno umano, della grandezza della natura e della contemplazione esistenziale.

Eine Alpensinfonie, op. 64

“Eine Alpensinfonie” (Sinfonia delle Alpi), Op. 64 è una delle opere orchestrali più ampie e vivacemente programmatiche di Richard Strauss. Completata nel 1915, è un poema tonale su larga scala che descrive una giornata di viaggio sulle Alpi, ricca di paesaggi drammatici, di cambiamenti meteorologici e di riflessioni umane.

Sfondo

Ispirazione: Strauss si ispirò alle sue esperienze di scalata delle montagne vicino alla sua casa in Baviera e alla sua ammirazione per la natura. Ha anche citato un’esperienza della prima infanzia, quando lui e un gruppo di scalatori furono sorpresi da una tempesta durante un’escursione in montagna.
Sottotono filosofico: Strauss vedeva Eine Alpensinfonie come un simbolico rifiuto della religione organizzata a favore della celebrazione del potere sublime della natura, un tema influenzato dalle filosofie di Friedrich Nietzsche.

Prima: L’opera fu eseguita per la prima volta il 28 ottobre 1915 a Berlino, diretta dallo stesso Strauss.

Struttura programmatica

La sinfonia è continua, dura circa 50 minuti, ma Strauss l’ha divisa in 22 sezioni distinte. Queste sezioni formano un vivido viaggio musicale dalla base della montagna alla sua cima e viceversa.

Notte (Nacht)

Inizia con un’atmosfera cupa e misteriosa, preparando la scena prima dell’alba.

Alba (Sonnenaufgang)

Una rappresentazione trionfale e radiosa del sole che sorge, con ottoni svettanti e archi scintillanti.

La salita (Der Anstieg)

Rappresenta l’inizio della salita con motivi energici e ascensionali.

Ingresso nella foresta (Eintritt in den Wald)

Evoca l’atmosfera pacifica e misteriosa del bosco.

Vagando vicino al ruscello (Wandern neben dem Bach)

Melodie delicate e scorrevoli ritraggono la tranquillità di un ruscello di montagna.

Alla cascata (Am Wasserfall)

L’orchestrazione scintillante crea l’immagine di una cascata d’acqua.

Apparizione (Erscheinung)

Suggerisce un momento di meraviglia o mistero nella natura.

Sui prati in fiore (Auf blumigen Wiesen)

Una sezione pastorale e idilliaca che evoca un campo di fiori selvatici.

Sul pascolo alpino (Auf der Alm)

Con campanacci che aggiungono un autentico sapore alpino.

Perso nella boscaglia (Im Dickicht verloren)

La musica tesa e dissonante cattura la sensazione di essere momentaneamente persi.

Sul ghiacciaio (Auf dem Gletscher)

Le trame fredde e taglienti dell’orchestra evocano la gelida grandezza di un ghiacciaio.

Momenti pericolosi (Gefahrvolle Augenblicke)

Una musica drammatica e turbolenta ritrae una sfida climatica durante l’ascesa.

Sulla cima (Auf dem Gipfel)

Maestosa e trionfale, questa sezione celebra il raggiungimento della vetta della montagna con un’ampia e panoramica grandezza.

Visione (Vision)

Riflessivo e spirituale, suggerisce un momento di contemplazione esistenziale.

La discesa (Der Abstieg)

L’atmosfera cambia quando il viaggio inizia il suo ritorno, con gesti musicali discendenti.

Entrata nella foresta (Eintritt in den Wald)

Ripresa dei temi della foresta precedenti, ora tinti di nostalgia.

Presso il ruscello (Wandern neben dem Bach)

Rivisita il tema del ruscello che scorre, questa volta in modo più calmo e sommesso.

Alla cascata (Am Wasserfall)

Un breve ricordo della scintillante cascata.

Sul prato (Auf der Wiese)

L’atmosfera pastorale ritorna quando il viaggiatore si avvicina alla fine del viaggio.

Tramonto (Sonnenuntergang)

Una sezione riflessiva e agrodolce quando la giornata volge al termine.

Notte (Nacht)

L’opera si chiude come era iniziata, con l’oscurità che avvolge la scena. Toni dissonanti e misteriosi sfumano nel silenzio.

Silenzio (Ausklang)

Un epilogo tranquillo, che si dissolve nell’immobilità.

