Canciones en la noche
El lado son los fuegos salpicados de azul y verde,
Ginebra luminosa y pacífica esta noche
Duerme en el agua del lago, movida y derramada,
La media luna llega a la altura de la montaña y estancia
— Desmayo del aire húmedo y desvanecido
Que cae depilado sobre los flujos cansados y débiles;
Un barco espera venir a dormir en la rada,
Oye un cruce, luego remolino decreciente.
Los transeúntes van, cantan a los bravos aventureros,
Oye el agua soñolienta chapotear
En la noche grande y llana donde el carro esponjoso
Hacen un ruido sordo de pasos y campanas.
Un poco de viento cae sobre las colinas cercanas
Por ahora, vientos de hormiga hasta los árboles cansados,
Fluye suavemente un olor de cocina
A las puertas de los hoteles abiertos en los muelles.
— Y esto es de repente, extraño estallido
El grito de violines en la sombra que calla,
Es como si la noche se iluminara de escarlata
Y que todo deseo de la ciudad cantara…
Por violines, por cantos de Napoli o de Venise,
Música de miseria et de aturdimiento,
Es como si la noche misma tuviera esta crisis
De risas, de suspiros, de lágrimas, ¡extrañamente!
El corazón más desbordado en este instante
Como un cautivo atado que respira tan fuerte
que su aliento parece aligerar la cuerda
Hasta que todo el ser insurgente salga;
Oh medianeros cantores de raíces a Italia,
Que sigue el ruido volando y poco vivo de plata,
Hermosos miembros de la melancolía
Durante las noches que hacen la felicidad más urgente,
Sacudan para nosotros su música lasciva,
Mientras el frente pesado en la oscuridad de nuestras manos,
Sentimos que el corazón se agrieta hasta las encías.
Y el placer en alargando un arco sobrehumano.
Ruptura del deseo, acidez soñadora,
Enredo de los nervios y de lo sentimental…
— Cuéntanos los deseos, los pesares, el tiempo valiente,
la barca, el beso, el ingrato olvido final.
Cantad asiduamente, para que la noche caliente
Esté junto a ti conmovida y desmayada a tus vueltas,
Pobres amantes fortalecidos por todos los amores que acechan,
desesperados dadores del triste y dulce beso…
Maravillando
Dios mío, no puedo decir cómo es fuerte
Mi corazón de esta mañana convertido en el sol de oro,
Ante todo lo que brilla y centellea fuera.
Nunca debo agotar mi alegría
De esta agua que brilla, de este aire que me ahoga,
¡De todo lo que del tiempo en mi alma empolvada!
Vendrán un día, en algún paraíso,
Estas colinas por las que he hecho muchas y dicho muchas,
Tráiganme el calor del perfume del mediodía,
¿Será recompensado mi yo ingenuo
Que los árboles con sus ramas que se adelantan
¿Me regalen flores de complacencia?
¿Espero el fin et paciente agitación
De rastrillos del verano que pasan en los guijarros
Como las manos que hicieron un trabajo largo y delicado.
¿Tendré casas con tejados de tejas rosas,
Con el cielo alrededor, que se desliza y descansa
Sobre los jardines, sobre los caminos, sobre todas las cosas…
Veré, cuando el día amarillo se vaya levantando,
Sobre las raíces, al lado del muro blanco de un convento,
Pasar de carros con los toros delante,
Y veré un pueblo feliz, avec su multitud
De los domingos, paseando, y arroyos que corren
Cerca de potreros sembrados de cáñamo y cebollinos;
Will I can, en en reprint saborear el olor del tiempo,
Et hacerme el corazón tan tierno et tan cedido,
¿Que los pájaros del aire se acomodarán dentro?
Oh tierra pequeña, divina, noble y grandiosa,
Ritmo de los juegos, lugar de los días y del misterio,
Ya que el deseo humano en ti saciar su sed,
¿Por qué tengo que, Todavía no tengo esto,
Este buen calmante de los cuerpos contendientes y cansados,
Y que siempre mi corazón hacia ti se destrozan …
Lluvia en verano
Oh, tarde lavada por la lluvia y septada por el viento,
¡Oh, tarde y luna!
