Apuntes sobre Carl Nielsen y sus obras

Presentación

Carl Nielsen (1865-1931) fue el compositor más importante de Dinamarca y una de las voces más originales de la música de principios del siglo XX. Es conocido sobre todo por sus sinfonías, conciertos, música de cámara y canciones, todos ellos caracterizados por un fuerte sentido de la individualidad, la energía y una profunda exploración de la lucha y la vitalidad humanas.

Primeros años: Nacido en el seno de una familia pobre en la isla de Funen (Dinamarca), Nielsen creció rodeado de música folclórica. De niño tocaba el violín y la corneta y acabó estudiando en la Real Academia Danesa de Música de Copenhague.

Estilo: Su música combina la claridad clásica con la tensión moderna. Nielsen tenía un don para el desarrollo orgánico (temas que crecen y evolucionan de forma natural) y era conocido por sus armonías audaces, contrastes dinámicos y una lucha entre centros tonales, que a veces sonaban como batallas entre tonalidades.

Principales obras:

Seis sinfonías: Especialmente famosas son la Cuarta («Lo inextinguible») -sobre la fuerza imparable de la vida- y la Quinta, con su salvaje batalla de redobles.

Conciertos: escribió célebres conciertos para violín, flauta y clarinete, cada uno de los cuales exhibe la personalidad del solista y toda su gama técnica.

Óperas: Maskarade suele considerarse la ópera nacional de Dinamarca.

Música de cámara y canciones: También son muy apreciados sus cuartetos de cuerda y sus canciones artísticas danesas.

Filosofía: Nielsen creía que la música debía reflejar el conflicto y la vitalidad de la vida misma, no sólo servir de bonita decoración. Sus obras suelen pasar de la oscuridad a la luz, de la lucha a la resolución.

Vida posterior y legado: Aunque luchó por la fama internacional a lo largo de su vida, hoy en día Nielsen es considerado un importante compositor europeo. En Dinamarca, es un héroe nacional, como Beethoven o Sibelius lo son para sus países.

Historia

Carl Nielsen nació en 1865 en un pequeño pueblo de la isla danesa de Funen. Su familia era pobre; su padre era pintor de casas y músico de pueblo, y la música formaba simplemente parte de la vida cotidiana. Nielsen creció escuchando melodías folclóricas y aprendió a tocar el violín y la corneta muy joven. Aún no estaba rodeado de las grandes tradiciones musicales europeas; lo primero que conoció fue la música sencilla y terrenal.

Cuando era adolescente, Nielsen se alistó como músico de banda militar. Tocaba la trompa y el violín en un regimiento del ejército, y así conoció la música clásica más seria. La gente empezó a fijarse en su talento musical y, en 1884, consiguió entrar en la Real Academia Danesa de Música de Copenhague. Allí estudió violín, teoría y composición, con becas y trabajos complementarios.

En la Academia, Nielsen conoció la música de compositores como Brahms y Wagner, pero no se convirtió en seguidor de ningún estilo. Ya desde el principio quiso que su música sonara honesta y viva, en lugar de copiar los grandes gestos del Romanticismo. Su primer gran éxito llegó con su Primera Sinfonía (1892), que ya mostraba una energía clara y vigorosa, a diferencia de las pesadas y melancólicas sinfonías populares en la época.

La vida de Nielsen transcurrió entre la lucha y el éxito. Se casó con la escultora Anne Marie Brodersen, una artista de fuertes convicciones por derecho propio, y su matrimonio fue a menudo tormentoso, en parte porque ambos valoraban su independencia y en parte porque las exigencias de la carrera de Nielsen le mantenían lejos de casa. Sin embargo, tanto su vida personal como profesional estaban profundamente ligadas a cuestiones de crecimiento, conflicto y vitalidad, temas que se convertirían en el corazón palpitante de su música.

A principios del siglo XX, Nielsen compuso más sinfonías, óperas y conciertos, labrándose poco a poco un lugar como principal compositor danés. Su Tercera Sinfonía («Sinfonia Espansiva») y su Cuarta Sinfonía («The Inextinguishable») fueron obras emblemáticas que captaban el espíritu de lucha y triunfo. Especialmente durante la Primera Guerra Mundial y los inestables años posteriores, la música de Nielsen destacó porque no rehuía el caos, sino que lo abrazaba, luchaba con él y le encontraba sentido.

En la década de 1920, Nielsen era una figura nacional en Dinamarca, pero a nivel internacional seguía siendo relativamente poco conocido. En sus últimos años escribió un libro sobre música titulado Música viva (Levande Musik), en el que explicaba su creencia de que la música debía reflejar la tensión y la renovación constantes de la vida misma. Aunque cada vez estaba más delicado debido a una enfermedad cardiaca, siguió trabajando y componiendo, incluida su Sexta Sinfonía, a veces llamada «La Sinfonía Sencilla», aunque en el fondo es cualquier cosa menos sencilla.

Nielsen murió en 1931. No vivió para ver cómo crecía su reputación fuera de Dinamarca. Pero hoy se le reconoce como uno de los sinfonistas más audaces y originales de principios del siglo XX, un compositor que, sin rechazar la tradición, impulsó la música confiando en las fuerzas naturales del cambio y la resistencia.

Cronología

1865

Carl Nielsen nace el 9 de junio en Nørre Lyndelse, en la isla de Funen, Dinamarca.

Crece en una familia pobre pero musicalmente activa; su padre toca el violín y la corneta en los bailes locales.

1879-1883

De adolescente, Nielsen se convierte en músico militar en Odense, tocando la corneta y el violín en la banda del ejército.

1884-1886

Ingresa en la Real Academia Danesa de Música de Copenhague.

Estudia violín con Valdemar Tofte y teoría y composición con Orla Rosenhoff.

1888

Nielsen se convierte en segundo violinista de la Real Orquesta Danesa (Copenhague).

1890-1891

Viaja a Alemania y Francia con una beca de estudios, ampliando sus horizontes musicales.

Comienza a componer su Primera Sinfonía durante este periodo.

1891

Se casa con la escultora Anne Marie Brodersen.

Su matrimonio será apasionado pero a menudo tenso.

1892

Estreno de su Sinfonía nº 1, un gran éxito y el comienzo de su reputación como compositor.

1894

Compone la suite orquestal Saúl y David, más tarde transformada en ópera.

1896-1902

Nielsen compone importantes obras tempranas, como la Sinfonía nº 2 («Los cuatro temperamentos») y la Sinfonía nº 3 («Sinfonía española»).

1905-1906

Estreno de su ópera Maskarade, que se convierte en la «ópera nacional» de Dinamarca.

1908-1911

Compone la Sinfonía nº 4 («The Inextinguishable») durante el caos de la Primera Guerra Mundial: una obra enorme y vital sobre la supervivencia y la vitalidad.

1916

Nielsen se convierte en director de la Orquesta del Teatro Real de Copenhague.

1918-1922

Escribe la Sinfonía nº 5, una de sus obras más modernas y poderosas, conocida por su «batalla» de redoblantes y la tensión entre el orden y el caos.

1925-1926

Compone su última gran obra orquestal, la Sinfonía nº 6 («Sinfonia Semplice»), de carácter complejo e irónico.

1925

Publica su libro filosófico Música viva (Levende Musik), donde explica sus ideales musicales.

Finales de la década de 1920

La salud de Nielsen se deteriora debido a problemas cardíacos, aunque sigue componiendo.

1931

Carl Nielsen fallece el 3 de octubre en Copenhague a la edad de 66 años.

En el momento de su muerte, es célebre en Dinamarca pero apenas empieza a ser descubierto internacionalmente.

Características de la música

1. Lucha entre tonalidades (la tonalidad como drama)

A Nielsen le encantaba utilizar los conflictos entre tonalidades casi como los personajes de una historia.

En lugar de permanecer cómodamente en una tonalidad, su música a menudo enfrenta las tonalidades entre sí, haciendo que la armonía parezca inestable o combativa.

Esto da a su música una sensación de lucha, tensión y resolución, casi como la naturaleza o la vida misma luchando por el equilibrio.

2. Crecimiento orgánico

Sus melodías y temas parecen crecer de forma natural: los pequeños motivos se desarrollan, evolucionan y se transforman en algo más grande.

Es como ver una planta brotar y retorcerse hacia el sol: siempre en movimiento, nunca estática.

3. Ritmos claros y audaces

Nielsen utiliza a menudo ritmos nítidos y enérgicos que dan a su música impulso y pulso.

A veces sus ritmos parecen casi agresivos, otras veces juguetones o rústicos, pero siempre tienen detrás una fuerza muscular.

4. Frescura y humor

A pesar de toda la lucha, la música de Nielsen incluye a menudo alegría y humor repentino.

No le gustaba que la música fuera demasiado seria todo el tiempo; disfrutaba sorprendiendo al oyente con giros extraños, danzas irónicas o sonidos estrafalarios.

5. Simplicidad y complejidad juntas

A primera vista, algunas partes de su música suenan sencillas y directas, como canciones folk o melodías claras.

Pero debajo, a menudo hay estructuras profundas y complejas y tensiones armónicas inusuales que funcionan de forma invisible.

6. Naturaleza y energía vital

Nielsen creía en capturar la energía de la vida misma: el movimiento, la lucha, el crecimiento y la renovación constantes.

Su Cuarta Sinfonía («Lo inextinguible») es el ejemplo más claro: no trata de una historia, sino de la fuerza vital: el impulso imparable de sobrevivir y crear.

7. Voces individuales

En sus conciertos (como los de clarinete o flauta), trata al instrumento solista como a una persona con estados de ánimo, que a veces se pelea o bromea con la orquesta.

Su música es a menudo personal, cada instrumento tiene su propio carácter.

8. Carácter nórdico

Incluso cuando no citaba directamente la música folclórica, el sonido de Nielsen se siente enraizado en el paisaje nórdico: claro, brillante, a veces áspero y lleno de belleza agreste.

Relaciones

Compositores

Niels Gade

Gade fue el compositor más importante de Dinamarca antes de Nielsen.

Aunque Gade murió antes de que Nielsen saltara a la fama, Nielsen fue visto como una especie de sucesor, haciendo evolucionar la música danesa desde el romanticismo lírico de Gade hacia algo más moderno y áspero.

Johannes Brahms

Nielsen admiraba la estructura y seriedad de Brahms, pero no lo imitaba.

Nielsen conoció muy pronto las sinfonías de Brahms durante su estancia en la Academia, y el modo de desarrollo orgánico de Brahms influyó en la forma en que Nielsen cultivaba las ideas musicales.

Richard Wagner

Nielsen respetaba el impacto de Wagner, pero se mantenía deliberadamente alejado de su fuerte emocionalismo.

Quería una música más viva y clara, no ahogada en armonías interminables y emotivas como las de Wagner.

Jean Sibelius

Fueron contemporáneos (nacieron con pocos años de diferencia) y ambos son considerados hoy grandes sinfonistas nórdicos.

Nunca se conocieron, pero sabían el uno del otro.

Nielsen admiraba a Sibelius, pero sus personalidades musicales eran muy diferentes: Sibelius era melancólico y mítico; Nielsen era dinámico y terrenal.

Intérpretes y orquestas

Real Orquesta Danesa (Det Kongelige Kapel)

Nielsen tocó el segundo violín en esta prestigiosa orquesta durante muchos años (1889-1905).

Más tarde, también dirigió sus actuaciones.

La orquesta estrenó varias de sus primeras obras sinfónicas.

Emil Telmányi

Violinista húngaro y yerno de Nielsen (se casó con su hija Anne Marie Carl-Nielsen).

Telmányi defendió internacionalmente el Concierto para violín y las sinfonías de Nielsen tras su muerte.

Quinteto de viento de Copenhague

Inspiraron el Quinteto de viento de Nielsen (1922), una obra viva e individualista en la que cada instrumento tiene una fuerte personalidad.

Estaba tan fascinado por ellos que planeó escribir un concierto para cada intérprete (sólo terminó los Conciertos para flauta y clarinete).

No músicos

Anne Marie Carl-Nielsen (su esposa)

Escultora respetada y figura importante de la vida cultural danesa.

Su matrimonio estuvo lleno de amor y conflictos; ambos eran ferozmente independientes.

Su fuerte personalidad influyó en la forma en que Nielsen concebía la individualidad y la fuerza en su música.