L’orchestrazione

Strauss impiega un’enorme orchestra per catturare la grandezza del paesaggio alpino, tra cui:

Archi: Ampie sezioni con parti divise.
Fiati: Ottavino, flauti, oboi, corno inglese, clarinetti, clarinetto basso, fagotti, controfagotto.
Ottoni: Una sezione massiccia con corni, tube Wagner, trombe, tromboni, basso tuba.
Percussioni: Timpani, grancassa, rullante, piatti, triangolo, glockenspiel, macchina del vento, macchina del tuono.
Strumenti speciali: Organo, campanacci e celesta.
Strumenti fuori scena: Ottoni e percussioni supplementari sono utilizzati per effetti spaziali.

Temi e stile

La natura come eroe: a differenza dei precedenti poemi tonali di Strauss, che spesso ruotavano intorno a personaggi umani (Don Juan, Ein Heldenleben), Eine Alpensinfonie eleva la natura stessa a protagonista.
Evocazione visiva ed emotiva: Strauss dipinge un quadro vivido del paesaggio alpino, mescolando serenità pastorale, trionfo maestoso e intensità drammatica.
Elementi modernisti: Sebbene sia radicata nel Romanticismo, l’opera prefigura lo stile tardo di Strauss con il suo uso di dissonanze, massicce tessiture orchestrali e innovazioni strutturali.

Significato

Paesaggio musicale: Eine Alpensinfonie è considerata uno dei massimi risultati di Strauss nel campo della musica programmatica, esemplificando la sua impareggiabile capacità di raccontare una storia attraverso l’orchestrazione.
Filosofia personale: L’opera riflette la visione umanistica del mondo e il profondo legame di Strauss con la natura, rendendola una controparte filosofica dei suoi precedenti poemi tonali.
Impatto culturale: Sebbene non sia così ampiamente riconosciuta come Also sprach Zarathustra, Eine Alpensinfonie rimane una delle opere preferite dalle orchestre e dal pubblico per la sua portata epica e la sua qualità cinematografica.

(Questo articolo è stato generato da ChatGPT. È solo un documento di riferimento per scoprire la musica che non conoscete ancora.)

Contenuto della musica classica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Codici QR Centro Italiano Italia Svizzera 2024.

Appunti su Johann Strauss II (1825) e le sue opere

Vista d’insieme

Johann Strauss II (1825-1899), noto come il “Re del Valzer”, è stato un compositore, direttore d’orchestra e violinista austriaco che è diventato una delle figure più celebri della musica del XIX secolo. È noto per la sua padronanza del valzer e dell’operetta viennese, che ha elevato questi generi a fama internazionale. La musica di Strauss II incarna il fascino, l’eleganza e l’esuberanza della Vienna del XIX secolo.

La prima vita

Nato il 25 ottobre 1825 a Vienna, Johann era il figlio maggiore di Johann Strauss I, famoso compositore di valzer e marce. Il padre lo scoraggiò dal dedicarsi alla musica, volendo che intraprendesse una carriera stabile nel settore bancario. Tuttavia, con l’incoraggiamento della madre, Johann studiò segretamente violino e composizione. Dopo che il padre abbandonò la famiglia per la sua amante, Johann perseguì apertamente le sue ambizioni musicali, formando una propria orchestra all’età di 19 anni.

Ascesa alla fama

Johann Strauss II si fece rapidamente apprezzare come direttore d’orchestra e compositore di talento, rivaleggiando con la reputazione del padre. Dopo la morte del padre, nel 1849, fondò la propria orchestra con quella paterna, consolidando la sua posizione di principale compositore di musica da ballo di Vienna. I suoi valzer divennero un simbolo della raffinatezza e del fascino viennese.

Opere degne di nota

Strauss II compose oltre 500 opere, tra cui valzer, polke, quadriglie, marce e operette. La sua musica è caratterizzata da ampie melodie, ricche armonie e vitalità ritmica.

Valzer

Il Danubio blu (An der schönen blauen Donau, 1867): Probabilmente la sua opera più famosa, è diventata un inno austriaco non ufficiale.
Racconti dal bosco di Vienna (Geschichten aus dem Wienerwald, 1868): Un valzer infuso di cetra, che evoca la bellezza dei boschi circostanti Vienna.
Voci di primavera (Frühlingsstimmen, 1883): Un valzer gioioso spesso eseguito con voce di soprano.

Polke

Tritsch-Tratsch-Polka (1858): Un brano giocoso ed energico.
Unter Donner und Blitz (Polka del tuono e del lampo, 1868): Un’opera vivace e percussiva.