Una hora se retira y la otra se adelanta,
hermosos todos;
El aire fresco parece luz todos los desvanecidos,
_ _ De sus angustias
Que en la tarde del verano velan muchos corazones
_ Que un corazón oprimen;
Estos sueños, estos suspiros, en el aire sentimental
De los crepúsculos,
Como se estiran, como se deslizan y duelen,
Como dan vueltas.
Pero la hermosa nube en la oscuridad deja
Fluir su onda
Sobre la tibieza de la tarde, de demasiado amor herida,
_ _ Oh profunda paz;
¡Qué calma! El silencio et la buena frescura…
_ _ El árbol gotea;
Nada de ruido en las casas, cerradas como flores,
_ _ Nada en la raíz;
Y en el aire empapado de agua donde más nada se asienta
_ _ Del alma humana
Se levanta un olor de hiedra y de perejil
_ _ Que sigue…
El Consejo
Ve, teme al destino:
Que no fue esta mañana.
Que viene esta tarde como la flecha,
En el deseo que no rompe casi…
El mañana no se traza :
No estás seguro del pasado.
Es a usted, usted puede tomarlo:
Pero, en la oscuridad que bajará,
Nada de hasard no se le conoce;
Siento como su corazón está desnudo,
Tierno, brutal et silencioso;
No temáis por la noche Vénus,
Y los afectados por el amor.
Que viene audaz, a su día,
Llevando la chispeante,
¡Ah! Muchos de plaisir y de lágrimas.
Eternidad
Mélissa:
Ô Rhodon, nuestros dos calores en nosotros se derraman,
Como si disfrutáramos de su agua vivaz
Así que mordimos los frutos de ramas bajas,
Apoyados en el melocotonero.
Rhodon:
Todos tus días hasta ahora, las sonrisas y los bailes,
Y las penas repentinas, la esperanza y los desvíos,
Apareció mi venida y preparó el amor.
Pero los besos poseen muchas otras estridencias.
Mélissa:
En los caminos por donde mis ojos te vieron venir,
Un día te seguí, el párpado cerrado,
Para volver a la sombra de los pensamientos.
Toda la fuerza del placer.
Rhodon:
La siguiente estación no será más hermosa.
Ven, deja que tu casa, tus hermanas, tus conjuntos dispersos,
Vean, no hay de ti, de mí, de nuestras miradas
Que como los pájaros carpinteros en el bosque llaman.
Mélissa:
Tiemblo, todo se desvanece, hay más que nosotros;
El cielo se tambalea, el espacio se aprieta.
Rhodon:
No hay más de ti ni de mí en la tierra.
Y el pequeño universo acerca nuestras rodillas.
Mélissa:
Alrededor de mi cuerpo cansado de tu imagen
Traigo todo el día tu recuerdo apasionado
Enrollado como una cinta de ansiedad y de deseo
Que me atenaza y me precipita…
Rodón:
¡Ah! qué divino temor en mi osadía vacila!
Mélissa
Mi corazón es como un bosque donde vendrán los dioses!…
La canción de Dafnis
No sé más que el aire es tierno, que el día
Es brillante, la sal brillante, la canela perfumada,
Mi alma en todo fluye ahora
Excepto en la certeza de la felicidad del amor
–Cuando por tomar un limón, se curva una rama
Y sube un poco a las piedras del camino,
No veo la fruta dorada que así veo tu mano,
Y el color del dia que por tu pierna blanca.
Sé que no existe menos donde no se mezcla
Tu deseo et la mina esclavizada y fiera,
Y no tengo sed del agua si pones tu boca
En el borde de la belleza arroyo lleno de guijarros rollos.
No creo que al tiempo, al sol, a las tormentas,
No creo que al amor triste y dulce sólo.