Georg Brandes

Famoso filósofo y crítico danés.

Las ideas de Brandes sobre el modernismo y la libertad personal influyeron en el entorno cultural en el que creció Nielsen, a pesar de que no mantuvieron una estrecha relación personal.

Patrocinadores y partidarios

Nielsen solía contar con el apoyo de instituciones culturales danesas, como la Fundación Carlsberg (sí, relacionada con la cervecera) y el mecenazgo real danés.

Estuvo muy vinculado a la Real Academia Danesa de Música, de la que llegó a ser profesor y más tarde director.

En resumen:

Nielsen no era un solitario, pero tampoco formó una «escuela» o un círculo cerrado como algunos compositores.
Creció a partir de raíces danesas, absorbió la influencia de Brahms y las estructuras clásicas, respetó las tendencias modernas (sin ser plenamente «modernista») y estuvo profundamente vinculado a músicos, orquestas y pensadores daneses.

Compositores similares

1. Jean Sibelius (1865-1957)

Probablemente el más parecido en espíritu.

Al igual que Nielsen, Sibelius era un sinfonista nórdico que captaba las fuerzas agrestes de la naturaleza y la vida.

Sibelius también creó música en torno al crecimiento orgánico y el conflicto, aunque su estilo es más místico y mitológico, mientras que el de Nielsen es más terrenal y humano.

2. Leoš Janáček (1854-1928)

Compositor checo que, como Nielsen, rompió con el Romanticismo.

La música de Janáček utiliza frases cortas, parecidas a discursos, y le encantaban las influencias folclóricas, muy parecidas a la conexión de Nielsen con la vida folclórica danesa.

Ambos tienen una energía cruda y una fuerza emocional directa.

3. Ralph Vaughan Williams (1872-1958)

Compositor inglés profundamente inspirado por las tradiciones folclóricas de su tierra natal.

Vaughan Williams, al igual que Nielsen, combina a menudo melodías sencillas con complejas estructuras subyacentes.

Ambos crean música que se siente antigua y moderna a la vez.

4. Carl Maria von Webern (1883-1945) (sólo primeras obras)

Especialmente en términos de claridad y gestos cortos y agudos (aunque Webern se pasó más tarde a la atonalidad, a diferencia de Nielsen).

El primer Webern comparte la sensación de energía concentrada y comprimida de Nielsen.

5. Paul Hindemith (1895-1963)

Compositor alemán que combinó artesanía, contrapunto y un estilo duro y directo.

La música de Hindemith, como la de Nielsen, suele ser constructiva, llena de energía, movimiento y resistencia más que de un gran peso emocional.

Menciones honoríficas

Antonín Dvořák – por su amor a la influencia folclórica y su espíritu musical honesto y abierto (pero Dvořák es más lírico y menos conflictivo).

Béla Bartók – por energía, raíces folclóricas y modernismo inventivo, aunque Bartók es más áspero y rítmicamente agresivo.

Sensación de resumen:

Si te gusta la claridad, la energía, las luchas de tonalidades y la frescura nórdica de Nielsen, probablemente también disfrutarás más con Sibelius, Janáček y Vaughan Williams.

Si le atraen más su estructura dura y su tensión, puede que Hindemith y el primer Webern también le resulten interesantes.

Obras notables para piano solo

1. Cinco piezas para piano, Op. 3 (1890)

Su primera obra publicada para piano.

Cada pieza es corta y lírica, un poco influenciada por la música de salón romántica, pero ya se puede oír la frescura y sencillez directa de Nielsen.

Algunas piezas tienen un ligero aire folclórico.

2. Suite para piano, Op. 45 (1919-20)

Una obra mucho más madura y seria.

En tres movimientos:

Allegro

Andante

Allegro molto

La Suite muestra el estilo posterior de Nielsen: ritmos enérgicos, contrastes agudos y estructura clara.

La escritura pianística es robusta y llena de carácter, a veces áspera, a veces lírica.

3. Chacona, Op. 32 (1916-17)

Una de sus mejores piezas para piano.

Un conjunto de variaciones sobre una línea de bajo que se repite, inspirada en la antigua forma barroca (piense en Bach).

Es poderosa, masiva y dramática, combinando una estructura estricta con una salvaje libertad emocional.

Exige un gran sonido y manos fuertes del pianista.

4. Tema y Variaciones, Op. 40 (1916-17)

Otra gran obra para piano de la misma época que la Chacona.

Comienza con un tema sencillo, casi ingenuo, pero a través de las variaciones, la música se vuelve más compleja, juguetona y emotiva.

Es como ver una pequeña semilla crecer hasta convertirse en un árbol salvaje: ¡muy Nielsen!

5. Tres piezas para piano, FS 131 (1928)

Escritas al final de la vida de Nielsen.

Estas piezas son cortas, nítidas, de sonido moderno, con más audacia armónica y un cierto humor irónico.

Se puede escuchar el estilo «ácido» posterior de Nielsen: ingenioso, inquieto, a veces agridulce.

En conjunto:

La música para piano de Nielsen refleja su estilo general:

Directa, enérgica, atrevida y a veces juguetona.

No se trata de un Romanticismo dulce, sino más bien de honestidad cruda y dureza nórdica, incluso cuando las piezas son pequeñas.

Sinfonías y obras sinfónicas notables

Las seis sinfonías

1. Sinfonía nº 1 en sol menor, Op. 7 (1890-92)

Su primera sinfonía: fresca, viva y enérgica.

Ya muestra el amor de Nielsen por las batallas de tonalidades y los ritmos claros.

Muy clásica en su forma, pero ya rebosante de personalidad.

2. Sinfonía nº 2 «Los cuatro temperamentos», Op. 16 (1901-02)

Cada movimiento representa uno de los antiguos temperamentos (Colérico, Flemático, Melancólico, Sanguíneo).

Característico y colorista, con contrastes dramáticos entre los estados de ánimo.

Una de sus sinfonías más accesibles y vivas.

3. Sinfonía nº 3 «Sinfonía Espansiva», Op. 27 (1910-11)

Llena de energía vital.

Presenta voces sin palabras (soprano y barítono) en el segundo movimiento, ¡algo muy inusual!

Irradia optimismo, fisicidad y alegría.

4. Sinfonía nº 4 «Lo inextinguible», Op. 29 (1914-16)

Una de las mayores obras maestras de Nielsen.

Escrita durante la Primera Guerra Mundial, trata de la fuerza inquebrantable de la vida misma.

Presenta una famosa «batalla» entre dos timbaleros en el último movimiento.

Salvaje, urgente y absolutamente apasionante.

5. Sinfonía nº 5, Op. 50 (1920-22)

Una sinfonía oscura, poderosa y experimental.

Sin estructura tradicional de cuatro movimientos, sólo dos partes enormes y evolutivas.

Presenta un tambor que intenta perturbar a la orquesta, símbolo del caos frente al orden.

Una de sus obras más modernas e intensas.

6. Sinfonía nº 6 «Sinfonia Semplice», FS 116 (1924-25)

«Sinfonía simple», pero el título es irónico.

Es extravagante, llena de sarcasmo, humor y giros extraños.

Una pieza tardía y enigmática con momentos de profunda ternura y parodia burlona.

Otras obras sinfónicas notables

– Obertura Helios, Op. 17 (1903)

Una de sus miniaturas orquestales más famosas.

Inspirada en el amanecer sobre el mar Egeo en Grecia.

Comienza en silencio, con un profundo resplandor, y luego crece hasta alcanzar un brillo heroico y abrasador, con una bella atmósfera.

– Saga-Drøm (Sueño de Saga), Op. 39 (1907-08)

Un poema sinfónico corto y ensoñador.

Basado en una leyenda nórdica, mitad realidad, mitad alucinación.

Tiene un aire suelto, casi de improvisación.

– Suite de Aladino, Op. 34 (1918-19)

De su música para una producción danesa de Aladino.

Llena de colores exóticos, danzas enérgicas y una orquestación exuberante.

Uno de sus conjuntos orquestales más divertidos y coloridos.

Sensación de resumen:

Las sinfonías de Nielsen tratan sobre la lucha, la supervivencia, la energía y el crecimiento; nunca se limitan a contar una historia, sino que siempre capturan la vida misma.

Sus obras orquestales se mueven entre el heroísmo audaz, el humor áspero y la reflexión profunda, a menudo dentro de una misma pieza.

Obras notables

Conciertos

(Algunas de sus obras más bellas y personales)

Concierto para violín, Op. 33 (1911)

Lírico, enérgico y juguetón.

Construido en dos movimientos (cada uno con una parte lenta y otra rápida).

Combina virtuosismo con un fuerte sentimiento de calidez humana.

Concierto para flauta (1926)

Brillante, encantador, lleno de giros inesperados y humor extravagante.

No es sólo una pieza de lucimiento: parece un diálogo entre el solista y la orquesta.

Concierto para clarinete (1928)

Una de las últimas grandes obras de Nielsen y muy intensa.

El clarinete es como un personaje con cambios de humor: lírico, agresivo, juguetón y enfadado.

Famosa por el uso de una caja, que «lucha» con el solista.

(Nielsen también había planeado conciertos para otros instrumentistas de viento, pero nunca los completó).

Música de cámara

(Imprescindible para comprender su estilo a menor escala)

Cuarteto de cuerda nº 1 en sol menor, Op. 13 (1889)

Cuarteto de cuerda nº 2 en fa menor, Op. 5 (1890)

Cuarteto de cuerda nº 3 en mi bemol mayor, Op. 14 (1897-98)

Cuarteto de cuerda nº 4 en fa mayor, Op. 44 (1906)

Sus cuatro cuartetos de cuerda marcan su evolución desde el Romanticismo tardío a una voz audaz y moderna.

Especialmente los cuartetos 3º y 4º muestran una clara audacia armónica y una gran pegada rítmica.

Quinteto para viento, Op. 43 (1922)

Una de sus obras de cámara más queridas.

Cada instrumento tiene su propia personalidad; llena de ingenio, elegancia y calidez nórdica.

Muy influyente en el repertorio de conjuntos de viento.

Obras orquestales (no sinfonías)

Obertura Helios, Op. 17 (1903)

Un vívido poema tonal sobre la salida del sol en el mar Egeo.

Saga-Drøm (Sueño de Saga), Op. 39 (1907-08)

Breve poema sinfónico, misterioso y rapsódico.

Suite Aladino, Op. 34 (1918-19)

Exótica y colorista; danzas y marchas de la música para la obra Aladino.

Primavera de Funen (Fynsk Foraar), Op. 42 (1921-22)

Una encantadora cantata para solistas, coro y orquesta que celebra la Dinamarca rural y la llegada de la primavera.

Obras corales y canciones
(Gran parte de la vida musical danesa)

Hymnus Amoris (1896-97)

Gran obra coral inspirada en la luna de miel de Nielsen y en el tema del amor a través de las etapas de la vida.

Mezcla estilos antiguos con expresión moderna.

Primavera en Funen (Fynsk Foraar) – ya mencionada pero digna de mención de nuevo por su belleza folclórica.

Cientos de canciones

Nielsen escribió un montón de canciones sencillas y sentidas para cantar en comunidad.

En Dinamarca se siguen cantando en escuelas, reuniones y festivales.

Sensación de resumen

Fuera de las sinfonías y la música para piano, la personalidad de Nielsen brilla con luz propia:

Conciertos (llenos de carácter y conflicto),

Obras de cámara (especialmente el Quinteto de viento y los cuartetos posteriores),

Miniaturas orquestales (como Helios),

Música coral (enraizada en el espíritu y la vida daneses).

Actividades excluida la composición

Carl Nielsen no era sólo un compositor encerrado en una habitación escribiendo música. Fue violinista, director de orquesta, profesor, administrador, ensayista y figura pública. Su carrera estuvo profundamente entretejida en la vida musical y cultural de Dinamarca.

Intérprete

Nielsen comenzó como violinista profesional.

De 1889 a 1905, tocó el segundo violín en la Orquesta Real Danesa (Det Kongelige Kapel), el principal conjunto de Dinamarca.

Actuó no sólo en Copenhague, sino también en giras, y a veces desempeñó funciones más allá del segundo violín, incluso dirigiendo pequeños conjuntos.