Operette

Die Fledermaus (1874): La sua operetta più famosa, un capolavoro comico pieno di melodie frizzanti.
Il barone zingaro (Der Zigeunerbaron, 1885): Una miscela di stili musicali ungheresi e viennesi, che mette in luce la versatilità di Strauss.

L’eredità

La musica di Strauss II ha catturato lo spirito della Vienna del XIX secolo, un’epoca di fioritura culturale durante l’Impero austro-ungarico. I suoi valzer e le sue operette ottennero un successo internazionale, rendendolo una figura amata ben oltre l’Austria. Molte delle sue opere vengono ancora eseguite regolarmente nei concerti, soprattutto durante le celebrazioni del Capodanno viennese.

Influenzò anche compositori successivi, come Brahms e Mahler, che ammirarono il suo genio melodico. Strauss II morì il 3 giugno 1899, lasciando un’eredità musicale che continua a incantare il pubblico di tutto il mondo.

Storia

Johann Strauss II, nato il 25 ottobre 1825 a Vienna, era destinato a diventare uno dei più celebri compositori del XIX secolo. Tuttavia, il suo percorso verso la fama musicale non fu privo di sfide. Suo padre, Johann Strauss I, era già un importante compositore e direttore di banda che aveva rivoluzionato il valzer viennese. Nonostante ciò, Strauss I si oppose fermamente alle aspirazioni musicali di Johann II, ritenendo che la carriera musicale fosse troppo incerta ed esortando il figlio a intraprendere una professione stabile nel settore bancario.

Senza scoraggiarsi e con l’incoraggiamento della madre, Maria Anna Streim, Johann studiò segretamente violino e composizione. L’abbandono della famiglia da parte del padre nel 1842, quando Johann aveva 17 anni, lo incoraggiò ulteriormente a perseguire apertamente la sua passione. All’età di 19 anni, Johann formò la propria orchestra e iniziò a esibirsi a Vienna. All’inizio dovette affrontare lo scetticismo, poiché molti lo consideravano solo il figlio di Johann Strauss I, ma ben presto conquistò il pubblico con il suo eccezionale talento nella direzione e nella composizione. La sua musica era piena di fascino, eleganza e innovazione e gli valse rapidamente la reputazione di astro nascente della musica da ballo viennese.

Nel 1849 si verificò una tragedia: Johann Strauss I morì inaspettatamente di scarlattina. Questo evento segnò una svolta nella carriera di Johann II. Egli fonde la propria orchestra con quella del padre, consolidando la sua posizione di primo compositore di musica da ballo di Vienna. Nei decenni successivi, Johann divenne la figura di spicco del mondo musicale viennese, creando valzer, polke e operette che affascinarono non solo l’Austria ma il mondo intero.

I valzer di Johann furono rivoluzionari. Mentre il padre aveva elevato il valzer ai salotti aristocratici, Johann II ne raffinò e ampliò la profondità emotiva, trasformandolo in un simbolo della cultura viennese. Il suo valzer più famoso, Il Danubio blu (An der schönen blauen Donau), composto nel 1867, divenne un successo immediato e rimane uno dei pezzi più iconici della musica classica mai scritti. Opere come Racconti dal bosco di Vienna e Voci di primavera cementarono ulteriormente la sua reputazione di “re del valzer”.

Con l’aumentare della sua fama, Johann si dedicò all’operetta, un genere di opera leggera che fondeva la musica con l’umorismo e il commento sociale. Il suo capolavoro Die Fledermaus (1874) è considerato una delle più grandi operette di tutti i tempi, che unisce melodie frizzanti a un libretto spiritoso e satirico. Un’altra operetta importante, Il barone zingaro (1885), mette in luce la sua capacità di fondere gli stili musicali ungherese e viennese.

Nonostante l’immenso successo, la vita personale di Johann fu segnata da sfide. Si sposò tre volte, ma i suoi matrimoni furono spesso complicati. La prima moglie, Jetty Treffz, era una cantante che sosteneva la sua carriera, ma dopo la sua morte, il secondo matrimonio con Angelika Dittrich fu travagliato e si concluse con una separazione. Il terzo matrimonio con Adele Deutsch fu più felice e durò fino alla sua morte.

