Apuntes sobre Louis Durey y sus obras

Resumen

Louis Durey fue un compositor francés, conocido principalmente por haber sido miembro del grupo de los Seis, aunque pronto se alejó de este círculo. Su estilo musical se caracteriza por su apego a la claridad y la sencillez, pero también por una cierta independencia artística que le llevó a alejarse de las tendencias dominantes de principios del siglo XX.

1. Formación e influencias

Nacido en 1888 en París, se interesó por la composición relativamente tarde, después de descubrir la obra de Debussy, que le marcó profundamente.
No siguió una formación académica rigurosa en un conservatorio prestigioso, a diferencia de otros miembros de los Seis.

2. El grupo de los Seis y su alejamiento

En 1920, se asoció al grupo de los Seis (con Poulenc, Milhaud, Tailleferre, Honegger y Auric), bajo la influencia de Jean Cocteau y Erik Satie.
A diferencia de sus colegas, no compartía su gusto por la ironía y la ligereza, ni por la influencia del music-hall o el jazz.
A partir de la década de 1920, se distanció del grupo y siguió su propio camino, orientado hacia una música más austera y comprometida.

3. Estilo musical y evolución

Durey adoptó una estética depurada y melódica, a menudo cercana al canto popular.
Durey dio prioridad a la música vocal y coral, en particular a las melodías y coros a capella.
A partir de la década de 1930, su compromiso político (cercano al comunismo) influye en su música, que se vuelve más militante y se orienta hacia temas sociales.

4. Obras principales

«Neuf préludes» para piano (1919) – Una de las pocas obras para piano que se citan a menudo.
«Le Bestiaire» (1919): ciclo de melodías sobre poemas de Apollinaire, compuesto al mismo tiempo que el de Poulenc sobre el mismo texto.
«Deux Pièces pour flûte, harpe et quatuor à cordes» (1947): un buen ejemplo de su escritura de música de cámara.
Obras corales: Durey escribió numerosas piezas para coros, a menudo comprometidas políticamente.

5. Un reconocimiento limitado

Su retirada del grupo de los Seis y su compromiso político contribuyeron a que fuera menos conocido que Poulenc o Milhaud.
Sin embargo, mantuvo una producción regular hasta su muerte en 1979.

Louis Durey sigue siendo una figura discreta pero interesante del modernismo francés, con una música refinada y sobria, a contracorriente del espíritu exuberante del grupo de los Seis.

Historia

El independiente del Grupo de los Seis

Louis Durey es una figura singular de la música francesa del siglo XX. Nacido en 1888 en París en el seno de una familia burguesa, no se dedicó inmediatamente a la música. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, no ingresó en el Conservatorio de París y no siguió una trayectoria académica tradicional. Su despertar musical se produce tarde, cuando descubre a Claude Debussy, cuya música le fascina y le inspira a componer. Esta revelación le impulsa a aprender composición de forma autodidacta.

En la década de 1910, Durey comienza a hacerse un nombre entre los jóvenes compositores parisinos. Su estilo, inicialmente marcado por el impresionismo de Debussy, evolucionó hacia una escritura más depurada, influenciada por Erik Satie y la vuelta a la claridad neoclásica. En este contexto, se acercó a un grupo de amigos compositores, entre los que se encontraban Francis Poulenc, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre y Georges Auric. Comparten un cierto deseo de romper con el romanticismo y el excesivo wagnerismo, y cuando en 1920 Jean Cocteau y el crítico Henri Collet los agrupan bajo el nombre de los Seis, Durey es uno de ellos.

Sin embargo, su paso por este grupo fue breve. A diferencia de Poulenc y Auric, que adoptaron de buen grado el espíritu lúdico e irónico que defendía Cocteau, Durey se sentía incómodo con este esteticismo ligero y provocador. Su escritura es más sobria, más rigurosa, y prefiere las melodías intimistas a los exuberantes pastiches musicales. En 1921, mientras los Seis colaboraban en el ballet Les Mariés de la tour Eiffel, se negó a participar en él, marcando así su alejamiento del grupo.

Entonces prosiguió una carrera independiente, centrándose en la música vocal y de cámara. A partir de la década de 1930, se comprometió políticamente, adoptando ideales comunistas que influirían en su música. Escribió numerosas piezas corales comprometidas, a menudo inspiradas en textos revolucionarios y populares. Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió a la Resistencia y continuó componiendo a pesar de las dificultades.

Después de la guerra, se mantuvo fiel a sus convicciones y escribió para conjuntos de aficionados y coros obreros, lo que limitó su notoriedad en los circuitos oficiales. A diferencia de sus antiguos compañeros de Les Six, que se convirtieron en figuras imprescindibles de la música francesa, Durey siguió siendo un compositor marginal, respetado pero poco interpretado.

Murió en 1979, dejando una obra discreta pero sincera, marcada por su feroz independencia y su compromiso humano. Hoy en día, sigue siendo una figura menos conocida del siglo XX musical francés, pero su trayectoria atestigua una elección poco común: la de la fidelidad a sus ideales, en detrimento de la fama.

Cronología

Juventud y comienzos (1888-1910)

27 de mayo de 1888: Nace en París en el seno de una familia burguesa.
No recibe formación musical académica y descubre la música por sí mismo.
Hacia 1905-1910, queda profundamente marcado por la obra de Claude Debussy, lo que le incita a componer.

Primeras composiciones y encuentro con los futuros «Seis» (1910-1920)

Empieza a escribir obras influenciadas por Debussy y Satie.
1914-1918: Durante la Primera Guerra Mundial, es movilizado, pero sigue componiendo.
1919: Compone Le Bestiaire, un ciclo de melodías sobre poemas de Guillaume Apollinaire, al mismo tiempo que Poulenc, que pone música al mismo texto.
Entabla amistad con Francis Poulenc, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre y Georges Auric, formando un círculo de jóvenes compositores que comparten una estética común.

El Grupo de los Seis y el distanciamiento (1920-1925)

1920: Se integra en el Grupo de los Seis, llamado así por el crítico Henri Collet. Jean Cocteau anima a este grupo a adoptar un estilo ligero y provocador, influenciado por el music-hall.
Durey, sin embargo, no comparte esta mentalidad y prefiere un enfoque más riguroso y depurado.
1921: Se niega a participar en el ballet colectivo Les Mariés de la Tour Eiffel, acto que marca su alejamiento definitivo del grupo.

Carrera independiente y compromiso político (1925-1940)

En los años 20 y 30, desarrolla un lenguaje personal, influenciado por la música popular y la simplicidad melódica.
Compuso principalmente obras vocales y corales, a menudo para coros de aficionados.
Años 30: Se acercó al Partido Comunista y compuso obras de carácter social y comprometido.

Segunda Guerra Mundial y Resistencia (1940-1945)

Durante la ocupación, se unió a la Resistencia y continuó componiendo a pesar de las restricciones.
Pone música a textos de la Resistencia y antifascistas.