Director de orquesta

Nielsen se dedicó gradualmente a la dirección de orquesta.

Hacia 1908 fue nombrado director asistente del Teatro Real Danés de Copenhague.

En las décadas de 1910 y 1920 dirigió sus propias obras, así como repertorio estándar.

No siempre era técnicamente perfecto (tenía una técnica de batuta poco pulida), pero los músicos decían que tenía una autoridad musical magnética.

Más tarde, dirigió importantes interpretaciones de sus sinfonías y conciertos, tanto en Dinamarca como a escala internacional.

Profesor y administrador

Nielsen ejerció una gran influencia como profesor en la Real Academia Danesa de Música.

Impartió clases de teoría, composición y música en general.

En 1931 fue nombrado director de la Academia, pero lamentablemente falleció ese mismo año antes de asumir plenamente sus funciones.

Era un apasionado de la educación musical y creía que la comprensión musical debía ser amplia, viva y conectada con la vida, no árida ni teórica.

Escritor y ensayista

Nielsen escribió ensayos, artículos y conferencias sobre música, arte y vida.

Sus escritos son a menudo animados, personales e ingeniosos, y muestran el lado filosófico de su personalidad.

Incluso escribió una autobiografía, titulada Min Fynske Barndom (Mi infancia en Funen, 1927), que cuenta hermosas historias sobre su infancia pobre pero llena de música y naturaleza.

En sus escritos suele hacer hincapié en las ideas de libertad, crecimiento natural, conflicto e individualidad, las mismas fuerzas que dieron forma a su música.

Figura cultural y orador público

En sus últimos años, Nielsen se convirtió en una especie de figura nacional en Dinamarca.

Se le invitaba a hablar en actos públicos, festivales y ceremonias nacionales.

Ayudó a conformar la identidad cultural danesa, sobre todo después de la Primera Guerra Mundial, haciendo hincapié en la resistencia, la fuerza y la sencillez.

Sus canciones pasaron a formar parte de las tradiciones danesas de canto comunal, por lo que su influencia se extendió a la vida cotidiana, no sólo a la sala de conciertos.

Resumen

Carl Nielsen vivió la música como intérprete, líder, pensador y constructor de una voz nacional.
No fue un genio aislado, sino un activo forjador de la vida cultural danesa.

Episodios y curiosidades

🎻 El joven soldado con un violín

De adolescente, Nielsen se alistó en el ejército, no porque amara la milicia, sino porque le ofrecía un trabajo estable.

Se hizo corneta y violinista en el 16º Batallón de Odense.

Incluso de uniforme, Nielsen practicaba en secreto música clásica para violín cuando se suponía que debía concentrarse en los ejercicios militares.

Más tarde dijo que el ejército le daba disciplina, pero la música le daba vida.

🎼 El compositor al que no le gustaba la «música de programa» y aun así la escribía

Nielsen afirmaba que no le gustaba la música que «cuenta una historia» (como muchos poemas románticos).

Sin embargo, algunas de sus mejores obras (The Four Temperaments, The Inextinguishable) son muy programáticas, simplemente cuentan sus historias de forma abstracta.

Esto demuestra la naturaleza contradictoria de Nielsen: amaba el drama y el carácter, pero no quería ser demasiado obvio.

La famosa batalla de tambores

En su Quinta Sinfonía, Nielsen ordenó al tamborilero que improvisara «como si estuviera decidido a parar la orquesta».

Los primeros intérpretes pensaron que se trataba de un error: les confundía la idea de que un batería se pusiera «salvaje».

Hoy en día, se reconoce como una de las primeras veces en la música clásica que se utilizó el «caos» musical deliberado dentro de una sinfonía tradicional.

El coro sin palabras

En el movimiento lento de su Tercera Sinfonía (Sinfonia Espansiva), Nielsen añadió una soprano y un barítono que cantan sin palabras.

Nielsen quería expresar sentimientos humanos puros sin que interfiriera ningún texto.

Fue radical para la época (1911) y aún hoy resulta onírica e inquietante.

🖋️ Un compositor que escribió sobre la vida, no sólo sobre música

La autobiografía de Nielsen, Mi infancia en Funen, está llena de historias vívidas, conmovedoras y divertidas sobre la vida rural danesa.

No se trata de convertirse en un genio, sino de la familia, los animales, las luchas de un pueblo pequeño y crecer con asombro.

El libro es tan querido que a menudo se lee en las escuelas danesas como una pieza de la literatura nacional.

🎵 El compositor danés

Aunque internacionalmente se le conoce por sus sinfonías, en Dinamarca se le recuerda sobre todo por sus canciones.

Piezas como «Jens Vejmand» y «Sangen om Danmark» siguen siendo cantadas por la gente corriente.

No es sólo un compositor de «arte elevado»: pertenece a la gente como pocos compositores.

Siempre luchador, siempre constructor

Nielsen estaba a menudo en desacuerdo con las autoridades musicales conservadoras de Copenhague.

Su música no siempre era aceptada con facilidad: era demasiado moderna, demasiado áspera, demasiado honesta.

Pero él creía que la propia lucha formaba parte de la vida y del arte, una creencia que arde en todas sus mejores obras.

✨ Resumen Sentimiento

Carl Nielsen no era un genio «pulido»: era real, enérgico, contradictorio, lleno de humor y profunda fuerza.
Vivió plena y ferozmente, construyendo un mundo musical único a partir de unos comienzos sencillos y obstinados.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

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Notizen über Carl Nielsen und seinen Werken

Überblick

Carl Nielsen (1865–1931) war der bedeutendste Komponist Dänemarks und einer der originellsten Vertreter der Musik des frühen 20. Jahrhunderts. Am bekanntesten sind seine Sinfonien, Konzerte, Kammermusikwerke und Lieder, die sich alle durch eine starke Individualität, Energie und eine tiefgründige Auseinandersetzung mit den Kämpfen und der Lebenskraft des Menschen auszeichnen.

Frühes Leben: Nielsen wurde in eine arme Familie auf der Insel Fünen (Dänemark) geboren und wuchs inmitten von Volksmusik auf. Als Junge spielte er Violine und Kornett und studierte schließlich an der Königlich Dänischen Musikakademie in Kopenhagen.

Stil: Seine Musik verbindet klassische Klarheit mit moderner Spannung. Nielsen hatte eine Begabung für organische Entwicklungen (Themen, die sich natürlich entfalten und weiterentwickeln) und war bekannt für kühne Harmonien, dynamische Kontraste und einen Kampf zwischen Tonzentren, der manchmal wie ein Kampf zwischen Tonarten klang.

Wichtigste Werke:

Sechs Sinfonien: Besonders berühmt sind die Vierte („Die Unauslöschliche“) – über die unaufhaltsame Kraft des Lebens – und die Fünfte mit ihrem wilden Trommelwirbel.

Konzerte: Er schrieb gefeierte Konzerte für Violine, Flöte und Klarinette, die jeweils die Persönlichkeit und das gesamte technische Spektrum des Solisten zur Geltung bringen.

Opern: Maskarade wird oft als die Nationaloper Dänemarks bezeichnet.

Kammermusik und Lieder: Auch seine Streichquartette und dänischen Kunstlieder sind sehr beliebt.

Philosophie: Nielsen war der Überzeugung, dass Musik den Konflikt und die Vitalität des Lebens selbst widerspiegeln und nicht nur als hübsche Dekoration dienen sollte. Seine Werke bewegen sich oft von der Dunkelheit zum Licht, vom Kampf zur Auflösung.

Spätes Leben und Vermächtnis: Obwohl er zu Lebzeiten um internationalen Ruhm rang, gilt Nielsen heute als bedeutender europäischer Komponist. In Dänemark ist er ein Nationalheld – ähnlich wie Beethoven oder Sibelius in ihren jeweiligen Ländern.

Geschichte

Carl Nielsen wurde 1865 in einem kleinen Dorf auf der dänischen Insel Fünen geboren. Seine Familie war arm, sein Vater war Maler und Dorfmusiker, und Musik gehörte einfach zum Alltag. Nielsen wuchs mit Volksweisen auf und lernte schon früh Geige und Kornett spielen. Er war noch nicht von den großen europäischen Musiktraditionen geprägt – die Musik, die er zuerst kennenlernte, war einfach und bodenständig.

Als Teenager meldete sich Nielsen als Militärmusiker. Er spielte Horn und Geige in einem Armeeregiment und kam so mit ernsthafterer klassischer Musik in Berührung. Sein musikalisches Talent wurde entdeckt, und 1884 gelang ihm der Eintritt in die Königlich Dänische Musikakademie in Kopenhagen. Dort studierte er Geige, Musiktheorie und Komposition, finanziert durch Stipendien und Nebenjobs.

An der Akademie lernte Nielsen die Musik von Komponisten wie Brahms und Wagner kennen, aber er wurde kein Anhänger eines bestimmten Stils. Schon früh wollte er, dass seine Musik ehrlich und lebendig klang, anstatt die großen Gesten der Romantik zu kopieren. Sein erster großer Erfolg kam mit seiner Ersten Symphonie (1892), die bereits eine klare, kraftvolle Energie zeigte – im Gegensatz zu den schweren, düsteren Symphonien, die damals populär waren.

Nielsens Leben war geprägt von einem ständigen Wechsel zwischen Kampf und Erfolg. Er heiratete die Bildhauerin Anne Marie Brodersen, eine eigenwillige Künstlerin, und ihre Ehe war oft stürmisch – zum Teil, weil beide ihre Unabhängigkeit schätzten, zum Teil, weil Nielsens Karriere ihn von zu Hause fernhielt. Dennoch waren sowohl sein Privatleben als auch sein Berufsleben tief mit Fragen nach Wachstum, Konflikt und Vitalität verbunden, Themen, die zum Herzstück seiner Musik werden sollten.

Zu Beginn des 20. Jahrhunderts komponierte Nielsen weitere Sinfonien, Opern und Konzerte und arbeitete sich langsam zu Dänemarks führendem Komponisten hoch. Seine Dritte Sinfonie („Sinfonia Espansiva“) und Vierte Sinfonie („Die Unauslöschliche“) waren Meilensteine, die den Geist des Kampfes und des Triumphs einfingen. Vor allem während des Ersten Weltkriegs und in den darauf folgenden unruhigen Jahren zeichnete sich Nielsens Musik dadurch aus, dass sie sich dem Chaos nicht verschloss, sondern es annahm, mit ihm rang und durch ihn einen Sinn fand.

In den 1920er Jahren war Nielsen in Dänemark eine nationale Persönlichkeit, international jedoch noch relativ unbekannt. In seinen späteren Jahren schrieb er auch ein Buch über Musik mit dem Titel „Lebendige Musik“ (Levande Musik), in dem er seine Überzeugung darlegte, dass Musik die ständige Spannung und Erneuerung des Lebens widerspiegeln sollte. Selbst als er aufgrund einer Herzerkrankung immer gebrechlicher wurde, arbeitete und komponierte er weiter, darunter seine Sechste Symphonie, die manchmal als „Einfache Symphonie“ bezeichnet wird, obwohl sie unter der Oberfläche alles andere als einfach ist.

Nielsen starb 1931. Er erlebte nicht mehr, wie sehr sein Ansehen außerhalb Dänemarks wuchs. Heute gilt er als einer der mutigsten und originellsten Symphoniker des frühen 20. Jahrhunderts, als ein Komponist, der, ohne die Tradition zu verleugnen, die Musik vorantrieb, indem er auf die natürlichen Kräfte des Wandels und der Widerstandsfähigkeit vertraute.

Chronologie

1865

Carl Nielsen wird am 9. Juni in Nørre Lyndelse auf der Insel Fünen in Dänemark geboren.

Er wächst in einer armen, aber musikalisch aktiven Familie auf; sein Vater spielt Violine und Kornett bei lokalen Tanzveranstaltungen.

1879–1883

Als Teenager wird Nielsen Militärmusiker in Odense und spielt Horn und Violine in der Armeekapelle.

1884–1886

Eintritt in die Königlich Dänische Musikakademie in Kopenhagen.

Studiert Violine bei Valdemar Tofte und Theorie/Komposition bei Orla Rosenhoff.

1888

Nielsen wird zweiter Geiger im Königlich Dänischen Orchester (Kopenhagen).