Johann continuò a comporre e a dirigere per tutta la vita, anche se i problemi di salute cominciarono a farsi sentire negli ultimi anni. Morì il 3 giugno 1899, all’età di 73 anni. Al momento della sua morte, Johann Strauss II era celebrato come la figura più significativa della musica da ballo e dell’operetta viennese. Le sue opere, piene di bellezza, gioia e raffinatezza, continuano a definire lo spirito musicale di Vienna e sono celebrate in tutto il mondo ancora oggi.

Cronologia

1825: Nasce il 25 ottobre a Vienna, in Austria, figlio primogenito di Johann Strauss I.
1842: Il padre abbandona la famiglia e Johann inizia a dedicarsi apertamente alla musica con il sostegno della madre.
1844: Debutta come direttore d’orchestra e forma una propria orchestra, in competizione con il padre.
1849: Dopo la morte di Johann Strauss I, Johann II fonde la sua orchestra con quella del padre, diventando il principale compositore di musica da ballo di Vienna.
1867: Compone Il Danubio blu, che diventa uno dei più famosi brani di musica classica mai scritti.
1874: Prima di Die Fledermaus, la sua operetta di maggior successo e una pietra miliare del genere.
1885: Compone Lo zingaro barone, un’altra grande operetta che fonde gli stili musicali ungherese e viennese.
1899: Muore il 3 giugno a Vienna all’età di 73 anni.

Caratteristiche della musica

La musica di Johann Strauss II si caratterizza per l’eleganza, il fascino melodico e la capacità di catturare la gioia e lo spirito della cultura viennese del XIX secolo. Ecco le caratteristiche principali della sua musica:

1. Padronanza del valzer

Johann Strauss II è noto soprattutto per i suoi valzer, che ha raffinato ed elevato a composizioni sofisticate e ricche di emozioni.

I suoi valzer sono spesso caratterizzati da:

Introduzioni aggraziate che creano un’atmosfera sognante o festosa.
Melodie fluide e liriche che si sviluppano in sezioni di danza ampie e ritmate.
Un tempo in 3/4, caratteristico del valzer viennese, con un’atmosfera elegante e rilassata.
Esempi famosi sono Il Danubio blu e Racconti dal bosco di Vienna.

2. Stile gioioso e accessibile

La sua musica incarna un senso di gioia, spensieratezza e celebrazione, che la rende attraente per il pubblico di tutte le classi sociali.
È stata concepita per intrattenere e sollevare, riflettendo lo spirito della Vienna del XIX secolo.

3. Genio melodico

Strauss II aveva una notevole capacità di creare melodie memorabili e cantabili.
I suoi temi hanno spesso un senso di giocosità o romanticismo, con frasi fluide e scorrevoli che catturano l’attenzione dell’ascoltatore.

4. Energia dinamica e vitalità ritmica

Che si tratti di valzer, polke o operette, la musica di Strauss II è piena di energia ritmica, che guida il carattere danzante delle sue opere.
Le sue polke (Tritsch-Tratsch-Polka) e i suoi galop (Thunder and Lightning Polka) sono vivaci, veloci ed esilaranti.

5. Brillante orchestrazione

L’uso dell’orchestra da parte di Strauss II era vibrante e colorato, in equilibrio tra chiarezza e ricchezza.
Utilizzava abilmente i contrasti strumentali per evidenziare le linee melodiche e aumentare l’impatto emotivo delle sue composizioni.

6. Gamma emotiva e tematica

Sebbene la maggior parte delle sue opere sia allegra e leggera, Strauss esplorò anche emozioni più profonde, come la nostalgia e la malinconia, come si vede in opere come Vino, donne e canzoni.
La sua musica spesso dipinge scene vivide, come l’immaginario romantico della vita viennese o la bellezza della natura (Voci di primavera).

7. Operette con arguzia e umorismo

Le operette di Strauss II, come Die Fledermaus, mostrano la sua capacità di combinare la narrazione comica con la musica frizzante.
Le sue operette includono spesso ensemble vivaci, duetti romantici e arie memorabili, mescolando umorismo e melodie sofisticate.

8. Simbolo della cultura viennese

Le sue opere sono la quintessenza della cultura viennese e riflettono l’eleganza, il fascino e la vivacità della vita culturale della città.
Pezzi come Il Danubio blu sono diventati simboli dell’identità di Vienna e continuano a essere celebrati come tesori culturali.