La posguerra y el alejamiento de la música (1945-1970)

Después de la guerra, se dedica casi exclusivamente a obras corales, a menudo militantes.
A diferencia de Poulenc o Milhaud, que se convirtieron en figuras importantes de la música francesa, Durey se mantuvo al margen, prefiriendo trabajar con conjuntos de aficionados y obreros.
Su compromiso político y su estilo sobrio le valieron un reconocimiento limitado.

Últimos años y fallecimiento (1970-1979)

Siguió componiendo hasta el final de su vida, pero su obra sigue siendo poco interpretada.
3 de julio de 1979: Muere en Saint-Tropez, en relativa discreción.

Legado
Su obra, aunque menos famosa que la de sus compañeros del Grupo de los Seis, está siendo redescubierta hoy en día por su enfoque único, que combina sencillez, compromiso e independencia artística.

Características de la música

Louis Durey es un compositor cuya música se distingue por su sobriedad, independencia y apego a la claridad melódica. A diferencia de algunos de sus contemporáneos del Grupo de los Seis, que priorizaban el humor y la experimentación, él adoptó un estilo más serio y depurado, influenciado por Debussy, Satie y el canto popular. Estas son las principales características de su obra:

1. Una escritura sobria y depurada

Durey busca la economía de medios: evita la ornamentación excesiva y privilegia una escritura simple y directa.
Su música se distingue por una transparencia armónica, sin sobrecarga orquestal o pianística.
Rechaza los efectos espectaculares, prefiriendo un enfoque íntimo y refinado.

2. Un fuerte influjo del canto popular y la música vocal

Escribe numerosas melodías y obras corales, a menudo inspiradas en textos poéticos o comprometidos.
Sus líneas melódicas son a menudo naturales y cantables, evocando a veces la folclórica.
Da prioridad a la accesibilidad y la claridad en sus piezas para coros, a menudo destinadas a conjuntos de aficionados.

3. Un neoclasicismo personal

Al igual que sus contemporáneos del Grupo de los Seis, adopta una vuelta a las formas clásicas, pero con un enfoque más sobrio que Poulenc o Milhaud.
Utiliza estructuras bien definidas y una escritura contrapuntística clara.
Su estilo es menos exuberante e irónico que el de algunos miembros de los Seis, acercándose a veces a la pureza melódica de un Fauré tardío.

4. Una música comprometida y humanista

A partir de la década de 1930, su compromiso político se refleja en su música, que se vuelve más militante.
Pone música a textos de alcance social, a menudo relacionados con movimientos revolucionarios o pacifistas.
Sin embargo, su lenguaje musical sigue siendo moderado y accesible, sin radicalismo vanguardista.

5. Distancia con las grandes tendencias modernas

No se aventura ni en la atonalidad de Schönberg ni en el surrealismo de algunos de sus colegas de los Seis.
Se mantiene al margen de las grandes corrientes de la música contemporánea de posguerra, rechazando el serialismo o la experimentación electrónica.
Su obra evoluciona poco con el tiempo, manteniendo siempre una cierta coherencia estética y ética.

Conclusión

La música de Louis Durey es la de un compositor independiente, fiel a sus valores y a su gusto por la sencillez. Se distingue por una escritura clara, vocal y melódica, a menudo inspirada en la poesía y el canto popular. Menos famosa que la de los demás miembros de los Six, hoy en día se redescubre por su humanismo y sinceridad.

Relaciones

Louis Durey, aunque a menudo se mantuvo al margen de los círculos artísticos dominantes, mantuvo relaciones con varios compositores, intérpretes e intelectuales. Su trayectoria independiente lo alejó del mundo musical oficial, pero aun así se codeó con figuras destacadas del siglo XX.

1. Sus relaciones con los miembros del Grupo de los Seis

Darius Milhaud, Francis Poulenc, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre, Georges Auric
Durey se unió al Grupo de los Seis en 1920, pero pronto se distanció de sus preocupaciones estéticas.
Mantuvo relaciones cordiales con Milhaud y Tailleferre, pero compartía menos el gusto de Poulenc y Auric por el humor y la ligereza.
En 1921, su negativa a participar en el ballet colectivo Les Mariés de la Tour Eiffel marca su alejamiento definitivo del grupo.
A diferencia de Milhaud o Honegger, que colaboran con prestigiosas orquestas, prefiere proyectos más modestos y militantes.

2. Sus influencias y relaciones con otros compositores

Claude Debussy (influencia)

Durey descubre la música de Debussy en la edad adulta y queda profundamente influenciado.
Adopta una escritura refinada y transparente que a veces recuerda al lenguaje impresionista.

Erik Satie

Al igual que Satie, Durey busca la simplicidad y la claridad, y desconfía del lirismo excesivo.
Sin embargo, no comparte totalmente el humor absurdo y provocador de Satie.

Jean Cocteau (relación conflictiva)

Cocteau es un mentor del Grupo de los Seis, pero Durey desconfía de su influencia.
No suscribe la estética de la «vuelta al espíritu francés» que promueve Cocteau.
Se aleja del grupo en parte debido a esta divergencia de enfoque.

3. Compromiso político y colaboraciones militantes

Jean Wiener (compositor y pianista)

Wiener, cercano a la vanguardia y a los círculos comunistas, aprecia el compromiso de Durey.
Comparten una sensibilidad por una música más accesible y socialmente comprometida.

Paul Éluard (poeta)

Durey pone música a textos de Éluard, sobre todo después de su compromiso político en los años treinta.
Su apego a la poesía comprometida se refleja en varias obras corales.

Resistencia y movimientos obreros

Durante la Segunda Guerra Mundial, Durey participó en actividades de resistencia y compuso piezas inspiradas en la lucha antifascista.
Después de la guerra, colaboró con coros obreros y conjuntos militantes, en consonancia con sus convicciones comunistas.

4. Relaciones con intérpretes y orquestas

Pocas colaboraciones con grandes orquestas

A diferencia de Milhaud o Honegger, no busca trabajar con grandes formaciones orquestales.
Prefiere conjuntos más modestos y obras para coros aficionados.

Intérpretes y directores de coro

Cuenta con el apoyo de directores de coro que aprecian su compromiso con la música coral accesible.
Su estilo vocal sencillo y directo lo hace popular entre los conjuntos aficionados.

Conclusión

Louis Durey mantuvo relaciones con figuras destacadas de la música y la poesía, pero su independencia a menudo lo alejó de los círculos más influyentes. Su paso por el grupo Les Six fue breve, y rápidamente se orientó hacia colaboraciones más comprometidas políticamente, prefiriendo el contacto con poetas y conjuntos militantes en lugar de con las grandes instituciones musicales.

Compositores similares

Louis Durey (1888-1979) fue un compositor francés asociado al grupo de los Seis, aunque se alejó de él bastante rápido para seguir un camino más personal. Su estilo estaba influenciado por el contrapunto riguroso, la escritura vocal clara y una cierta simplicidad melódica heredada de la música popular y del espíritu de Satie.