1890–1891

Reist mit einem Stipendium nach Deutschland und Frankreich, um seinen musikalischen Horizont zu erweitern.

Beginnt in dieser Zeit mit der Komposition seiner Ersten Symphonie.

1891

Heirat mit der Bildhauerin Anne Marie Brodersen.

Ihre Ehe ist leidenschaftlich, aber oft von Spannungen geprägt.

1892

Uraufführung seiner Sinfonie Nr. 1 – ein großer Erfolg und der Beginn seines Rufs als Komponist.

1894

Komponiert die Orchestersuite Saul und David, die später zu einer Oper umarbeitet wird.

1896–1902

Nielsen komponiert wichtige Frühwerke, darunter die Sinfonie Nr. 2 („Die vier Temperamente“) und die Sinfonie Nr. 3 („Sinfonia Espansiva“).

1905

Seine Oper Maskarade wird uraufgeführt – sie wird zu Dänemarks beliebter „Nationaloper“.

1908

In den Wirren des Ersten Weltkriegs komponiert er die Sinfonie Nr. 4 („Die Unauslöschliche“), ein gewaltiges, lebensbejahendes Werk über Überleben und Vitalität.

1916

Nielsen wird Dirigent des Königlichen Theaterorchesters in Kopenhagen.

1918–1922

Er schreibt die Sinfonie Nr. 5, eines seiner modernsten und kraftvollsten Werke, bekannt für seine „Schlacht“ der Snare Drums und die Spannung zwischen Ordnung und Chaos.

1925

Komponiert sein letztes großes Orchesterwerk, die Sinfonie Nr. 6 („Sinfonia Semplice“), die ironischerweise komplex und ironisch ist.

1925

Er veröffentlicht sein philosophisches Buch „Lebendige Musik“ (Levende Musik), in dem er seine musikalischen Ideale erläutert.

Ende der 1920er

Nielsens Gesundheitszustand verschlechtert sich aufgrund von Herzproblemen, doch er komponiert weiter.

1931

Carl Nielsen stirbt am 3. Oktober im Alter von 66 Jahren in Kopenhagen.

Zum Zeitpunkt seines Todes wird er in Dänemark gefeiert, international jedoch erst entdeckt.

Merkmale seiner Musik

1. Kampf zwischen den Tonarten (Tonalität als Drama)

Nielsen liebte es, Tonartkonflikte fast wie Figuren in einer Geschichte einzusetzen.

Anstatt bequem in einer Tonart zu verharren, lässt er in seiner Musik oft Tonarten gegeneinander antreten, wodurch die Harmonie instabil oder kämpferisch wirkt.

Dies verleiht seiner Musik ein Gefühl von Kampf, Spannung und Auflösung, fast wie die Natur oder das Leben selbst, das um sein Gleichgewicht kämpft.

2. Organisches Wachstum

Seine Melodien und Themen wirken wie natürlich gewachsen – kleine Motive entwickeln sich, wachsen und verwandeln sich in etwas Größeres.

Es ist, als würde man eine Pflanze sprießen und sich zur Sonne drehen sehen: immer in Bewegung, niemals statisch.

3. Klare, kühne Rhythmen

Nielsen verwendet oft scharfe, energiegeladene Rhythmen, die seiner Musik Schwung und Puls verleihen.

Manchmal wirken seine Rhythmen fast aggressiv, manchmal verspielt oder rustikal, aber sie haben immer eine muskuläre Kraft hinter sich.

4. Frische und Humor

Trotz aller Anstrengung enthält Nielsens Musik oft Verspieltheit und plötzlichen Humor.

Er mochte es nicht, wenn Musik immer übertrieben ernst war; er genoss es, den Zuhörer mit seltsamen Wendungen, ironischen Tänzen oder skurrilen Klängen zu überraschen.

5. Einfachheit und Komplexität zugleich

Oberflächlich betrachtet klingen Teile seiner Musik einfach und direkt – wie Volkslieder oder klare Melodien.

Aber darunter verbergen sich oft tiefe, komplexe Strukturen und ungewöhnliche harmonische Spannungen, die unsichtbar wirken.

6. Natur und Lebensenergie

Nielsen glaubte daran, die Energie des Lebens selbst einzufangen – die ständige Bewegung, den Kampf, das Wachstum und die Erneuerung.

Seine Vierte Symphonie („Die Unauslöschliche“) ist das deutlichste Beispiel dafür: Es geht nicht um eine Geschichte, sondern um Lebenskraft – den unaufhaltsamen Drang zu überleben und zu schaffen.

7. Individuelle Stimmen

In seinen Konzerten (wie den Klarinetten- oder Flötenkonzerten) behandelt er das Soloinstrument wie eine Person mit Stimmungen, die manchmal mit dem Orchester kämpft oder scherzt.

Seine Musik wirkt oft persönlich, jedes Instrument hat seinen eigenen Charakter.

8. Nordischer Charakter

Auch wenn er nicht direkt Volksmusik zitierte, wirkt Nielsens Klang tief in der nordischen Landschaft verwurzelt – klar, hell, manchmal rau und voller schroffer Schönheit.

Beziehungen

Komponisten

Niels Gade

Gade war vor Nielsen der bedeutendste Komponist Dänemarks.

Obwohl Gade starb, bevor Nielsen berühmt wurde, galt Nielsen als eine Art Nachfolger, der die dänische Musik von Gades lyrischer Romantik zu etwas Modernerem und Robusterem führte.

Johannes Brahms

Nielsen bewunderte Brahms’ Struktur und Ernsthaftigkeit, ahmte ihn jedoch nicht nach.

Schon früh kam Nielsen während seiner Zeit an der Akademie mit Brahms’ Sinfonien in Berührung, und Brahms’ organische Kompositionsweise beeinflusste Nielsens Entwicklung musikalischer Ideen.

Richard Wagner

Nielsen respektierte Wagners Einfluss, hielt sich jedoch bewusst von dessen starker Emotionalität fern.

Er wollte, dass Musik lebendiger und klarer klingt und nicht in endlosen, emotionalen Harmonien wie bei Wagner versinkt.

Jean Sibelius

Sie waren Zeitgenossen (nur wenige Jahre auseinander) und gelten heute beide als große nordische Symphoniker.

Sie haben sich nie getroffen, kannten sich aber.

Nielsen bewunderte Sibelius, aber ihre musikalischen Persönlichkeiten waren sehr unterschiedlich: Sibelius war grüblerisch und mythisch, Nielsen dynamisch und bodenständig.

Interpreten und Orchester

Königliches Dänisches Orchester (Det Kongelige Kapel)

Nielsen spielte viele Jahre (1889–1905) zweite Violine in diesem renommierten Orchester.

Später dirigierte er dort auch Aufführungen.

Das Orchester brachte mehrere seiner frühen symphonischen Werke zur Uraufführung.

Emil Telmányi

Ein ungarischer Geiger und Nielsens Schwiegersohn (er heiratete Nielsens Tochter Anne Marie Carl-Nielsen).

Telmányi setzte sich nach Nielsens Tod international für dessen Violinkonzert und Sinfonien ein.

Kopenhagener Bläserquintett

Sie inspirierten Nielsen zu seinem Bläserquintett (1922), einem lebhaften und individualistischen Werk, in dem jedes Instrument eine starke Persönlichkeit hat.

Er war so fasziniert von ihnen, dass er für jeden Spieler ein Konzert schreiben wollte (er vollendete jedoch nur die Konzerte für Flöte und Klarinette).

Nicht-Musiker

Anne Marie Carl-Nielsen (seine Frau)

Eine angesehene Bildhauerin und wichtige Persönlichkeit des dänischen Kulturlebens.

Ihre Ehe war voller Liebe und Konflikte; beide waren sehr unabhängig.

Ihre starke Persönlichkeit beeinflusste Nielsens Gedanken über Individualität und Stärke in seiner Musik.

Georg Brandes

Ein berühmter dänischer Philosoph und Kritiker.

Brandes’ Ideen über Modernismus und persönliche Freiheit prägten das kulturelle Umfeld, in dem Nielsen aufwuchs, auch wenn sie keine enge persönliche Beziehung hatten.

Förderer und Unterstützer

Nielsen war oft auf die Unterstützung dänischer Kulturinstitutionen angewiesen, wie der Carlsberg-Stiftung (ja, die mit der Brauerei!) und der dänischen Königsfamilie.

Er war eng mit der Königlich Dänischen Musikakademie verbunden, wurde schließlich Lehrer und später deren Direktor.

Kurz gesagt

Nielsen war kein Einzelgänger, aber er bildete keine „Schule“ oder einen engen Kreis wie einige andere Komponisten.
Er wuchs aus dänischen Wurzeln heraus, nahm den Einfluss von Brahms und klassischen Strukturen auf, respektierte moderne Trends (ohne vollständig „modernistisch“ zu sein) und war tief mit dänischen Musikern, Orchestern und Denkern verbunden.

Ähnliche Komponisten

1. Jean Sibelius (1865–1957)

Wahrscheinlich der geistig Verwandte.

Wie Nielsen war Sibelius ein nordischer Symphoniker, der die rauen Kräfte der Natur und des Lebens einfing.

Auch Sibelius baute seine Musik auf organischem Wachstum und Konflikt auf, obwohl sein Stil mystischer und mythologischer wirkt, während Nielsen eher erdig und menschlich ist.

2. Leoš Janáček (1854–1928)

Ein tschechischer Komponist, der sich wie Nielsen von der schweren Romantik löste.

Janáčeks Musik verwendet kurze, sprachähnliche Phrasen, und er liebte volkstümliche Einflüsse, ähnlich wie Nielsen mit dem dänischen Volksleben verbunden war.

Beide haben eine rohe Energie und direkte emotionale Kraft.

3. Ralph Vaughan Williams (1872–1958)

Ein englischer Komponist, der stark von den volkstümlichen Traditionen seiner Heimat inspiriert war.

Vaughan Williams kombiniert, ähnlich wie Nielsen, oft einfache Melodien mit komplexen Strukturen im Hintergrund.

Beide schaffen Musik, die gleichzeitig alt und modern wirkt.

4. Carl Maria von Webern (1883–1945) (nur frühe Werke)

Vor allem in Bezug auf Klarheit und kurze, prägnante Gesten (auch wenn Webern später im Gegensatz zu Nielsen zur Atonalität überging).

Der frühe Webern teilt Nielsens Sinn für konzentrierte, komprimierte Energie.

5. Paul Hindemith (1895–1963)

Ein deutscher Komponist, der Handwerkskunst, Kontrapunkt und einen harten, direkten Stil verband.

Hindemiths Musik wirkt wie die von Nielsen oft konstruktiv – voller Energie, Bewegung und Widerstandskraft, statt schwerer emotionaler Last.

Ehrenvolle Erwähnungen

Antonín Dvořák – für ihre Liebe zu volkstümlichen Einflüssen und ihren ehrlichen, offenen musikalischen Geist (Dvořák ist jedoch lyrischer und weniger konfliktreich).

Béla Bartók – für seine Energie, seine volkstümlichen Wurzeln und seinen erfinderischen Modernismus, obwohl Bartók härter und rhythmisch aggressiver ist.

Zusammenfassende Einschätzung:

Wenn Sie Nielsens Klarheit, Energie, Tonartwechsel und nordische Frische lieben, werden Ihnen wahrscheinlich auch Sibelius, Janáček und Vaughan Williams am besten gefallen.

Wenn Sie sich eher zu seiner kompromisslosen Struktur und Spannung hingezogen fühlen, könnten Hindemith und der frühe Webern ebenfalls interessant für Sie sein.

Bemerkenswerte Werke für Klavier solo

1. Fünf Klavierstücke, op. 3 (1890)

Sein frühestes veröffentlichtes Klavierwerk.

Jedes Stück ist kurz und lyrisch, ein wenig von der romantischen Salonmusik beeinflusst, aber man hört bereits Nielsens Frische und einfache Direktheit.

Einige Stücke haben einen leicht volkstümlichen Charakter.

2. Suite für Klavier, Op. 45 (1919–20)

Ein viel reiferes und ernsthafteres Werk.

In drei Sätzen:

Allegro

Andante

Allegro molto

Die Suite zeigt Nielsens späteren Stil: energiegeladene Rhythmen, scharfe Kontraste und eine klare Struktur.