Relazioni

Johann Strauss II è stato uno dei più celebri compositori austriaci del XIX secolo. I suoi rapporti diretti con altri compositori, musicisti e gruppi possono essere raggruppati nelle seguenti categorie:

Relazioni familiari

Johann Strauss I (padre)

Il padre di Johann Strauss II era un rinomato compositore e direttore d’orchestra, noto soprattutto per le sue marce (ad esempio, la Marcia di Radetzky). Inizialmente si oppose alla carriera musicale di Johann II, volendo che si dedicasse all’attività bancaria. Nonostante ciò, Johann II studiò segretamente violino e composizione, superando alla fine la fama del padre.

Josef Strauss (fratello)

Josef era il fratello minore di Johann II, anch’egli compositore e direttore d’orchestra di talento. Lavorò a stretto contatto con Johann II e contribuì con molti pezzi all’eredità della famiglia Strauss.

Eduard Strauss (fratello)

Eduard era un altro fratello che lavorava come direttore d’orchestra e compositore. Spesso diresse l’Orchestra Strauss e contribuì a mantenere il dominio musicale della famiglia.

Contemporanei e influenze

Franz Liszt

Liszt ammirava la musica di Johann Strauss II e parlava bene dei suoi valzer. Sebbene i loro stili musicali fossero diversi, Liszt riconosceva la maestria di Strauss nel fascino melodico.

Richard Wagner

Wagner criticò i valzer spensierati di Strauss, considerandoli meno significativi delle sue opere liriche. Ciononostante, entrambi i compositori furono influenti nel plasmare la musica viennese del XIX secolo.

Johannes Brahms

Brahms ammirava la musica di Strauss. In un famoso aneddoto, Brahms scrisse sul programma di un fan: “Purtroppo non di Johannes Brahms”, riferendosi a Il Danubio blu di Strauss. Ciò evidenzia il rispetto reciproco che Brahms nutriva per l’opera di Strauss.

Jacques Offenbach
Offenbach, compositore francese di operette, condivideva un genere simile con Johann Strauss II. Entrambi i compositori hanno dato forma allo sviluppo dell’opera leggera nel XIX secolo, anche se non hanno collaborato direttamente.

Gruppi e spettacoli

Orchestra Strauss

Johann II diresse l’Orchestra Strauss, fondata inizialmente dal padre. Sotto la guida di Johann II, l’orchestra raggiunse fama internazionale, esibendosi ampiamente in tutta Europa e persino in America.

Filarmonica di Vienna

Johann Strauss II ebbe un rapporto di collaborazione con la Filarmonica di Vienna, una delle principali orchestre dell’epoca. I suoi valzer e le sue polke divennero dei punti fermi della cultura musicale viennese.

Scena dell’operetta viennese

Strauss II contribuì in modo significativo al genere dell’operetta. La sua operetta Die Fledermaus rimane una delle opere più celebri del repertorio, che lo accomuna ad altri compositori di operette dell’epoca.

Eredità e collaboratori

Anton Rubinstein

Rubinstein, rinomato pianista e direttore d’orchestra, sostenne le composizioni di Strauss e ne eseguì le opere.

Re Edoardo VII del Regno Unito

Il re Edoardo VII era un grande ammiratore di Johann Strauss II e lo invitò persino a esibirsi durante le funzioni reali.

Gli interpreti

Le opere di Johann Strauss II erano popolari tra i musicisti e i direttori d’orchestra più importanti della sua epoca, che eseguivano spesso i suoi valzer e le sue operette in tutta Europa.

La musica di Strauss II è amata per il suo fascino universale, la sua bellezza senza tempo e la sua capacità di trasportare gli ascoltatori nella grandezza e nella festosità dell’epoca d’oro di Vienna. Desiderate approfondire opere o stili specifici?

Opere degne di nota

Johann Strauss II è famoso per i suoi valzer, le sue polke e le sue operette, che hanno catturato lo spirito della Vienna del XIX secolo e sono tuttora amate nella musica classica e nella cultura popolare. Ecco alcune delle sue opere più importanti:

Valzer

Il Danubio blu (An der schönen blauen Donau), Op. 314
Composto nel 1866, è il valzer più famoso di Strauss e uno dei brani più iconici della musica classica occidentale. È spesso associato alla cultura viennese ed è un punto fermo dei concerti di Capodanno.

Racconti dal bosco di Vienna (Geschichten aus dem Wienerwald), op. 325
Un valzer con un caratteristico assolo di cetra, che riflette il fascino pastorale della periferia di Vienna.