Si te gusta Durey, aquí tienes algunos compositores que podrían interesarte:

1. Georges Auric (1899-1983)

Al igual que Durey, Auric formaba parte de los Seis y compartía una estética antirromántica, influenciada por Satie y el espíritu del cabaret parisino.
También compuso música vocal y de cámara, con una escritura clara y un uso económico de los medios.

2. Arthur Honegger (1892-1955)

Aunque más inclinado hacia el sinfonismo y una escritura contrapuntística robusta, Honegger compartía con Durey un enfoque directo y expresivo.
Su lenguaje es más dramático y estructurado, pero algunas obras de cámara o vocales pueden recordar a Durey.

3. Henri Sauguet (1901-1989)

Compositor que sufrió la influencia de Satie y del Grupo de los Seis, Sauguet desarrolló un lenguaje depurado, a menudo teñido de melancolía y de simplicidad lírica.
Su obra vocal y pianística presenta afinidades con Durey.

4. Jean Françaix (1912-1997)

Alumno de Nadia Boulanger, Françaix tiene una escritura fluida, transparente y a menudo humorística, que recuerda en algunos aspectos a la estética neoclásica de Durey.
Sus obras para cámara y piano podrían gustarte.

5. Darius Milhaud (1892-1974)

Otro miembro de Les Six, Milhaud tiene un estilo más exuberante y politonal, pero algunas de sus obras de cámara y melodías recuerdan la claridad de escritura de Durey.
Sus composiciones inspiradas en el folclore o el jazz podrían interesarte.

6. Albert Roussel (1869-1937)

Menos conocido por su pertenencia a una corriente concreta, Roussel desarrolló un estilo personal, entre el clasicismo y el modernismo, a menudo basado en estructuras sólidas y una expresividad comedida.
Su música vocal y sus obras para piano podrían acercarse a las de Durey.

Durey es un compositor bastante discreto e independiente, por lo que es difícil encontrar un equivalente perfecto, pero estos compositores comparten algunas de sus preocupaciones estéticas.

Obras famosas para piano solo

Louis Durey es un compositor relativamente desconocido, y su catálogo para piano solo no está tan difundido como el de otros miembros del Grupo de los Seis. Sin embargo, estas son algunas obras notables para piano solo:

1. Trois Préludes (1916)

Una de sus primeras obras para piano, influenciada por el impresionismo de Debussy y Satie.

2. Nueve preludios (1919)

Una serie de preludios que muestran su estilo depurado y su atracción por la simplicidad melódica.

3. Dos piezas para piano (1920)

Una obra breve pero característica de su lenguaje musical directo y refinado.

4. Seis epígrafes antiguos (transcripción para piano, 1919, basada en Debussy)

Una adaptación de las Seis inscripciones antiguas de Debussy, que demuestra su admiración por la escritura impresionista.

5. Chant de l’isolement (1941)

Una obra compuesta durante la Segunda Guerra Mundial, que refleja un clima introspectivo y meditativo.

Durey compuso principalmente para voz y música de cámara, y su obra pianística sigue siendo menos conocida que la de sus contemporáneos. Si quieres explorar su estilo, puede ser interesante escuchar sus piezas vocales y transcripciones, que ponen de relieve su estética musical.

Obras famosas

Louis Durey es un compositor relativamente discreto, cuyas obras son menos conocidas que las de otros miembros del Grupo de los Seis. Sin embargo, estas son algunas de sus composiciones más notables, aparte del repertorio para piano solo:

Música vocal y coral

«Le Bestiaire» (1919): ciclo de melodías sobre poemas de Guillaume Apollinaire.

Esta obra se compara a menudo con «Bestiaire» de Francis Poulenc, compuesta en la misma época.

«Chants du silence» (1920): melodías sobre poemas de Paul Éluard.

Una colección que ilustra su gusto por la poesía contemporánea y su escritura depurada.

«Deux Chants basques» (1927) – Melodías inspiradas en la tradición folclórica vasca.

Durey tenía interés por la música popular, lo que se refleja aquí.

«Les Soirées de Nazelles» (1939, coro y orquesta)

Obra coral influenciada por la tradición popular y la armonía francesa.

«Psaume CXXX» (1944) – Obra para coro y orquesta.

Compuesta durante la Segunda Guerra Mundial, expresa una intensidad dramática y espiritual.

Música de cámara

Sonatina para flauta y piano (1921)

Una obra delicada y fluida, en el espíritu neoclásico del Grupo de los Seis.

Trío de cuerda (1927)

Una pieza sutil que recuerda la influencia del clasicismo y la escritura contrapuntística.

Cuarteto de cuerda (1947)

Un ejemplo de su lenguaje armónico depurado y refinado.

Sonata para violonchelo y piano (1954)

Una obra expresiva e intimista, típica de su estilo tardío.

Música orquestal

«Ne variatur» (1921) – Pieza orquestal.

Una obra orquestal que juega con variaciones temáticas.

«Ouverture pour un conte de Perrault» (1945)

Una pieza inspirada en los cuentos de hadas, en un estilo a la vez ligero y narrativo.

Durey es conocido sobre todo por su música vocal y de cámara, que refleja su gusto por la claridad de escritura y la influencia de la tradición popular. ¿Tienes interés en algún tipo de obra en concreto?

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.

Apuntes sobre Germaine Tailleferre y sus obras

Resumen

Germaine Tailleferre (1892-1983) fue una compositora francesa, la única mujer del famoso grupo Les Six, junto con Poulenc, Milhaud, Honegger, Auric y Durey. Este colectivo rechazaba la influencia del romanticismo wagneriano y del impresionismo debussysta, y prefería una música más ligera, clara y accesible, a menudo teñida de humor y de influencias populares.

Tailleferre, formada en el Conservatorio de París, desarrolló un estilo refinado, impregnado de lirismo y elegancia neoclásica. Su obra abarca varios géneros: música para piano, música de cámara, sinfónica, ópera y música para películas. Entre sus piezas más destacadas se encuentran el Concierto para piano (1924), la Sonata para arpa y Le marchand d’oiseaux, una suite orquestal ligera y encantadora.

A pesar de su talento, no obtuvo el reconocimiento de algunos de sus colegas masculinos y a menudo vivió en condiciones precarias. Sin embargo, continuó componiendo hasta el final de su vida, dejando un rico catálogo, caracterizado por una delicadeza melódica y una claridad de escritura que merecen ser redescubiertas.

Historia

Germaine Tailleferre nació en 1892 con el nombre de Germaine Tailefesse, en una familia en la que no se fomentaba la música. Su padre desaprobaba su interés por el piano, pero ella persistió, apoyada por su madre, y acabó ingresando en el Conservatorio de París. Allí entabla amistad con compositores como Darius Milhaud, Arthur Honegger y Francis Poulenc, que más tarde formarán con ella Les Six, un grupo que busca liberarse del impresionismo de Debussy y del romanticismo de Wagner. En esa época cambia su nombre por el de Tailleferre, para marcar una ruptura con su padre.