–Es el día cuando ríes, y la noche cuando yaces,
Y el infinito se agota en el lago de dos caras
Cuando mi tormento ávido aspire tu tormento…
La Persecución
Bien quisieran los corazones saber bien,
Pero el amor danza entre los seres,
Va del uno al otro esperando
Y como el viento afecta a las plantas
Mezcla dulces esencias;
Pero las almas que se distancian
Son más rápidas en su carrera
Que el aire, el perfume y la fuente
Y enseñan en vano a obtener,
El amor no es ni feliz ni tierno…
Las plantas de Ariane
El viento que hace caer las ciruelas,
_ _ Los membrillos verdes,
Que bambolea la luna,
El viento que lleva al mar,
El viento que rompe y desgarra,
_ _ El viento frío,
Que viene y que se ensaña
Sobre mi corazón en desorden,
Que viene como en las hojas,
_ _ El viento claro,
Sobre mi corazón, et que lo recoge.
Mi corazón et su savia amarga.
Ah! que la tormenta wii viene
_ _ Salto a salto.
Que toma en mi cabeza
Mi dolor que se dobla en la ronda.
¡Ah! que viene y que se lleva
_ _ Huyendo,
Mi pesado corazón como una puerta
Que se abre et aletea en el viento
Que lo bing ant que es un knockout
_ _ Los pedazos
A la luna, al árbol, a las bestias,
En el aire, en la sombra, en el agua,
Para que vuelvan a mí menos
_ _ Por siempre,
Por mi alma y de ella propia
Que amé…
La Inspiración
Cuando el deseo ardiente en el fondo del corazón desciende,
La hermosa postura nace y prolonga la sangre.
Y cuando el bosque verde al borde del temblor sueña,
El verde que se conmueve que imitar y asemejarse a él.
Rechazando apenas la temerosa vergüenza
La charla cercana apagada como los brazos;
Y, rebotando para que las fuentes feroces,
Las palabras van, presionando, llorando comme las bocas,
Armado con espuela, alas y dardo
Las palabras descienden o parpadean vivas como una mirada,
Así, atando estas flores en lo más alto del fuste,
La exaltación humea y late como el tiempo,
Y esto es que sonriendo al ser mirado
Los deseos en todas partes conducen sus pies divinos.
Los cantos más rudos, más fuertes son aquellos
Que los vivos estremecimientos con sueños hacen;
Todo es brillante el pensador que su tormento acosa,
Apretando sus dedos en sus cabellos profundos,
Retirándose abrasado por chispas humanas.
La primera angustia
Caminamos en verano por el polvo alto
De caminos blancos, bordes de hierba y de soapwort.
El sus descendente se deshizo sobre nosotros,
Je vi tus cabellos, tus brazos y tus rodillas.
El inmenso perfume del sueño y de la otredad
Era como un rosal que florece y que bendice.
Suspiré muchas veces por eso
Por eso un poco de mi alma en soplo se fue.
La tarde voló lejos, la tarde tan inclinada y tan triste,
Era como el fin de todo lo que existe.
Pude ver que nada de mi te molestaba,
¡En mi casa esta angustia et en tu casa esta paz!
Sentí, incluso que mi dolor era vano,
Algo terminando et pasando en mis venas.
Y como los niños garde su seriedad,
Te hablé, con esta herida al lado…
–Hice a un lado las redes espinosas a mi paso.
Para que no vinieran a rasgar tu cara,
Fuimos, suspiré del frío de tus dedos desnudos,
Y cuando al final se visitó la tarde
Yo escuchaba, sin ver nada en la raíz que seguía,
Tus pasos tiemblan dentro de mi y caminan
Volvimos así al susurro del jardín,
La humedad volaba, oí al pasar
-¡Ah ! como ese ruido permitir en mi memoria–
En el aire en movimiento y caliente, chirriante balanceo
Y volví así, borracho del tiempo de verano,
Harto de todo, pasando de tener verano
Yo, el niño atrevido y vivaz, y tú, la mujer,
Y de traerte todo el día sobre mi alma…
Lista de traducciones de poesía
(Français, English, Español, Italiano, Deutsch, Nederlands, Svenska)
W. B. Yeats, Rupert Brooke, Anna de Noailles, Léon-Paul Fargue