Vino, donne e canto (Wein, Weib und Gesang), Op. 333
Un valzer vivace e romantico, che celebra i piaceri della vita.

Rose del Sud (Rosen aus dem Süden), Op. 388
Questo valzer si basa su temi tratti dall’operetta Das Spitzentuch der Königin di Strauss ed è celebre per le sue melodie lussureggianti.

Valzer dell’Imperatore (Kaiser-Walzer), Op. 437
Composto nel 1888, questo pezzo maestoso fu scritto per onorare l’alleanza austro-tedesca ed è uno dei valzer più grandiosi di Strauss.

Voci di primavera (Frühlingsstimmen), Op. 410
Originariamente scritto come brano vocale, questo valzer viene spesso eseguito come opera orchestrale ed evoca la gioia della primavera.

Vita d’artista (Künstlerleben), Op. 316
Un valzer che riflette le lotte e i trionfi della vita di un artista.

Polke

Polka Tritsch-Tratsch, Op. 214
Una polka vivace e umoristica, ispirata al fascino viennese dei pettegolezzi e delle chiacchiere.

Polka pizzicata
Composto insieme al fratello Josef Strauss, questo pezzo giocoso mette in risalto gli archi pizzicati.

Polka del tuono e del lampo (Unter Donner und Blitz), Op. 324
Un’emozionante polka che imita i suoni di un temporale.

Operette

Die Fledermaus (Il pipistrello)
Presentata per la prima volta nel 1874, è l’operetta più famosa di Strauss, ricca di melodie frizzanti, trame umoristiche e arie deliziose come “Mein Herr Marquis” (La canzone che ride).

Una notte a Venezia (Eine Nacht in Venedig)
Nota per il suo fascino romantico, questa operetta include melodie popolari come “Komm in die Gondel”.

Il barone zingaro (Der Zigeunerbaron)
Una miscela di operetta ed elementi folkloristici ungheresi, quest’opera è considerata uno dei migliori lavori teatrali di Strauss.

Altre opere degne di nota

Moto perpetuo (Perpetuum mobile), Op. 257
Un pezzo orchestrale umoristico con un tema “senza fine”.

Marcia di Radetzky (spesso confusa)
Sebbene questa marcia sia una delle più famose del repertorio della famiglia Strauss, fu composta da Johann Strauss I, suo padre.

Festival di Bayreuth (Festmarsch nach Motiven von Richard Wagner)
Una marcia unica che fonde lo stile scanzonato di Strauss con temi ispirati alle opere di Richard Wagner.

Il Danubio Blu. Op. 314

“An der schönen blauen Donau” (Il Danubio blu), Op. 314, è il valzer più famoso e celebrato di Johann Strauss II. Composto nel 1866 e presentato per la prima volta nel 1867, è diventato un simbolo duraturo della cultura viennese e uno dei brani più riconoscibili del repertorio di musica classica.

Storia e ispirazione

Origine: Strauss compose Il Danubio blu per l’Associazione corale maschile di Vienna (Wiener Männergesang-Verein). Il brano fu originariamente scritto come opera corale con un testo umoristico di Joseph Weyl, un membro dell’associazione. La prima versione, tuttavia, non ottenne un successo significativo.

Trasformazione: Dopo la tiepida accoglienza come brano corale, Strauss lo rielaborò in un arrangiamento orchestrale. La versione puramente strumentale debuttò all’Esposizione di Parigi del 1867, dove riscosse un immenso successo, stabilendo il suo status di icona.

Ispirazione del titolo: Il titolo si riferisce al fiume Danubio, che attraversa Vienna. L’immagine del fiume simboleggia il romanticismo, la bellezza e lo spirito dell’Austria.

Struttura musicale

Il Danubio blu segue la struttura tipica di un valzer di Strauss:

Introduzione: Il brano inizia con un’introduzione lenta e onirica che conferisce un tono maestoso e sereno.
Cinque sezioni di valzer: Il valzer è composto da cinque temi interconnessi, ognuno con una melodia unica. Questi temi sono pieni di grazia, eleganza e varietà ritmica.
Coda: il brano si conclude con una brillante e trionfale ripresa dei temi precedenti, fino a raggiungere un climax drammatico.
Le melodie fluenti e le ricche armonie del valzer evocano le acque increspate del Danubio, rendendolo una vivida rappresentazione musicale del fiume.