Die Klavierstimme ist robust und charaktervoll, mal rau, mal lyrisch.

3. Chaconne, Op. 32 (1916–17)

Eines seiner größten Klavierstücke.

Eine Reihe von Variationen über eine sich wiederholende Basslinie, inspiriert von der alten Barockform (man denke an Bach).

Sie ist kraftvoll, massiv und dramatisch und verbindet strenge Struktur mit wilder emotionaler Freiheit.

Erfordert vom Pianisten einen großen Klang und starke Hände.

4. Thema und Variationen, Op. 40 (1916–17)

Ein weiteres bedeutendes Klavierwerk aus derselben Zeit wie die Chaconne.

Beginnt mit einem einfachen, fast naiven Thema, aber durch die Variationen wird die Musik komplexer, verspielter und emotionaler.

Es fühlt sich an, als würde man einen kleinen Samen zu einem wilden Baum heranwachsen sehen – sehr Nielsen!

5. Drei Klavierstücke, FS 131 (1928)

Geschrieben in Nielsens Spätwerk.

Diese Stücke sind kurz, prägnant, modern klingend, mit mehr harmonischer Kühnheit und einem gewissen ironischen Humor.

Man hört Nielsens späteren „säuerlichen“ Stil – witzig, unruhig, manchmal bittersüß.

Gesamt

Nielsens Klaviermusik spiegelt seinen Gesamtstil wider

Direkt, energiegeladen, kühn und manchmal verspielt.

Keine süße Romantik – eher rohe Ehrlichkeit und nordische Härte, auch wenn die Stücke klein sind.

Bemerkenswerte Sinfonien und sinfonische Werke

Die sechs Sinfonien

1. Sinfonie Nr. 1 in g-Moll, op. 7 (1890–92)

Seine erste Sinfonie – frisch, lebhaft und energiegeladen.

Zeigt bereits Nielsens Vorliebe für Tonartwechsel und klare Rhythmen.

Sehr klassisch in der Form, aber bereits voller Persönlichkeit.

2. Sinfonie Nr. 2 „Die vier Temperamente“, op. 16 (1901–02)

Jeder Satz steht für eine der vier Temperamente (cholerisch, phlegmatisch, melancholisch, sanguinisch).

Charaktervoll und farbenfroh, mit dramatischen Kontrasten zwischen den Stimmungen.

Eine seiner zugänglichsten und lebendigsten Sinfonien.

3. Sinfonie Nr. 3 „Sinfonia Espansiva“, op. 27 (1910–11)

Voller lebensbejahender Energie.

Mit wortlosen Stimmen (Sopran und Bariton) im zweiten Satz – sehr ungewöhnlich!

Strahlt Optimismus, Körperlichkeit und Freude aus.

4. Sinfonie Nr. 4 „Die Unauslöschliche“, op. 29 (1914–16)

Eines der größten Meisterwerke Nielsens.

Entstanden während des Ersten Weltkriegs – über die unzerstörbare Kraft des Lebens selbst.

Im letzten Satz gibt es einen berühmten „Kampf“ zwischen zwei Paukisten.

Wild, eindringlich und absolut fesselnd.

5. Sinfonie Nr. 5, Op. 50 (1920–22)

Eine düstere, kraftvolle, experimentelle Sinfonie.

Keine traditionelle vierätzige Struktur – nur zwei riesige, sich entwickelnde Teile.

Mit einer Snare Drum, die versucht, das Orchester zu stören – ein Symbol für Chaos gegen Ordnung.

Eines seiner modernsten und intensivsten Werke.

6. Sinfonie Nr. 6 „Sinfonia Semplice“, FS 116 (1924–25)

„Einfache Sinfonie“ – aber der Titel ist ironisch gemeint.

Sie ist skurril, voller Sarkasmus, Humor und seltsamen Wendungen.

Ein spätes, rätselhaftes Stück mit Momenten tiefer Zärtlichkeit und spöttischer Parodie.

Weitere bemerkenswerte symphonische Werke

– Helios-Ouvertüre, Op. 17 (1903)

Eines seiner berühmtesten orchestralen Miniaturen.

Inspiriert vom Sonnenaufgang über der Ägäis in Griechenland.

Beginnt leise mit einem tiefen Glühen, steigert sich dann zu strahlender, heroischer Helligkeit – wunderschön atmosphärisch.

– Saga-Drøm (Saga-Traum), Op. 39 (1907–08)

Eine kurze, traumhafte sinfonische Dichtung.

Basierend auf einer nordischen Legende – halb Realität, halb Halluzination.

Hat einen lockeren, fast improvisierten Charakter.

– Aladdin-Suite, Op. 34 (1918–19)

Aus seiner Musik für eine dänische Inszenierung von Aladdin.

Voller exotischer Farben, energiegeladener Tänze und üppiger Orchestrierung.

Eines seiner unterhaltsamsten und farbenfrohesten Orchesterwerke.

Zusammenfassung

Nielsens Sinfonien handeln von Kampf, Überleben, Energie und Wachstum – sie erzählen nie einfach nur eine Geschichte, sondern fangen immer das Leben selbst ein.

Seine Orchesterwerke bewegen sich zwischen kühner Heroik, rauem Humor und tiefer Reflexion, oft innerhalb eines einzigen Stücks.

Bemerkenswerte Werke

Konzerte

(Einige seiner besten und persönlichsten Werke)

Violinkonzert, Op. 33 (1911)

Lyrisch, energiegeladen und verspielt.

Aufgebaut in zwei Sätzen (jeweils mit einem langsamen und einem schnellen Teil).

Kombiniert Virtuosität mit einer starken menschlichen Wärme.

Flötenkonzert (1926)

Hell, charmant, voller unerwarteter Wendungen und skurrilem Humor.

Nicht nur ein Vorzeigestück – es wirkt wie ein Dialog zwischen Solist und Orchester.

Klarinettenkonzert (1928)

Eines der letzten großen Werke Nielsens und sehr intensiv.

Die Klarinette ist wie eine Figur mit Stimmungsschwankungen – mal lyrisch, mal aggressiv, mal verspielt, mal wütend.

Berühmt für den Einsatz einer Snare Drum, die mit dem Solisten „kämpft“.

(Nielsen hatte auch Konzerte für andere Bläser geplant, diese jedoch nie vollendet.)

Kammermusik

(Unverzichtbar für das Verständnis seines Stils in kleinerem Rahmen)

Streichquartett Nr. 1 in g-Moll, Op. 13 (1889)

Streichquartett Nr. 2 in f-Moll, Op. 5 (1890)

Streichquartett Nr. 3 in Es-Dur, Op. 14 (1897–98)

Streichquartett Nr. 4 in F-Dur, Op. 44 (1906)

Seine vier Streichquartette zeichnen seine Entwicklung vom Spätromantiker zum kühnen, modernen Komponisten nach.

Vor allem das 3. und 4. Quartett zeigen eine klare harmonische Kühnheit und rhythmische Kraft.

Bläserquintett, Op. 43 (1922)

Eines seiner beliebtesten Kammermusikwerke.

Jedes Instrument hat seine eigene Persönlichkeit, voller Witz, Eleganz und nordischer Wärme.

Sehr einflussreich im Repertoire für Bläserensembles.

Orchesterwerke (keine Sinfonien)

Helios-Ouvertüre, Op. 17 (1903)

Eine lebhafte Tondichtung über die Sonne, die über der Ägäis aufgeht.

Saga-Drøm (Saga-Traum), Op. 39 (1907–08)

Eine kurze symphonische Dichtung, geheimnisvoll und rapsodisch.

Aladdin-Suite, Op. 34 (1918–19)

Exotisch und farbenfroh; Tänze und Märsche aus der Musik zum Theaterstück Aladdin.

Fynsk Foraar (Frühlingserwachen auf Fünen), Op. 42 (1921–22)

Eine charmante Kantate für Solisten, Chor und Orchester, die das ländliche Dänemark und den Frühling feiert.

Chorwerke und Lieder
(Ein wichtiger Teil des dänischen Musiklebens)

Hymnus Amoris (1896–97)

Großes Chorwerk, inspiriert von Nielsens Flitterwochen und dem Thema Liebe in allen Lebensphasen.

Verbindet alte Stile mit modernem Ausdruck.

Frühlingszeit auf Fünen (Fynsk Foraar) – bereits erwähnt, aber wegen seiner volkstümlichen Schönheit noch einmal erwähnenswert.

Hunderte von Liedern

Nielsen schrieb eine Vielzahl einfacher, herzlicher Lieder für den Gemeindegesang.

In Dänemark werden sie auch heute noch häufig gesungen – in Schulen, bei Versammlungen und Festen.

Zusammenfassung

Außerhalb der Sinfonien und Klavierwerke kommt Nielsens Persönlichkeit besonders zum Ausdruck in:

Konzerten (voller Charakter und Konflikte),

Kammermusikwerken (insbesondere dem Bläserquintett und späteren Quartetten),

Orchester-Miniaturen (wie Helios),

Chormusik (verwurzelt im dänischen Geist und Leben).

Aktivitäten außerhalb des Komponierens

Carl Nielsen war nicht nur ein Komponist, der sich in einem Zimmer einschloss, um Musik zu schreiben. Er war Violinist, Dirigent, Lehrer, Verwaltungsbeamter, Essayist und eine Persönlichkeit des öffentlichen Lebens. Seine Karriere war eng mit dem musikalischen und kulturellen Leben Dänemarks verflochten.

Ausübender

Nielsen begann seine Karriere als professioneller Violinist.

Von 1889 bis 1905 spielte er zweite Violine im Königlich Dänischen Orchester (Det Kongelige Kapel), dem führenden Ensemble Dänemarks.

Er trat nicht nur in Kopenhagen auf, sondern auch auf Tourneen und übernahm manchmal Aufgaben, die über die zweite Violine hinausgingen – er leitete sogar kleine Ensembles.

Dirigent

Nielsen wandte sich allmählich dem Dirigieren zu.

Um 1908 wurde er stellvertretender Dirigent am Königlich Dänischen Theater in Kopenhagen.

In den 1910er und 1920er Jahren dirigierte er sowohl eigene Werke als auch Standardrepertoire.

Er war technisch nicht immer perfekt (seine Taktstocktechnik war etwas unausgereift), aber Musiker lobten seine magnetische musikalische Autorität.

Später dirigierte er große Aufführungen seiner Sinfonien und Konzerte in Dänemark und international.

Lehrer und Verwaltungsbeamter

Nielsen wurde als Lehrer an der Königlich Dänischen Musikakademie sehr einflussreich.

Er unterrichtete Theorie, Komposition und allgemeine Musikalität.

1931 wurde er zum Direktor der Akademie ernannt, verstarb jedoch leider noch im selben Jahr, bevor er sein Amt vollständig antreten konnte.

Er war begeistert von der musikalischen Ausbildung und glaubte, dass das Musikverständnis breit, lebendig und mit dem Leben verbunden sein sollte – nicht trocken oder theoretisch.

Schriftsteller und Essayist

Nielsen verfasste Essays, Artikel und Vorträge über Musik, Kunst und das Leben.

Seine Schriften sind oft lebhaft, persönlich und witzig und zeigen eine philosophische Seite seiner Persönlichkeit.

Er schrieb sogar eine Autobiografie mit dem Titel Min Fynske Barndom (Meine Kindheit auf Fünen, 1927), in der er schöne Geschichten über sein armes, aber von Musik und Natur geprägtes Aufwachsen erzählt.

In seinen Schriften betonte er oft die Ideen von Freiheit, natürlichem Wachstum, Konflikt und Individualität – dieselben Kräfte, die auch seine Musik prägten.

Kulturpersönlichkeit und Redner

In seinen späteren Jahren wurde Nielsen zu einer Art Nationalfigur in Dänemark.

Er wurde zu öffentlichen Veranstaltungen, Festivals und nationalen Feierlichkeiten eingeladen, um Reden zu halten.

Er trug zur Prägung der dänischen kulturellen Identität bei, insbesondere nach dem Ersten Weltkrieg, indem er Widerstandsfähigkeit, Stärke und Einfachheit betonte.

Seine Lieder wurden Teil der dänischen Gesangstradition – so erstreckte sich sein Einfluss nicht nur auf den Konzertsaal, sondern auch auf das Alltagsleben.