En el París de los años veinte, se mueve en un mundo lleno de nuevas ideas, frecuenta a Cocteau, Stravinsky y Satie, y compone obras que combinan elegancia y modernidad. Su Concierto para piano (1924) y su Concierto para arpa (1927) revelan una escritura virtuosa y delicada a la vez, que le valió la admiración de sus pares. Se casó con un abogado estadounidense, Ralph Barton, pero el matrimonio duró poco: Barton era inestable y su relación se convirtió en una carga emocional. Regresó a Francia marcada por esta experiencia.

El segundo conflicto mundial la obliga a exiliarse en Estados Unidos, donde le cuesta encontrar un lugar. Después de la guerra, regresa a Francia y continúa componiendo, aunque su carrera sufre un cierto desvanecimiento. Enseña, escribe música para películas y atraviesa períodos financieros difíciles. Sin embargo, hasta el final de su vida, conserva un espíritu vivo y un amor intacto por la música.

Murió en 1983, discreta pero siempre activa. Aunque nunca recibió el reconocimiento de algunos de sus contemporáneos, su obra, llena de claridad, gracia e inventiva, sigue siendo redescubierta y celebrada.

Cronología

1892 – Nacimiento

• Germaine Tailleferre nace el 19 de abril en Saint-Maur-des-Fossés, en las afueras de París.
• Su padre, opuesto a su deseo de convertirse en música, desaprueba que aprenda piano, pero su madre la apoya.

1904-1915 – Estudios musicales

• Ingresa en el Conservatorio de París en 1904, donde sobresale en solfeo, armonía y contrapunto.
• Allí conoce a Darius Milhaud, Arthur Honegger y Francis Poulenc, que se convierten en sus amigos y futuros compañeros en el grupo Les Six.
• Adopta el nombre de Tailleferre en oposición a su padre.

1917-1920: Les Six y el éxito

• Conoce a Jean Cocteau y Erik Satie, que influyen en su estilo musical.
• En 1920, se une a Les Six, un grupo de compositores que comparten una estética musical en ruptura con el romanticismo y el impresionismo.
• Participa en el álbum colectivo Les Mariés de la Tour Eiffel (1921).

1920-1930 – Años prósperos

• Compone su Concierto para piano (1924), aclamado por su elegancia y claridad.
• Crea su Concierto para arpa (1927), una de sus obras más interpretadas.
• Se casa en 1926 con Ralph Barton, un caricaturista estadounidense, pero la boda es un fracaso.

1930-1945: crisis y exilio

• Regresa a Francia tras su divorcio. Continúa componiendo, pero atraviesa dificultades económicas.
• Durante la Segunda Guerra Mundial, se refugia en Estados Unidos (1942), donde compone, en particular, música para películas.

1946-1983: redescubrimiento y últimos años

• De vuelta en Francia después de la guerra, enseña y continúa componiendo.
• Crea obras variadas, incluyendo óperas (Il était un petit navire, 1951) y música de cámara.
• Permanece al margen del mundo musical oficial y vive modestamente.
• Muere el 7 de noviembre de 1983 en París, dejando una obra llena de elegancia y modernidad.

Aunque menos famosa que sus colegas masculinos, Tailleferre está siendo redescubierta hoy en día como una voz singular del neoclasicismo francés.

Características de la música

La música de Germaine Tailleferre se distingue por su elegancia, claridad y cierta frescura melódica. Se inscribe en la estética neoclásica, manteniendo al mismo tiempo una sensibilidad personal.

1. Claridad y simplicidad neoclásica

Tailleferre rechaza los excesos del romanticismo y la opacidad armónica del impresionismo, y prefiere una escritura clara y equilibrada. Su estilo se inspira en la música clásica y barroca, pero con un toque de modernidad.

2. Melodías refinadas y expresivas

Sus líneas melódicas son cantables, a menudo líricas, pero nunca grandilocuentes. A veces recuerdan al estilo de Poulenc, con una dulzura y una elegancia naturales.

3. Sutil y colorida armonía

Aunque menos atrevida que la de Debussy o Ravel, su armonía es refinada, a veces teñida de toques impresionistas, pero siempre al servicio de la claridad musical.

4. Ritmos vivos y fluidos

Tailleferre aprecia los movimientos rápidos y ligeros, con una escritura rítmica flexible y dinámica. También sabe utilizar ritmos bailables, influenciados por la música popular y el jazz.

5. Influencia de la música popular

A veces incorpora elementos de la música popular francesa, del jazz o incluso inspiraciones hispanas, especialmente en algunas piezas orquestales y en sus obras para piano.

6. Virtuosismo discreto pero exigente

Sus obras para piano y arpa a menudo requieren una gran técnica, pero sin ostentación. La exigencia técnica siempre está al servicio de la musicalidad.

7. Humor y ligereza

Como otros miembros de los Seis, a veces introduce un toque de humor o ironía en sus composiciones, evitando el patetismo y favoreciendo cierta despreocupación.

Sus obras, como el Concierto para piano (1924), la Sonata para arpa (1953) o su ópera Il était un petit navire, ilustran bien estas características. Su estilo sigue siendo elegante y fluido, sin pretender impresionar, lo que contribuye a la singularidad de su música en el panorama del siglo XX.

Relaciones

Germaine Tailleferre (1892-1983) mantuvo numerosas relaciones directas con compositores, intérpretes, directores de orquesta y personalidades de diversos ámbitos. He aquí un resumen de sus vínculos más destacados:

1. Compositores

Les Six (Poulenc, Milhaud, Honegger, Auric, Durey): Miembro del famoso grupo Les Six, era cercana a Francis Poulenc, que apreciaba su talento, y a Darius Milhaud, que la animaba en sus composiciones. Arthur Honegger, aunque más serio y apegado al contrapunto, también compartía su admiración por Ravel.

Maurice Ravel: Le tenía una gran admiración a Ravel, quien la animó, aunque no tuvo un papel tan directo como con otros compositores.
Erik Satie: Era una figura influyente del grupo de los Seis, aunque no formaba parte oficialmente. Satie apoyaba a Tailleferre y lo apreciaba por su ingenio y su música.
Igor Stravinsky: Se cruzó con Stravinsky, pero sus estilos diferían y no parecían estar particularmente cerca.
Jean Cocteau: Fue una figura importante del grupo de los Seis e influyó indirectamente en su carrera, especialmente a través de su influencia en la estética del grupo.