Importanza culturale

Inno di Vienna: Il Danubio Blu è spesso considerato un inno non ufficiale di Vienna e dell’Austria. Le sue melodie sono sinonimo di fascino e raffinatezza viennese.

Tradizione di Capodanno: È famoso per essere eseguito dalla Filarmonica di Vienna nell’ambito del concerto annuale di Capodanno, tradizionalmente abbinato alla Marcia di Radetzky di Johann Strauss I come bis.

Film e media: Il valzer ha acquisito ulteriore fama quando è stato utilizzato in 2001: Odissea nello spazio (1968) di Stanley Kubrick per accompagnare una sequenza di attracco alla stazione spaziale. Questa associazione cementò ulteriormente il suo status di icona.

Ricezione ed eredità

Al suo debutto orchestrale, Il Danubio blu divenne una sensazione internazionale, portando a Johann Strauss II una fama diffusa.
Il brano è oggi una delle opere più frequentemente eseguite nel repertorio della musica classica e rimane un simbolo del patrimonio musicale viennese del XIX secolo.

Valzer dell’Imperatore, Op. 437

Il “Valzer dell’Imperatore” (Kaiser-Walzer), Op. 437, è uno dei valzer più grandiosi e celebri di Johann Strauss II. Composta nel 1888, quest’opera riflette la grandezza e l’eleganza dell’Impero austro-ungarico, mettendo in luce la capacità di Strauss di creare musica maestosa e melodicamente accattivante.

Contesto e storia

Scopo: Il Valzer dell’Imperatore fu scritto per onorare l’amicizia tra l’imperatore austriaco Francesco Giuseppe I e l’imperatore tedesco Guglielmo II, simboleggiando l’alleanza tra Austria-Ungheria e Germania.

Prima: Il valzer fu eseguito per la prima volta a Berlino il 21 ottobre 1889, durante la visita di Strauss in Germania. Fu un successo immediato e cementò ulteriormente la reputazione di Strauss come “Re del Valzer”.

Titolo originale: L’opera fu inizialmente intitolata “Hand in Hand” (“Mano nella mano”) per significare l’unità politica e diplomatica tra i due imperi. Tuttavia, Strauss cambiò successivamente il nome in “Kaiser-Walzer” per sottolineare la sua dedica all’imperatore Francesco Giuseppe I.

Struttura musicale

Il Valzer dell’Imperatore segue la struttura standard del valzer che Strauss utilizzava spesso, mescolando grandezza e fascino con transizioni senza soluzione di continuità tra le sezioni:

Introduzione:
Il valzer si apre con un’introduzione regale e lenta, caratterizzata da maestose fanfare di ottoni e archi lussureggianti. Il tono è maestoso e si addice al tema “imperiale”.

Temi principali del valzer:
Il brano contiene cinque distinte melodie di valzer, ognuna delle quali emana un carattere unico:

Il primo tema è aggraziato e nobile, con frasi ampie e spaziose.
Il secondo tema introduce un’atmosfera più giocosa e spensierata.
I temi successivi alternano eleganza e vitalità, mantenendo un flusso dinamico e coinvolgente.

Coda:

L’opera si conclude con una ripresa trionfale ed esaltante dei temi precedenti, che conduce a un gran finale. Strauss utilizza tecniche orchestrali, come dinamiche gonfiate e strumentazione colorata, per lasciare un’impressione duratura.

Orchestrazione

Per il Valzer dell’Imperatore Strauss impiega un’intera orchestra romantica, con strumenti quali:

archi (violini, viole, violoncelli, contrabbassi)
Fiati (flauti, oboi, clarinetti, fagotti)
Ottoni (corni, trombe, tromboni, tuba)
Percussioni (timpani, triangoli, piatti)
Arpa
La ricca orchestrazione aggiunge profondità e colore, esaltando il tono imperiale e celebrativo del brano.

Significato storico e culturale

Simbolo di diplomazia: Il Valzer dell’Imperatore fu creato durante un periodo di tensione politica in Europa. La sua dedica agli imperatori austriaco e tedesco voleva simboleggiare l’unità e il rispetto reciproco tra le due potenze.

Tradizione del valzer viennese: Come il Danubio Blu, il Valzer dell’Imperatore è una pietra miliare della tradizione del valzer viennese. Esemplifica il genio di Strauss nel combinare eleganza e grandezza con melodie indimenticabili.

Esecuzioni: Il brano è un punto fermo del repertorio concertistico classico e viene regolarmente eseguito al Concerto di Capodanno della Filarmonica di Vienna.