Zusammenfassung

Carl Nielsen lebte die Musik als Musiker, Dirigent, Denker und Schöpfer einer nationalen Stimme.
Er war kein isolierter Genie, sondern ein aktiver Gestalter des dänischen Kulturlebens.

Episoden & Wissenswertes

🎻 Der junge Soldat mit der Geige

Als Teenager trat Nielsen in die Armee ein – nicht weil er das Militär liebte, sondern weil es ihm einen festen Arbeitsplatz bot.

Er wurde Hornist und Geiger im 16. Bataillon in Odense.

Selbst in Uniform übte Nielsen heimlich klassische Geigenmusik, wenn er sich eigentlich auf militärische Übungen konzentrieren sollte.

Später sagte er, die Armee habe ihm Disziplin vermittelt, aber die Musik habe ihm das Leben gegeben.

🎼 Der Komponist, der „Programmmusik“ nicht mochte – sie aber trotzdem schrieb

Nielsen behauptete, er möge keine Musik, die „eine Geschichte erzählt“ (wie viele romantische Tondichtungen).

Dennoch sind einige seiner größten Werke (Die vier Temperamente, Die unauslöschliche) sehr programmatisch – sie erzählen ihre Geschichten nur auf abstrakte Weise.

Dies zeigt Nielsens widersprüchliche Natur: Er liebte Drama und Charaktere, wollte aber nicht zu offensichtlich sein.

🥁 Der berühmte Snare-Drum-Wettstreit

In seiner Fünften Symphonie wies Nielsen den Snare-Drummer an, zu improvisieren, „als wolle er das Orchester zum Stillstand bringen“.

Die ersten Interpreten hielten dies für einen Fehler – sie waren verwirrt von der Vorstellung, dass ein Schlagzeuger „wild“ spielen sollte.

Heute gilt dies als eines der ersten Beispiele in der klassischen Musik, bei dem bewusst musikalisches „Chaos“ in einer traditionellen Symphonie eingesetzt wurde.

🎤 Der wortlose Chor

Im langsamen Satz seiner Dritten Symphonie (Sinfonia Espansiva) fügte Nielsen eine Sopranistin und einen Bariton hinzu, die ohne Worte singen.

Dies war nicht nur Show – Nielsen wollte reine menschliche Gefühle ohne störenden Text zum Ausdruck bringen.

Für die damalige Zeit (1911) war das radikal und wirkt auch heute noch traumhaft und eindringlich.

🖋️ Ein Komponist, der nicht nur über Musik, sondern auch über das Leben schrieb

Nielsens Autobiografie „Meine Kindheit auf Fünen“ ist voller lebhafter, berührender und lustiger Geschichten über das Leben auf dem dänischen Land.

Es geht nicht darum, ein Genie zu werden, sondern um Familie, Tiere, die Probleme einer Kleinstadt und das Aufwachsen voller Staunen.

Das Buch ist so beliebt, dass es in dänischen Schulen oft als Teil der nationalen Literatur gelesen wird.

🎵 Dänemarks Songwriter

Obwohl Nielsen international für seine Sinfonien bekannt ist, ist er in seiner Heimat vor allem für seine Lieder bekannt.

Stücke wie „Jens Vejmand“ und „Sangen om Danmark“ werden noch heute von einfachen Menschen gesungen.

Er ist nicht nur ein Komponist der „hohen Kunst“ – er gehört dem Volk auf eine Weise, wie es nur wenige Komponisten tun.

🤔 Immer ein Kämpfer, immer ein Baumeister

Nielsen stand oft im Konflikt mit den konservativen Musikbehörden in Kopenhagen.

Seine Musik wurde nicht immer leicht akzeptiert – sie war zu modern, zu rau, zu ehrlich.

Aber er glaubte, dass der Kampf selbst Teil des Lebens und der Kunst sei – eine Überzeugung, die alle seine besten Werke durchzieht.

✨ Zusammenfassung

Carl Nielsen war kein „polierter“ Genie – er war echt, energisch, widersprüchlich, voller Humor und tiefer Stärke.
Er lebte intensiv und leidenschaftlich und schuf aus einfachen, hartnäckigen Anfängen eine einzigartige musikalische Welt.

(Dieser Artikel wurde von ChatGPT generiert. Und er ist nur ein Referenzdokument, um Musik zu entdecken, die Sie noch nicht kennen.)

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Mémoires sur Carl Nielsen et ses ouvrages

Vue d’ensemble

Carl Nielsen (1865-1931) est le plus grand compositeur danois et l’une des voix les plus originales de la musique du début du XXe siècle. Il est surtout connu pour ses symphonies, ses concertos, sa musique de chambre et ses chansons, tous caractérisés par un sens aigu de l’individualité, de l’énergie et une exploration profonde de la lutte et de la vitalité humaines.

Sa première vie : Né dans une famille pauvre de l’île de Funen (Danemark), Nielsen grandit entouré de musique folklorique. Il joue du violon et du cornet dans sa jeunesse et étudie ensuite à l’Académie royale danoise de musique de Copenhague.

Son style : Sa musique allie la clarté classique à la tension moderne. Nielsen avait un don pour le développement organique (des thèmes qui se développent et évoluent naturellement) et était connu pour ses harmonies audacieuses, ses contrastes dynamiques et sa lutte entre les centres tonaux – qui ressemblent parfois à des batailles entre les tonalités.

Principales œuvres :

Six symphonies : La quatrième (« L’inextinguible »), qui traite de la force irrésistible de la vie, et la cinquième, avec sa bataille de caisses claires endiablée, sont particulièrement célèbres.

Concertos : il a écrit de célèbres concertos pour violon, flûte et clarinette, chacun mettant en valeur la personnalité du soliste et toute sa palette technique.

Opéras : Maskarade est souvent considéré comme l’opéra national du Danemark.

Musique de chambre et chansons : Ses quatuors à cordes et ses chansons d’art danoises sont également très appréciés.

Philosophie : Nielsen pensait que la musique devait refléter les conflits et la vitalité de la vie elle-même, et non servir uniquement de décoration. Ses œuvres passent souvent de l’obscurité à la lumière, de la lutte à la résolution.

Vie ultérieure et héritage : Bien qu’il ait eu du mal à acquérir une renommée internationale au cours de sa vie, Nielsen est aujourd’hui considéré comme un compositeur européen majeur. Au Danemark, il est un héros national, à l’instar de Beethoven ou de Sibelius pour leur pays.

Histoire

Carl Nielsen est né en 1865 dans un petit village de l’île danoise de Funen. Sa famille était pauvre ; son père était peintre en bâtiment et musicien de village, et la musique faisait simplement partie de la vie quotidienne. Nielsen a grandi en entendant des airs folkloriques et a appris à jouer du violon et du cornet à bouquin dès son plus jeune âge. Il n’était pas encore entouré par les grandes traditions musicales européennes – c’est une musique simple et terreuse qu’il a d’abord connue.

À l’adolescence, Nielsen s’engage comme musicien militaire. Il joue du cor et du violon pour un régiment de l’armée, ce qui lui permet de découvrir une musique classique plus sérieuse. Les gens commencent à remarquer son talent musical et, en 1884, il réussit à entrer à l’Académie royale danoise de musique à Copenhague. Il y étudie le violon, la théorie et la composition, grâce à des bourses et à des petits boulots.

À l’Académie, Nielsen est initié à la musique de compositeurs tels que Brahms et Wagner, mais il ne devient pas un adepte d’un style unique. Très tôt, il a voulu que sa musique soit honnête et vivante, plutôt que de copier les grands gestes du romantisme. Son premier grand succès est venu avec sa Première Symphonie (1892), qui témoignait déjà d’une énergie claire et vigoureuse, à l’opposé des symphonies lourdes et ténébreuses en vogue à l’époque.

La vie de Nielsen a été pleine de mouvements entre la lutte et le succès. Il a épousé la sculptrice Anne Marie Brodersen, une artiste à l’esprit bien trempé, et leur mariage a souvent été houleux – en partie parce qu’ils tenaient tous deux à leur indépendance, et en partie parce que les exigences de la carrière de Nielsen le tenaient éloigné de son foyer. Néanmoins, sa vie personnelle et professionnelle était profondément liée aux questions de croissance, de conflit et de vitalité, thèmes qui allaient devenir le cœur battant de sa musique.

Au début du XXe siècle, Nielsen a composé davantage de symphonies, d’opéras et de concertos, se taillant peu à peu une place de premier plan parmi les compositeurs danois. Sa troisième symphonie (« Sinfonia Espansiva ») et sa quatrième symphonie (« The Inextinguishable ») sont des œuvres phares qui capturent l’esprit de lutte et de triomphe. En particulier pendant la Première Guerre mondiale et les années d’instabilité qui ont suivi, la musique de Nielsen s’est distinguée parce qu’elle n’a pas reculé devant le chaos, mais l’a embrassé, s’est débattue avec lui et a trouvé un sens à travers lui.

Dans les années 1920, Nielsen était une figure nationale au Danemark, mais il était encore relativement peu connu à l’étranger. À la fin de sa vie, il a également écrit un livre sur la musique intitulé Living Music (Levande Musik), dans lequel il explique sa conviction que la musique doit refléter la tension et le renouvellement constants que l’on trouve dans la vie elle-même. Même s’il devenait de plus en plus fragile en raison d’une maladie cardiaque, il a continué à travailler et à composer, notamment sa sixième symphonie, parfois appelée « la symphonie simple », bien qu’elle soit tout sauf simple sous la surface.

Nielsen est mort en 1931. Il n’a pas vécu assez longtemps pour voir sa réputation grandir en dehors du Danemark. Mais aujourd’hui, il est reconnu comme l’un des symphonistes les plus audacieux et les plus originaux du début du XXe siècle, un compositeur qui, sans rejeter la tradition, a fait avancer la musique en faisant confiance aux forces naturelles du changement et de la résilience.

Chronologie

1865

Carl Nielsen naît le 9 juin à Nørre Lyndelse, sur l’île de Funen, au Danemark.

Il grandit dans une famille pauvre mais active sur le plan musical ; son père joue du violon et du cornet dans les bals locaux.

1879-1883

Adolescent, Nielsen devient musicien militaire à Odense, jouant du cor et du violon dans l’orchestre de l’armée.

1884-1886

Entre à l’Académie royale danoise de musique de Copenhague.

Il étudie le violon avec Valdemar Tofte et la théorie et la composition avec Orla Rosenhoff.

1888

Nielsen devient second violon de l’Orchestre royal du Danemark (Copenhague).

1890-1891

Voyage en Allemagne et en France grâce à une bourse d’études, ce qui lui permet d’élargir ses horizons musicaux.

C’est à cette époque qu’il commence à composer sa première symphonie.

1891

Épouse la sculptrice Anne Marie Brodersen.

Leur mariage sera passionné mais souvent tendu.

1892

Première de sa Symphonie no 1 – un succès majeur et le début de sa réputation en tant que compositeur.

1894

Il compose la suite orchestrale Saul et David, qui sera plus tard transformée en opéra.

1896-1902

Nielsen compose d’importantes œuvres de jeunesse, dont la Symphonie n° 2 (« Les quatre tempéraments ») et la Symphonie n° 3 (« Sinfonia Espansiva »).

1905-1906

Première de son opéra Maskarade, qui devient l’« opéra national » bien-aimé du Danemark.

1908-1911

Il compose la Symphonie n° 4 (« The Inextinguishable ») pendant le chaos de la Première Guerre mondiale – une œuvre gigantesque et vivifiante sur la survie et la vitalité.

1916

Nielsen devient chef d’orchestre du Théâtre royal de Copenhague.

1918-1922

Il écrit la Symphonie n° 5, l’une de ses œuvres les plus modernes et les plus puissantes, connue pour sa « bataille » de caisses claires et sa tension entre l’ordre et le chaos.

1925-1926

Il compose sa dernière grande œuvre orchestrale, la Symphonie n° 6 (« Sinfonia Semplice »), qui, ironiquement, a un caractère complexe et ironique.

1925

Publie son livre philosophique Living Music (Levende Musik), dans lequel il explique ses idéaux musicaux.

Fin des années 1920

La santé de Nielsen se détériore en raison de problèmes cardiaques, mais il continue à composer.

1931

Carl Nielsen meurt le 3 octobre à Copenhague, à l’âge de 66 ans.