2. Intérpretes y directores de orquesta

Alfred Cortot: El pianista y pedagogo fue uno de sus profesores en la Schola Cantorum.
Nadia Boulanger: Aunque estudió en la Schola Cantorum, conocía bien a Nadia Boulanger, que influyó en muchos compositores de su generación.
Charles Munch: Dirigió algunas de sus obras orquestales.
Pierre Monteux: También contribuyó a dar a conocer algunas de sus obras.
Marcelle Meyer: Pianista cercana a los Seis, interpretó algunas de sus obras.

3. Personalidades no musicales

Jean Cocteau: Poeta, dramaturgo y cineasta, fue una figura destacada del grupo de los Seis e influyó en su estética artística.
Paul Claudel: colaboró con él en proyectos musicales y literarios.
Le Corbusier: se movió en los círculos vanguardistas donde se encontraban la arquitectura moderna y la música.

4. Colaboraciones con orquestas e instituciones

Orquesta Nacional de Francia: varias de sus obras se han interpretado en ella.
Radio France: ha compuesto numerosas músicas para radio y televisión.
Opéra-Comique: Algunas de sus obras se han interpretado allí.

Germaine Tailleferre navegó en un mundo artístico en plena efervescencia, tejiendo importantes vínculos con las figuras más importantes de su época.

Compositores similares

Germaine Tailleferre tenía un estilo musical caracterizado por una claridad neoclásica, una ligereza a menudo teñida de humor y una notable influencia de Ravel y del grupo de los Seis. Estos son algunos compositores similares a ella, ya sea por su estética, su época o su trayectoria:

1. Compositores cercanos al grupo de los Seis

Francis Poulenc (1899-1963): Al igual que Tailleferre, Poulenc combinaba una elegancia melódica con cierta picardía, influenciado por Satie. Compartía con ella una afinidad por las formas neoclásicas y una marcada sensibilidad francesa.

Darius Milhaud (1892-1974): Su escritura politonal y su gusto por el jazz lo distinguían, pero compartía con Tailleferre una inclinación por el ingenio y la fluidez orquestal.

Arthur Honegger (1892-1955): Más serio y dramático que Tailleferre, Honegger evolucionó en los mismos círculos y compartió algunas preocupaciones neoclásicas.

Louis Durey (1888-1979) y Georges Auric (1899-1983): Aunque menos conocidos hoy en día, al igual que Tailleferre, exploraron un lenguaje directo, influenciado por Satie y Stravinsky.

2. Compositores neoclásicos y modernistas franceses

Jean Françaix (1912-1997): Heredero del estilo de los Six, escribió una música elegante y ligera, en la línea de Tailleferre.

Henri Sauguet (1901-1989): Su enfoque melódico y su escritura depurada recuerdan a Tailleferre, con un toque más melancólico.

Jacques Ibert (1890-1962): Su gusto por la claridad y el humor en la música orquestal y de cámara lo acerca al estilo de Tailleferre.

3. Compositores influenciados por Ravel y el neoclasicismo

Lili Boulanger (1893-1918): Aunque su estilo es más lírico y a veces más sombrío que el de Tailleferre, compartía el gusto por el color orquestal y las armonías refinadas.

Maurice Delage (1879-1961): cercano a Ravel, escribió música elegante y sutil, a veces influenciada por sonidos exóticos.

Albert Roussel (1869-1937): su neoclasicismo enérgico y estructurado lo acerca a Tailleferre.

4. Compositrices con una estética similar

Marcelle de Manziarly (1899-1989): Formada por Nadia Boulanger, escribió obras delicadas y refinadas en un espíritu cercano al de Tailleferre.

Marguerite Canal (1890-1978): Compositora y directora de orquesta, su lenguaje armónico y melódico presenta similitudes con el de Tailleferre.

Elsa Barraine (1910-1999): Más comprometida políticamente, su música sigue influenciada por el mismo modernismo francés.

Obras famosas para piano solo

Germaine Tailleferre compuso varias obras para piano solo, algunas de las cuales se han convertido en emblemas de su estilo elegante, refinado y a menudo travieso. Estas son algunas de sus piezas más conocidas:

Obras famosas para piano solo

«Pastorale» (1919): una pieza corta y delicada, influenciada por el neoclasicismo y la herencia de Ravel.

«Impromptu» (1912, revisado en 1921): una obra con armonías refinadas y elegancia fluida.

«Valse lente» (1919): un vals poético que recuerda la estética de Satie y Ravel.

«Jeux de plein air» (1917-1928): una suite en varios movimientos que evoca los juegos infantiles con un tono ligero y lúdico.

«Fleurs de France» (1943): una serie de miniaturas expresivas inspiradas en la tradición folclórica francesa.

«Suite burlesca» (1917-1920): una obra llena de vivacidad y humor, típica del influjo del grupo de los Seis.

«Partita» (1957): una obra en varios movimientos que ilustra su dominio del contrapunto y las formas clásicas.

«Image» (1918): una pieza impresionista que recuerda a Ravel, con una atmósfera de ensueño.

«Deux Études» (1925-1970): breves ejercicios virtuosos que exploran sonoridades modernas.

«Larghetto» (1918): una pieza lírica e íntima, de gran delicadeza armónica.

Tríos de piano famosos

Germaine Tailleferre compuso varias obras de música de cámara, entre ellas algunos tríos para piano, violín y violonchelo. Estos son sus tríos más conocidos:

1. Trío para piano, violín y violonchelo (1917, revisado en 1978)

Es su trío más famoso y una de sus obras maestras.
Refleja la influencia de Ravel y del neoclasicismo, con una escritura elegante y fluida.
Compuesto en 1917 y revisado en 1978, alterna pasajes líricos y secciones llenas de vivacidad.

2. Trío para piano, violín y violonchelo (1978)

Se trata de un segundo trío, menos conocido pero siempre marcado por la claridad y ligereza características de Tailleferre.
Se nota la influencia de su escritura tardía, con un estilo más depurado pero siempre melódico.

El Trío de 1917 sigue siendo el más interpretado y grabado, y es una buena ilustración del estilo neoclásico francés del siglo XX.

Obras famosas

Música orquestal

Concierto para piano y orquesta (1924, revisado en 1926) – Una obra brillante y colorida, influenciada por el neoclasicismo.

Concierto grosso para dos pianos, ocho voces solistas, saxofón alto y orquesta (1952): una obra ambiciosa que combina clasicismo y modernidad.

Concierto para arpa y orquesta (1927-1928): muy refinado y ligero, se inscribe en la tradición francesa de la arpa.

Concierto para violín y orquesta (1934-1936): menos conocido, pero de gran elegancia melódica.

Obertura (1932): una pieza orquestal viva y alegre.

Música de cámara

Sonata para violín y piano (1951-1957): una obra fluida y luminosa, con influencias impresionistas y neoclásicas.

Cuarteto de cuerda (1917-1919, revisado en 1936): una obra de gran delicadeza, que recuerda la herencia de Ravel.

Sonata para arpa (1953): una pieza delicada y expresiva.

Sonata para clarinete y piano (1957): obra breve pero llena de encanto y agilidad.