L’eredità

Il Valzer dell’Imperatore rimane una delle opere più popolari di Johann Strauss II, celebre per il suo fascino regale e l’intricata orchestrazione. Mostra la capacità di Strauss di creare musica artisticamente sofisticata e universalmente attraente.

Concerto di Capodanno dell’Orchestra Filarmonica di Vienna

Il Concerto di Capodanno (Neujahrskonzert der Wiener Philharmoniker) dell’Orchestra Filarmonica di Vienna è uno degli eventi annuali di musica classica più famosi e prestigiosi al mondo. Tenuto ogni 1° gennaio a Vienna, in Austria, questo concerto è una celebrazione della musica della famiglia Strauss – Johann Strauss I, Johann Strauss II, Josef Strauss e Eduard Strauss – e di altri compositori legati alla tradizione viennese.

La storia

Nascita:
Il primo Concerto di Capodanno ebbe luogo il 31 dicembre 1939, durante la Seconda Guerra Mondiale. L’evento era inteso come un’occasione per risollevare il morale. Il direttore d’orchestra era Clemens Krauss, che contribuì a stabilire la tradizione di eseguire musica principalmente della famiglia Strauss.

Evento annuale:
Dal 1941 in poi, il concerto si spostò a Capodanno e divenne una tradizione annuale. Nel corso del tempo, si è evoluto in un evento culturale celebrato a livello mondiale.

Portata globale:
Dal 1959 il concerto viene trasmesso a livello internazionale e oggi viene trasmesso in oltre 90 Paesi, raggiungendo milioni di spettatori. La sua ampia popolarità lo ha reso un simbolo di nuovi inizi e di gioia.

La sede

Il concerto si tiene nella Großer Saal (Sala Grande) del Musikverein di Vienna. Questa iconica sala da concerto è rinomata per la sua eccellente acustica e per la sua splendida architettura, in particolare per le decorazioni dorate e l’elaborato soffitto.

Programma

Incentrato sulla famiglia Strauss:
Il programma prevede principalmente valzer, polke, marce e altre opere leggere della famiglia Strauss. Il Danubio Blu di Johann Strauss II e la Marcia di Radetzky di Johann Strauss I sono tipicamente inclusi.

Altri compositori:
Occasionalmente vengono eseguite opere di altri compositori austriaci o dell’Europa centrale, come Franz von Suppé, Josef Lanner e Carl Michael Ziehrer.

Tradizioni:

Il concerto si conclude solitamente con tre bis:
Un brano vivace, spesso una polka.
Il Danubio blu di Johann Strauss II – il direttore d’orchestra di solito fa una pausa per augurare al pubblico un buon anno prima dell’inizio del brano.
Marcia di Radetzky di Johann Strauss I: i membri del pubblico tradizionalmente applaudono la marcia, aggiungendo un’atmosfera celebrativa.

Direttori d’orchestra

Ogni anno, un diverso direttore d’orchestra di fama mondiale guida il concerto, portando la propria interpretazione unica della musica. Tra i direttori d’orchestra del passato ricordiamo:

Herbert von Karajan (1987)
Riccardo Muti (più volte, la più recente nel 2021)
Zubin Mehta (cinque volte, la più recente nel 2015)
Mariss Jansons (tre volte, la più recente nel 2016)
Daniel Barenboim (2014 e 2022).

Significato culturale e simbolico

Celebrazione della musica austriaca:
Il concerto onora il ricco patrimonio musicale di Vienna, in particolare il suo periodo d’oro del XIX secolo.

Messaggio di speranza e di pace:
Il concerto è visto come un modo per accogliere il nuovo anno con ottimismo, gioia e senso di unità. La sua musica allegra e l’atmosfera festosa sono un richiamo alla resilienza culturale e alla celebrazione.

Componente benefica:
I proventi del concerto e delle sue trasmissioni sostengono spesso iniziative culturali e umanitarie.

L’eredità

Il Concerto di Capodanno dei Wiener Philharmoniker è diventato sinonimo di eleganza, tradizione e gioia. La sua trasmissione globale collega milioni di persone al patrimonio musicale di Vienna, rendendolo un fenomeno culturale unico e duraturo.

(Questo articolo è stato generato da ChatGPT. È solo un documento di riferimento per scoprire la musica che non conoscete ancora.)

Contenuto della musica classica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Codici QR Centro Italiano Italia Svizzera 2024.