Au moment de sa mort, il est célébré au Danemark mais commence à peine à être découvert à l’étranger.

Caractéristiques de la musique

1. Lutte entre les tonalités (la tonalité comme drame)

Nielsen aimait utiliser les conflits de tonalité comme les personnages d’une histoire.

Au lieu de rester confortablement dans une seule tonalité, sa musique oppose souvent les tonalités les unes aux autres, ce qui donne à l’harmonie une impression d’instabilité ou de combativité.

Cela donne à sa musique un sentiment de lutte, de tension et de résolution, un peu comme la nature ou la vie elle-même luttant pour l’équilibre.

2. Croissance organique

Ses mélodies et ses thèmes semblent croître naturellement – de petits motifs se développent, évoluent et se transforment en quelque chose de plus grand.

C’est comme regarder une plante germer et se tordre vers le soleil : toujours en mouvement, jamais statique.

3. Des rythmes clairs et audacieux

Nielsen utilise souvent des rythmes vifs et énergiques, qui donnent à sa musique un élan et une pulsation.

Parfois, ses rythmes sont presque agressifs, d’autres fois enjoués ou rustiques, mais ils sont toujours soutenus par une force musculaire.

4. Fraîcheur et humour

Malgré toutes les difficultés, la musique de Nielsen est souvent enjouée et empreinte d’un humour soudain.

Il n’aimait pas que la musique soit toujours trop sérieuse ; il aimait surprendre l’auditeur par des tournures bizarres, des danses ironiques ou des sons excentriques.

5. Simplicité et complexité réunies

À première vue, certaines parties de sa musique semblent simples et directes – comme des chansons folkloriques ou des mélodies claires.

Mais en dessous, il y a souvent des structures profondes et complexes et des tensions harmoniques inhabituelles qui agissent de manière invisible.

6. Nature et énergie vitale

Nielsen croyait qu’il fallait capter l’énergie de la vie elle-même – le mouvement constant, la lutte, la croissance et le renouvellement.

Sa quatrième symphonie (« The Inextinguishable ») en est l’exemple le plus clair : il ne s’agit pas d’une histoire mais de la force vitale – le besoin irrépressible de survivre et de créer.

7. Voix individuelles

Dans ses concertos (comme les concertos pour clarinette ou pour flûte), il traite l’instrument soliste comme une personne avec des états d’âme, qui parfois se bat ou plaisante avec l’orchestre.

Sa musique est souvent personnelle, chaque instrument ayant son propre caractère.

8. Caractère nordique

Même lorsqu’il ne cite pas directement la musique folklorique, la sonorité de Nielsen semble enracinée dans le paysage nordique – claire, lumineuse, parfois âpre et d’une beauté rude.

Relations

Les compositeurs

Niels Gade

Gade est le compositeur danois le plus important avant Nielsen.

Bien que Gade soit mort avant que Nielsen n’accède à la célébrité, ce dernier a été considéré comme une sorte de successeur, faisant évoluer la musique danoise du romantisme lyrique de Gade vers quelque chose de plus moderne et de plus rude.

Johannes Brahms

Nielsen admire la structure et le sérieux de Brahms, mais ne l’imite pas.

Très tôt, Nielsen a été exposé aux symphonies de Brahms alors qu’il était à l’Académie, et la méthode de développement organique de Brahms a influencé la façon dont Nielsen a fait grandir ses idées musicales.

Richard Wagner

Nielsen respecte l’influence de Wagner, mais se tient délibérément à l’écart de l’émotivité pesante de ce dernier.

Il voulait que la musique soit plus vivante et plus claire, qu’elle ne soit pas noyée dans des harmonies émotionnelles sans fin comme celles de Wagner.

Jean Sibelius

Ils étaient contemporains (nés à quelques années d’intervalle) et sont tous deux considérés aujourd’hui comme de grands symphonistes nordiques.

Ils ne se sont jamais rencontrés, mais se connaissaient.

Nielsen admirait Sibelius, mais leurs personnalités musicales étaient très différentes : Sibelius était sombre et mythique, Nielsen était dynamique et terreux.

Interprètes et orchestres

Orchestre royal du Danemark (Det Kongelige Kapel)

Nielsen a joué comme second violon dans ce prestigieux orchestre pendant de nombreuses années (1889-1905).

Plus tard, il y a également dirigé des concerts.

L’orchestre a créé plusieurs de ses premières œuvres symphoniques.

Emil Telmányi

Violoniste hongrois et gendre de Nielsen (il a épousé la fille de Nielsen, Anne Marie Carl-Nielsen).

Après la mort de Nielsen, Telmányi a défendu le Concerto pour violon et les symphonies de Nielsen sur la scène internationale.

Quintette à vent de Copenhague

Ils ont inspiré à Nielsen son Quintette à vent (1922), une œuvre vivante et individualiste où chaque instrument a une forte personnalité.

Ils l’ont tellement fasciné qu’il a envisagé d’écrire un concerto pour chacun d’entre eux (il n’a terminé que les concertos pour flûte et pour clarinette).

Non-musiciens

Anne Marie Carl-Nielsen (son épouse)

Sculptrice respectée et figure importante de la vie culturelle danoise.

Leur mariage fut plein d’amour et de conflits ; tous deux étaient farouchement indépendants.

Sa forte personnalité a influencé la façon dont Nielsen concevait l’individualité et la force dans sa musique.

Georg Brandes

Célèbre philosophe et critique danois.

Les idées de Brandes sur le modernisme et la liberté personnelle ont influencé l’environnement culturel dans lequel Nielsen a grandi, même s’ils n’ont pas eu de relations personnelles étroites.

Mécènes et soutiens

Nielsen a souvent compté sur le soutien d’institutions culturelles danoises, comme la Fondation Carlsberg (oui, liée à la brasserie !) et le mécénat royal danois.

Il était très lié à l’Académie royale danoise de musique, dont il est devenu professeur puis directeur.

Bref, Nielsen n’était pas un solitaire :

Nielsen n’était pas un solitaire, mais il n’a pas non plus formé d’« école » ou de cercle étroit comme l’ont fait certains compositeurs.
Il a grandi à partir de racines danoises, a absorbé l’influence de Brahms et des structures classiques, a respecté les tendances modernes (sans être totalement « moderniste ») et était profondément lié aux musiciens, aux orchestres et aux penseurs danois.

Compositeurs similaires

1. Jean Sibelius (1865-1957)

Probablement le plus proche dans l’esprit.

Comme Nielsen, Sibelius était un symphoniste nordique qui a su capter les forces rudes de la nature et de la vie.

Sibelius a également construit sa musique autour de la croissance organique et du conflit, bien que son style soit plus mystique et mythologique que celui de Nielsen, plus terre à terre et humain.

2. Leoš Janáček (1854-1928)

Un compositeur tchèque qui, comme Nielsen, a rompu avec le romantisme lourd.

La musique de Janáček utilise des phrases courtes, semblables à des discours, et il aimait les influences folkloriques, un peu comme le lien de Nielsen avec la vie folklorique danoise.

Tous deux ont une énergie brute et une force émotionnelle directe.

3. Ralph Vaughan Williams (1872-1958)

Un compositeur anglais profondément inspiré par les traditions folkloriques de son pays.

Comme Nielsen, Vaughan Williams associe souvent des mélodies simples à des structures complexes.

Tous deux créent une musique qui semble à la fois ancienne et moderne.

4. Carl Maria von Webern (1883-1945) (œuvres de jeunesse uniquement)

La musique de Webern est un mélange de musique ancienne et de musique moderne, surtout en termes de clarté et de gestes courts et tranchants (bien que Webern ait ensuite évolué vers l’atonalité, à la différence de Nielsen).

Les premières œuvres de Webern partagent avec Nielsen le sens de l’énergie concentrée et comprimée.

5. Paul Hindemith (1895-1963)

Un compositeur allemand qui a su allier le savoir-faire, le contrepoint et un style dur et direct.

La musique de Hindemith, comme celle de Nielsen, semble souvent constructive – pleine d’énergie, de mouvement et de résilience plutôt que de poids émotionnel lourd.

Mentions honorables

Antonín Dvořák – pour leur amour des influences folkloriques et leur esprit musical honnête et ouvert (mais Dvořák est plus lyrique et moins conflictuel).

Béla Bartók – pour son énergie, ses racines folkloriques et son modernisme inventif, bien que Bartók soit plus dur et plus agressif sur le plan rythmique.

Résumé des sentiments :

Si vous aimez la clarté, l’énergie, les luttes de tonalité et la fraîcheur nordique de Nielsen, vous apprécierez probablement aussi le plus Sibelius, Janáček et Vaughan Williams.

Si vous êtes plutôt attiré par la structure et la tension de Nielsen, Hindemith et les débuts de Webern pourraient également vous intéresser.

Ouvrages notables pour piano solo

1. Cinq pièces pour piano, opus 3 (1890)

Il s’agit de sa première œuvre pour piano publiée.

Chaque pièce est courte et lyrique, un peu influencée par la musique de salon romantique, mais on peut déjà entendre la fraîcheur et la simplicité directe de Nielsen.

Certaines pièces ont une légère touche folklorique.

2. Suite pour piano, op. 45 (1919-20)

Une œuvre beaucoup plus mûre et sérieuse.

En trois mouvements :

Allegro

Andante

Allegro molto

La Suite témoigne du style tardif de Nielsen : rythmes énergiques, contrastes marqués et structure claire.

L’écriture pianistique est robuste et pleine de caractère, tantôt rude, tantôt lyrique.

3. Chaconne, op. 32 (1916-17)

L’une de ses plus grandes pièces pour piano.

Il s’agit d’une série de variations sur une ligne de basse répétitive, inspirée de l’ancienne forme baroque (pensez à Bach).

Puissante, massive et dramatique, elle allie une structure stricte à une liberté émotionnelle débridée.

Elle exige du pianiste une grande sonorité et des mains puissantes.

4. Thème et variations, opus 40 (1916-17)

Une autre œuvre majeure pour piano, écrite à peu près à la même époque que la Chaconne.

Elle commence par un thème simple, presque naïf, mais au fil des variations, la musique devient plus complexe, plus enjouée et plus émotive.

On a l’impression de voir une petite graine devenir un arbre sauvage – très Nielsen !

5. Trois pièces pour piano, FS 131 (1928)

Écrites à la fin de la vie de Nielsen.

Ces pièces sont courtes, tranchantes, modernes, avec plus d’audace harmonique et un certain humour ironique.

On peut y entendre le style « acide » de Nielsen plus tard – plein d’esprit, agité, parfois doux-amer.

Dans l’ensemble :

La musique pour piano de Nielsen reflète son style général :

Directe, énergique, audacieuse et parfois enjouée.

Il ne s’agit pas d’un romantisme doux, mais plutôt d’une honnêteté brute et d’une dureté nordique, même lorsque les pièces sont petites.

Symphonie(s) et œuvre(s) symphonique(s) notable(s)

Les six symphonies

1. Symphonie no 1 en sol mineur, opus 7 (1890-92)

Sa première symphonie – fraîche, vivante et énergique.

Elle montre déjà l’amour de Nielsen pour les batailles de tonalités et les rythmes clairs.

De forme très classique, elle déborde déjà de personnalité.

2. Symphonie no 2 « Les quatre tempéraments », opus 16 (1901-02)

Chaque mouvement représente l’un des anciens tempéraments (colérique, flegmatique, mélancolique, sanguin).

Caractéristique et coloré, avec des contrastes dramatiques entre les états d’âme.

L’une de ses symphonies les plus accessibles et les plus vivantes.

3. Symphonie no 3 « Sinfonia Espansiva », opus 27 (1910-11)

Pleine d’énergie vitale.

Comprend des voix sans paroles (soprano et baryton) dans le deuxième mouvement – très inhabituel !

Elle rayonne d’optimisme, de physicalité et de joie.

4. Symphonie no 4 « L’inextinguible », opus 29 (1914-16)

L’un des plus grands chefs-d’œuvre de Nielsen.

Écrite pendant la Première Guerre mondiale, elle traite de la force inébranlable de la vie elle-même.

Il comporte une célèbre « bataille » entre deux joueurs de timbales dans le dernier mouvement.

Sauvage, urgente et tout à fait captivante.