Música vocal y coral

«Chansons françaises» (1929): ciclo de melodías ligeras y llenas de ingenio.

«Cantate du Narcisse» (1942) – Obra para voz y orquesta, escrita sobre un texto de Paul Valéry.

«La pequeña sirena» (1957-1959) – Ópera de cámara inspirada en el cuento de Andersen.

Música para teatro y cine

«Zoulaïna» (1923): ballet humorístico influenciado por el espíritu del grupo de los Seis.

«Paris-Magie» (1949): música de ballet viva y chispeante.

Música de cine: escribió varias partituras para el cine, en particular para «Les Deux Timides» (1947) y «Le Petit chose» (1953).

Estas obras ilustran bien la diversidad del talento de Tailleferre, que destacó en la orquesta, la música de cámara, la voz y la escena.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.

Apuntes sobre Georges Auric y sus obras

Resumen

Un espíritu libre de la música francesa

Georges Auric (1899-1983) fue un compositor francés polifacético, miembro del Grupo de los Seis, prolífico compositor de música para películas e influyente figura de la escena musical del siglo XX. Su trayectoria artística se caracteriza por un eclecticismo asumido, una capacidad de adaptación poco común y una voluntad de romper con las convenciones académicas sin dejar de ser accesible.

Juventud e influencias (1899-1920)

Nacido en Lodève, Auric es un prodigio que ingresa en el Conservatorio de París muy joven. Desde su adolescencia, frecuenta a figuras importantes de la vanguardia artística, en particular a Jean Cocteau, que se convertirá en un amigo y colaborador esencial. También está influenciado por Satie, cuyo espíritu irreverente y simplicidad melódica marcarán su estilo.

En 1920, se convierte en miembro del Grupo de los Seis, junto con Poulenc, Milhaud, Honegger, Tailleferre y Durey. Este grupo rechaza el romanticismo wagneriano y el impresionismo debussyste, y da prioridad a una música clara, directa y arraigada en la vida cotidiana.

Una música elegante y accesible (1920-1940)

Durante los años 1920 y 1930, Auric compone obras ligeras, a veces teñidas de humor y de influencias del jazz. Escribe, en particular, ballets como Les Fâcheux (1924) y Phèdre (1950), en los que expresa un estilo melódico simple pero refinado.

Pero fue sobre todo su relación con Jean Cocteau lo que lo catapultó a la fama. Firmó la música de la película La sangre de un poeta (1930), una obra experimental en la que su estilo depurado contribuye a la atmósfera onírica de la película.

La edad de oro de la música de cine (1940-1960)

Georges Auric se convierte en uno de los compositores más solicitados para el cine, firmando la música de numerosas obras maestras:

La bella y la bestia (1946) de Jean Cocteau → Una partitura mágica y fantástica, considerada como uno de sus mejores trabajos.
Orfeo (1950) de Cocteau → Una atmósfera misteriosa y cautivadora.
Moulin Rouge (1952) de John Huston → Música que contribuye al ambiente extravagante de la película.
Vacaciones en Roma (1953) de William Wyler → Auric se exporta a Hollywood con elegancia.
Sus bandas sonoras, expresivas y accesibles a la vez, influyen de forma duradera en el género y le aseguran una popularidad mundial.

Reconocimiento y fin de carrera (1960-1983)

En sus últimos años, Auric abandonó la composición para ocupar cargos institucionales, como director de la Ópera de París y presidente de la SACEM. Sin embargo, continuó escribiendo música de cámara y obras para orquesta, pero su legado sigue estando marcado sobre todo por su trabajo para el cine.

Falleció en 1983, dejando una obra que atraviesa los géneros con elegancia, siempre animada por un espíritu de libertad y claridad musical.

Conclusión: Un compositor camaleónico

Georges Auric no fue ni un revolucionario ni un teórico, sino un músico pragmático, capaz de adaptarse a numerosos estilos sin renunciar nunca a su gusto por la simplicidad melódica y la eficacia expresiva. Entre el Grupo de los Seis, la música de ballet y el cine, supo inscribir su nombre entre las figuras más importantes de la música francesa del siglo XX.

Historia

Georges Auric fue un hombre con múltiples facetas. Nacido en 1899 en Lodève, en el sur de Francia, mostró muy pronto un talento excepcional para la música. Niño prodigio, ingresó rápidamente en el Conservatorio de París, donde se sumergió en un entorno musical en plena efervescencia. Muy joven, llamó la atención de las figuras más importantes de la vanguardia, en particular Erik Satie, que le infundió su espíritu de independencia y su gusto por la sencillez, y Jean Cocteau, que se convertiría en su amigo y colaborador privilegiado.

En la posguerra, mientras el mundo musical se debatía entre el legado del romanticismo y las experimentaciones modernistas, Auric encontró su lugar en el seno del Groupe des Six, un colectivo de jóvenes compositores reunidos bajo la égida de Cocteau y Satie. Junto con Francis Poulenc, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre y Louis Durey, participó en un movimiento que rechazaba los excesos del pasado y abogaba por una música más ligera, anclada en la vida cotidiana y el humor. Sin embargo, Auric, al igual que los demás miembros del grupo, no se quedó encerrado en esta estética y siguió su propio camino.

Su estilo, inicialmente marcado por cierta ironía y sencillez melódica, evolucionó con el tiempo. Encontró una nueva libertad en la música de ballet y en las colaboraciones con Jean Cocteau, especialmente para la película Le Sang d’un poète en 1930. Pero fue realmente después de la Segunda Guerra Mundial cuando su nombre se hizo imprescindible, cuando se dedicó plenamente a la música de cine. Auric era un camaleón, capaz de adaptar su escritura a las imágenes sin perder nunca su identidad. Firmó algunas de las bandas sonoras más destacadas del cine, como La bella y la bestia (1946), Orfeo (1950) y Moulin Rouge (1952).

A diferencia de otros compositores de su época, Auric no era un teórico ni un revolucionario. Compuso sobre todo con un agudo sentido de la eficacia y la emoción, privilegiando siempre la claridad y la elegancia. Con el tiempo, se fue alejando poco a poco de la composición para ocupar importantes cargos en instituciones musicales francesas, especialmente como director de la Ópera de París. Sin embargo, incluso en estos cargos oficiales, conservó ese espíritu independiente que había marcado toda su vida.

Falleció en 1983, dejando tras de sí una obra inmensa y variada, a imagen y semejanza de su trayectoria. Si bien no buscó revolucionar la música, supo hacerla viva, fluida y profundamente arraigada en su época. Su legado es el de un músico libre, cuya música continúa acompañando sueños e imágenes mucho más allá de su tiempo.

Cronología

1899 – Nacimiento y primeros pasos en la música

Georges Auric nace el 15 de febrero de 1899 en Lodève, una pequeña ciudad del sur de Francia. Desde muy temprano muestra un talento excepcional para la música y comienza a componer a la edad de 10 años.

1913-1918 – Estudios y encuentros decisivos

Siendo aún un adolescente, ingresa en el Conservatorio de París y también asiste a clases en la Schola Cantorum, donde estudia con Vincent d’Indy. Rápidamente se relaciona con figuras de la vanguardia artística, en particular con Erik Satie, que le influye con su espíritu de independencia, y con Jean Cocteau, que se convierte en su amigo y futuro colaborador.

1920 – El Grupo de los Seis y la vanguardia parisina

Auric se une al Groupe des Six, un colectivo de jóvenes compositores reunidos en torno a Jean Cocteau y Erik Satie, que incluye a Francis Poulenc, Darius Milhaud, Arthur Honegger, Germaine Tailleferre y Louis Durey. Este grupo rechaza el romanticismo wagneriano y el impresionismo debussyste en favor de una música más simple, directa y a veces teñida de humor.

1920-1930: Primeros éxitos y colaboración con Cocteau

Auric compone varias obras orquestales y de música de cámara, al tiempo que desarrolla su gusto por la música de ballet y de escena. Escribe especialmente para los Ballets Suecos y, en 1930, firma la música del filme experimental de Jean Cocteau, Le Sang d’un poète, marcando el inicio de una larga colaboración con el cineasta.

1930-1940: Una carrera entre la música culta y la música popular

Durante esta década, Auric probó varios estilos, componiendo tanto obras orquestales como música ligera. Se convirtió en uno de los compositores más eclécticos de su época, oscilando entre la modernidad y la accesibilidad.

1940-1950: El auge de la música cinematográfica y la consagración

Tras la Segunda Guerra Mundial, Auric se dedicó cada vez más a la música cinematográfica, convirtiéndose en uno de los compositores más solicitados del género. Escribió bandas sonoras para obras maestras del cine, entre las que destacan:

La Bella y la Bestia (1946) de Jean Cocteau
Orfeo (1950) de Cocteau
Moulin Rouge (1952) de John Huston
Vacaciones en Roma (1953) de William Wyler

Su estilo lírico y accesible seduce a Hollywood y a los estudios europeos.

1960-1970: Compromiso institucional

Auric reduce gradualmente su actividad como compositor y ocupa varios puestos importantes en el mundo musical francés:

Director de la Ópera de París (1962-1968)
Presidente de la SACEM

Desempeña un papel clave en la organización de la música en Francia, al tiempo que sigue componiendo ocasionalmente.

1983 – Fin de la vida y legado

Georges Auric muere el 23 de julio de 1983 en París. Deja tras de sí una inmensa obra, que abarca desde la música sinfónica hasta la canción popular, pasando por el ballet y el cine. Su nombre permanece especialmente ligado a la música de cine, donde marcó su época por su sentido melódico y su expresividad única.

Características de la música

Georges Auric (1899-1983) fue un compositor francés asociado al grupo de los Seis, un colectivo de artistas que rechazaba la influencia de Wagner y Debussy en favor de una música más sencilla y accesible, inspirada en el neoclasicismo y la música popular. Estas son algunas de las características esenciales de su estilo musical:

1. Claridad y sencillez

Auric prefería una escritura directa y depurada, evitando los excesos armónicos y orquestales del romanticismo tardío.
Su lenguaje musical se basa a menudo en melodías cantables y armonías simples.

2. Influencia de la música popular

Integra elementos del jazz, el cabaret y la canción francesa, especialmente en sus bandas sonoras y música escénica.
Encontramos un marcado y atractivo lado rítmico, a veces cercano a la música de baile.

3. Humor y ligereza

Al igual que otros miembros del grupo de los Seis (Poulenc, Milhaud…), le gustaba una cierta picardía en su escritura, con contrastes inesperados y colores vivos.

4. Dominio de la música de cine

Es conocido sobre todo por sus numerosas bandas sonoras, en particular las de las películas de Jean Cocteau (La bella y la bestia, Orfeo), en las que desarrolla una atmósfera onírica y expresiva.
Sus bandas sonoras son a la vez discretas y evocadoras, y sirven perfectamente a la imagen.

5. Elegancia neoclásica

Mantiene una influencia clásica en su estructura formal y economía de medios, a la vez que sigue siendo moderno y accesible.
En resumen, la música de Georges Auric se caracteriza por una elegancia sobria, una gran claridad y un equilibrio entre tradición y modernidad. Se inscribe en la línea de un Stravinsky neoclásico, pero con un toque típicamente francés, cercano a Poulenc o Milhaud.

Relaciones

Georges Auric mantuvo numerosas relaciones con compositores, intérpretes, orquestas y personalidades influyentes de su época. He aquí un resumen de sus conexiones más destacadas:

1. Relaciones con otros compositores

Les Six (Milhaud, Poulenc, Honegger, Tailleferre, Durey)

Auric formaba parte del Groupe des Six, un colectivo fundado en torno a Jean Cocteau y Erik Satie, que abogaba por una música ligera, antirromántica e influenciada por la música popular. Sus relaciones con los demás miembros eran amistosas, aunque cada uno desarrolló un estilo personal tras la disolución informal del grupo.

Erik Satie

Aunque mayor, Satie fue una especie de mentor e inspirador del Grupo de los Seis. Su humor y su rechazo al sentimentalismo romántico influyeron en Auric.

Igor Stravinsky

Stravinsky, especialmente en su periodo neoclásico, influyó en Auric, sobre todo en su uso de formas claras y ritmos marcados.

2. Colaboraciones con cineastas y escritores

Jean Cocteau

Uno de sus más grandes colaboradores. Auric compuso la música de películas emblemáticas como La bella y la bestia (1946) y Orfeo (1950). Compartía con Cocteau una sensibilidad artística marcada por el onirismo y la modernidad.

Jean Anouilh

Auric compuso para el teatro de Anouilh, contribuyendo a varias de sus puestas en escena.

Max Jacob, Paul Éluard

Estuvo en contacto con estos poetas, compartiendo su gusto por la vanguardia literaria y artística.

3. Relaciones con intérpretes y orquestas

Francis Poulenc y Arthur Honegger (miembros de Les Six) han dirigido o interpretado a menudo sus obras.

Orquesta Nacional de Francia

Como compositor de música para cine y ballet, sus obras han sido interpretadas por grandes conjuntos franceses.

Jean Wiener

Pianista y compositor, interpretó a menudo las obras de Auric y compartió su gusto por el jazz y la música popular.

4. Papel institucional e influencia política

Director de la SACEM (Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música)
Auric desempeñó un papel importante en la protección de los derechos de los compositores y defendió activamente la música contemporánea.

Director de la Ópera de París (1962-1968)

Durante este período, fomentó las producciones modernas y apoyó la creación contemporánea.

5. Relaciones con personalidades ajenas al mundo musical

Pablo Picasso

Como amigo de Cocteau y de las vanguardias parisinas, Auric conoció a Picasso, que trabajó en decorados y vestuarios para ballets y óperas en los que Auric estaba asociado.