5. Symphonie n° 5, opus 50 (1920-22)

Une symphonie sombre, puissante et expérimentale.

Pas de structure traditionnelle en quatre mouvements – juste deux parties immenses et évolutives.

Elle met en scène une caisse claire qui tente de perturber l’orchestre, symbole du chaos et de l’ordre.

L’une de ses œuvres les plus modernes et les plus intenses.

6. Symphonie no 6 « Sinfonia Semplice », FS 116 (1924-25)

« Symphonie simple » – mais le titre est ironique.

C’est une œuvre excentrique, pleine de sarcasmes, d’humour et de rebondissements étranges.

Une œuvre tardive et énigmatique avec des moments de profonde tendresse et de parodie moqueuse.

Autres œuvres symphoniques notables

– Ouverture d’Hélios, opus 17 (1903)

L’une de ses miniatures orchestrales les plus célèbres.

Inspirée par le lever du soleil sur la mer Égée en Grèce.

Commence tranquillement avec une lueur profonde, puis se développe jusqu’à une luminosité flamboyante et héroïque – une atmosphère magnifique.

– Saga-Drøm (Rêve de Saga), op. 39 (1907-08)

Un court poème symphonique rêveur.

Basé sur une légende nordique – mi-réalité, mi-hallucination.

L’œuvre a une allure libre, presque improvisée.

– Suite Aladin, op. 34 (1918-19)

Tirée de sa musique pour une production danoise d’Aladin.

Pleine de couleurs exotiques, de danses énergiques et d’une orchestration luxuriante.

L’un de ses ensembles orchestraux les plus amusants et les plus colorés.

Sentiment de synthèse :

Les symphonies de Nielsen traitent de la lutte, de la survie, de l’énergie et de la croissance – elles ne se contentent jamais de raconter une histoire, mais capturent toujours la vie elle-même.

Ses œuvres orchestrales oscillent entre l’héroïsme audacieux, l’humour rude et la réflexion profonde, souvent au sein d’une même pièce.

Ouvrages notables

Concertos

(quelques-unes de ses œuvres les plus belles et les plus personnelles)

Concerto pour violon, opus 33 (1911)

Lyrique, énergique et enjoué.

Construit en deux mouvements (chacun avec une partie lente et une partie rapide).

Combine la virtuosité avec un fort sentiment de chaleur humaine.

Concerto pour flûte (1926)

Lumineux, charmant, plein de rebondissements inattendus et d’humour excentrique.

Il ne s’agit pas d’une simple pièce d’apparat, mais d’un dialogue entre le soliste et l’orchestre.

Concerto pour clarinette (1928)

L’une des dernières grandes œuvres de Nielsen, très intense.

La clarinette est comme un personnage avec des sautes d’humeur – tour à tour lyrique, agressive, enjouée et en colère.

Célèbre pour l’utilisation d’une caisse claire, qui « combat » le soliste.

(Nielsen avait également prévu des concertos pour d’autres instruments à vent, mais ne les a jamais achevés).

Musique de chambre

(Essentielle pour comprendre son style à plus petite échelle)

Quatuor à cordes no 1 en sol mineur, opus 13 (1889)

Quatuor à cordes no 2 en fa mineur, opus 5 (1890)

Quatuor à cordes no 3 en mi bémol majeur, opus 14 (1897-98)

Quatuor à cordes n° 4 en fa majeur, opus 44 (1906)

Ses quatre quatuors à cordes retracent son évolution du romantisme tardif vers une voix audacieuse et moderne.

Les 3e et 4e quatuors, en particulier, font preuve d’une audace harmonique et d’un punch rythmique évidents.

Quintette à vent, op. 43 (1922)

L’une de ses pièces de chambre les plus appréciées.

Chaque instrument a sa propre personnalité, pleine d’esprit, d’élégance et de chaleur nordique.

Très influent sur le répertoire des ensembles à vent.

Œuvres orchestrales (pas de symphonies)

Ouverture Helios, op. 17 (1903)

Un poème sonore saisissant sur le soleil se levant sur la mer Égée.

Saga-Drøm (Rêve de Saga), op. 39 (1907-08)

Court poème symphonique, mystérieux et rhapsodique.

Suite Aladin, opus 34 (1918-19)

Exotique et colorée ; danses et marches tirées de la musique de la pièce de théâtre Aladin.

Printemps de Funen (Fynsk Foraar), op. 42 (1921-22)

Charmante cantate pour solistes, chœur et orchestre célébrant le Danemark rural et l’arrivée du printemps.

Œuvres chorales et chansons
(partie importante de la vie musicale danoise)

Hymnus Amoris (1896-97)

Grande œuvre chorale inspirée par la lune de miel de Nielsen et le thème de l’amour à travers les étapes de la vie.

Mélange de styles anciens et d’expression moderne.

Springtime on Funen (Fynsk Foraar) – déjà mentionnée mais qui mérite d’être rappelée pour sa beauté folklorique.

Des centaines de chansons

Nielsen a écrit une multitude de chansons simples et sincères destinées à être chantées par la communauté.

Au Danemark, elles sont encore largement chantées aujourd’hui, dans les écoles, les rassemblements et les festivals.

Sentiment de synthèse

En dehors des symphonies et de la musique pour piano, la personnalité de Nielsen transparaît vraiment :

Les concertos (pleins de caractère et de conflits),

les œuvres de chambre (en particulier le quintette à vent et les quatuors ultérieurs)

Les miniatures orchestrales (comme Helios),

la musique chorale (enracinée dans l’esprit et la vie danois).

Activités autres que la composition

Carl Nielsen n’était pas seulement un compositeur enfermé dans une pièce pour écrire de la musique. Il était violoniste, chef d’orchestre, professeur, administrateur, essayiste et personnalité publique. Sa carrière a été profondément ancrée dans la vie musicale et culturelle du Danemark.

Interprète

Nielsen a commencé comme violoniste professionnel.

De 1889 à 1905, il est second violon dans l’Orchestre royal du Danemark (Det Kongelige Kapel), le principal ensemble musical du pays.

Il se produit non seulement à Copenhague, mais aussi en tournée, et remplit parfois d’autres rôles que celui de second violon, allant même jusqu’à diriger de petits ensembles.

Chef d’orchestre

Nielsen s’est progressivement orienté vers la direction d’orchestre.

Il devient chef d’orchestre adjoint au Théâtre royal danois de Copenhague vers 1908.

Dans les années 1910 et 1920, il dirige ses propres œuvres ainsi que le répertoire standard.

Il n’était pas toujours parfait sur le plan technique (il avait une technique de baguette peu raffinée), mais les musiciens disaient de lui qu’il avait une autorité musicale magnétique.

Plus tard, il a dirigé de grandes représentations de ses symphonies et concertos, tant au Danemark qu’à l’étranger.

Enseignant et administrateur

Nielsen a acquis une grande influence en tant que professeur à l’Académie royale danoise de musique.

Il y enseigne la théorie, la composition et la musique en général.

En 1931, il est nommé directeur de l’Académie, mais il meurt malheureusement plus tard dans l’année avant d’avoir pu assumer pleinement son rôle.

Il était passionné par l’éducation musicale et pensait que la compréhension de la musique devait être large, vivante et liée à la vie – et non aride ou théorique.

Écrivain et essayiste

Nielsen a écrit des essais, des articles et des conférences sur la musique, l’art et la vie.

Ses écrits sont souvent vivants, personnels et pleins d’esprit, montrant un côté philosophique de sa personnalité.

Il a même écrit une autobiographie, intitulée Min Fynske Barndom (Mon enfance à Funen, 1927), qui raconte de belles histoires sur une enfance pauvre mais pleine de musique et de nature.

Dans ses écrits, il insiste souvent sur les idées de liberté, de croissance naturelle, de conflit et d’individualité – les mêmes forces qui ont façonné sa musique.

Figure culturelle et orateur

À la fin de sa vie, Nielsen est devenu une sorte de figure nationale au Danemark.

Il est invité à prendre la parole lors d’événements publics, de festivals et de cérémonies nationales.

Il a contribué à façonner l’identité culturelle danoise, en particulier après la Première Guerre mondiale, en mettant l’accent sur la résilience, la force et la simplicité.

Ses chansons sont devenues partie intégrante des traditions danoises de chant communautaire, de sorte que son influence s’est étendue à la vie de tous les jours, et pas seulement à la salle de concert.

Résumé Sentiment

Carl Nielsen a vécu la musique en tant qu’interprète, leader, penseur et bâtisseur d’une voix nationale.
Il n’était pas un génie isolé – il était un façonneur actif de la vie culturelle danoise.

Episodes & Trivia

🎻 Le jeune soldat au violon

Adolescent, Nielsen s’est engagé dans l’armée – non pas parce qu’il aimait l’armée, mais parce qu’elle lui offrait un emploi stable.

Il devient clairon et violoniste dans le 16e bataillon à Odense.

Même en uniforme, Nielsen pratiquait secrètement la musique classique pour violon alors qu’il était censé se concentrer sur les exercices militaires.

Plus tard, il a déclaré que l’armée lui donnait de la discipline, mais que la musique lui donnait la vie.

🎼 Le compositeur qui n’aimait pas la « musique à programme », mais qui l’a quand même écrite

Nielsen prétendait qu’il n’aimait pas la musique qui « raconte une histoire » (comme beaucoup de poèmes symphoniques romantiques).

Pourtant, certaines de ses plus grandes œuvres (Les quatre tempéraments, L’inextinguible) sont très programmatiques – elles racontent simplement leur histoire de manière abstraite.

Cela montre la nature contradictoire de Nielsen : il aimait le drame et le caractère, mais ne voulait pas être trop évident.

🥁 La célèbre bataille de caisses claires

Dans sa Cinquième Symphonie, Nielsen a demandé au batteur de caisse claire d’improviser « comme s’il était déterminé à arrêter l’orchestre ».

Les premiers interprètes ont pensé qu’il s’agissait d’une erreur – ils étaient déconcertés à l’idée qu’un batteur puisse se déchaîner.

Aujourd’hui, on reconnaît que c’est l’une des premières fois dans la musique classique qu’un « chaos » musical délibéré a été utilisé à l’intérieur d’une symphonie traditionnelle.

Le chœur sans paroles

Dans le mouvement lent de sa troisième symphonie (Sinfonia Espansiva), Nielsen a ajouté une soprano et un baryton qui chantent sans paroles.

Il ne s’agissait pas d’une simple démonstration : Nielsen voulait exprimer des sentiments humains purs sans qu’aucun texte ne vienne interférer.

C’était radical pour l’époque (1911) et cela donne encore aujourd’hui une impression de rêve et de hantise.

🖋️ Un compositeur qui écrivait sur la vie, et pas seulement sur la musique

L’autobiographie de Nielsen, Mon enfance à Funen, est pleine d’histoires vivantes, touchantes et drôles sur la vie rurale danoise.

Il ne s’agit pas de devenir un génie, mais de parler de la famille, des animaux, des luttes dans les petites villes et de grandir avec émerveillement.

Ce livre est tellement apprécié qu’il est souvent lu dans les écoles danoises en tant qu’élément de la littérature nationale.

🎵 L’auteur-compositeur danois

Bien qu’il soit internationalement connu pour ses symphonies, c’est pour ses chansons que l’on se souvient le mieux de Nielsen au Danemark.

Des morceaux comme « Jens Vejmand » et « Sangen om Danmark » sont encore chantés aujourd’hui par des gens ordinaires.

Il n’est pas seulement un compositeur de « grand art » – il appartient au peuple comme peu de compositeurs le font.

🤔 Toujours un combattant, toujours un bâtisseur

Nielsen était souvent en conflit avec les autorités musicales conservatrices de Copenhague.

Sa musique n’était pas toujours acceptée facilement – elle était trop moderne, trop rude, trop honnête.

Mais il croyait que la lutte elle-même faisait partie de la vie et de l’art – une conviction qui brûle dans toutes ses meilleures œuvres.

Résumé du sentiment

Carl Nielsen n’était pas un génie « poli » – il était réel, énergique, contradictoire, plein d’humour et de force profonde.
Il a vécu pleinement et férocement, construisant un monde musical unique à partir de débuts simples et obstinés.

(Cet article est généré par ChatGPT. Et ce n’est qu’un document de référence pour découvrir des musiques que vous ne connaissez pas encore.)

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