Serge Diaghilev

Tuvo vínculos con el fundador de los Ballets Rusos, aunque no compuso directamente para él como Stravinsky o Poulenc.

Georges Auric fue, por tanto, una figura central del mundo artístico del siglo XX, entre la música, el cine y las artes visuales, con relaciones influyentes que moldearon su carrera y su obra.

Compositores similares

Si te gusta la música de Georges Auric, puede que también te gusten las obras de varios compositores con estilos e influencias similares. Estos son algunos nombres que comparten con él rasgos estilísticos comunes:

1. Compositores del Grupo de los Seis

Los compositores del Grupo de los Seis, del que formaba parte Auric, desarrollaron cada uno un estilo personal, pero compartían una estética general marcada por la claridad, la influencia de la música popular y el rechazo al romanticismo excesivo.

Francis Poulenc (1899-1963)

Uno de los más famosos del grupo, Poulenc combina ligereza y profundidad. Su estilo oscila entre la ironía, el lirismo y una gran expresividad (por ejemplo, Concierto para dos pianos, Gloria, Las tetas de Tirésias).

Darius Milhaud (1892-1974)

Influenciado por el jazz y la música popular de Brasil y Estados Unidos, a menudo utiliza la politonalidad (Le Bœuf sur le toit, Scaramouche).

Arthur Honegger (1892-1955)

Más dramático y poderoso que los otros miembros de los Seis, compone obras orquestales memorables (Pacific 231, Juana de Arco en la hoguera).

Germaine Tailleferre (1892-1983)

Su estilo es elegante y luminoso, con una escritura a menudo ligera y delicada (Concierto para piano, Suite burlesca).

Louis Durey (1888-1979)

Menos conocido, fue el más comprometido políticamente y a menudo se distanció del grupo.

2. Compositores franceses neoclásicos y modernistas

Aparte de los Seis, varios compositores franceses del siglo XX comparten con Auric el gusto por el neoclasicismo y una cierta estética clara y elegante.

Jean Françaix (1912-1997)

Heredero espiritual de los Seis, compone una música llena de humor, vivacidad y ligereza (Concertino para piano, L’Horloge de Flore).

Henri Sauguet (1901-1989)

Amigo de Auric, compone ballets y música para películas en un estilo refinado y accesible (Les Forains).

Maurice Jaubert (1900-1940)

Compositor de música para películas, su estilo sobrio y expresivo lo acerca a Auric (L’Atalante, Quai des brumes).

André Jolivet (1905-1974)

Más experimental, explora nuevos sonidos sin dejar de ser accesible (Concierto para trompeta, Mana).

3. Compositores de música para cine y ballet

Georges Auric es conocido sobre todo por su música para cine y ballet. Varios compositores han tenido un enfoque similar en este campo:

Nino Rota (1911-1979)

Famoso por su música para películas (La Strada, El Padrino), comparte con Auric su gusto por la melodía y la evocación poética.

Michel Legrand (1932-2019)

Fuertemente influenciado por Auric, mezcla jazz, canción y música orquestal (Los paraguas de Cherburgo).

Bernard Herrmann (1911-1975)

Conocido sobre todo por su música para películas (Psicosis, Vértigo), tiene un sentido de la atmósfera y la narración similar al de Auric.

Arthur Bliss (1891-1975)

Compositor británico que trabajó con cineastas como H. G. Wells (Things to Come), su estilo recuerda a veces al de Auric.

4. Compositores europeos con una estética similar

Algunos compositores fuera de Francia han desarrollado un estilo cercano al de Auric, entre el neoclasicismo, el humor y la accesibilidad:

Manuel de Falla (1876-1946)

Su estilo diáfano, influenciado por la música española, recuerda el gusto de Auric por la claridad (El tricornio, Noches en los jardines de España).

Bohuslav Martinů (1890-1959)

Compositor checo influenciado por el neoclasicismo y el jazz (Sinfonietta La Jolla, Julietta).

Kurt Weill (1900-1950)

Su mezcla de música popular y clásica, especialmente en sus obras para teatro (La ópera de cuatro cuartos), se une a la estética de Auric.

Conclusión

Si te gusta Georges Auric, deberías explorar a Poulenc y Françaix por su lado malicioso, a Sauguet y Jaubert por su música de cine, y a Nino Rota por un lirismo comparable. Para un enfoque más internacional, Martinů y Weill también ofrecen una buena continuidad.

Obras famosas para piano solo

Georges Auric es conocido sobre todo por sus bandas sonoras, sus ballets y algunas obras orquestales y vocales. Estas son sus obras más famosas, clasificadas por categoría:

1. Bandas sonoras (su campo más famoso)

Auric fue uno de los compositores más influyentes del cine francés e internacional. Colaboró con grandes directores, como Jean Cocteau y René Clair.

La bella y la bestia (1946): música cautivadora para la obra maestra de Jean Cocteau.
Orfeo (1950): música onírica para esta película mítica de Cocteau.
La sangre de un poeta (1930): película experimental de Cocteau, en la que Auric crea una atmósfera misteriosa.
Moulin Rouge (1952) – Película sobre Toulouse-Lautrec, con una música elegante y expresiva.
Vacaciones en Roma (1953) – Uno de sus éxitos de Hollywood, con Audrey Hepburn y Gregory Peck.
The Lavender Hill Mob (1951) – Una comedia británica, con una música chispeante y ligera.
Los padres terribles (1948) – Adaptación de la obra de Cocteau.

2. Ballets

Auric compuso varios ballets, a menudo influenciados por el neoclasicismo y la música popular.

Les Matelots (1925) – Un ballet de estilo alegre, influenciado por la música popular.
Fedra (1950) – Un ballet dramático inspirado en la tragedia clásica.
La competencia (1932) – Creado para los Ballets Suecos.

3. Obras orquestales y vocales

Auric también compuso para orquesta, a menudo con influencias francesas y neoclásicas.

Obertura para una ópera cómica (1938): una pieza orquestal viva y colorida.
Ocho bagatelas para orquesta (1927): miniaturas orquestales típicas de su estilo claro y refinado.
Chansons de Ronsard (1934): ciclo de melodías sobre poemas de Pierre de Ronsard.
Cantata sobre Narciso (1938): obra vocal influenciada por la mitología.

4. Música de cámara

Aunque menos conocido por este repertorio, Auric escribió algunas piezas interesantes:

Trío para oboe, clarinete y fagot (1938): pieza llena de ingenio, con sonidos ligeros.
Quinteto de viento (1924): en la línea del Grupo de los Seis, mezcla de humor y elegancia.

Conclusión

Georges Auric sigue siendo, ante todo, un maestro de la música cinematográfica, pero su contribución al ballet y a la música orquestal también es notable. Sus obras se caracterizan por una escritura clara, un toque de ironía y una elegancia neoclásica.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.