Descripción general
George Gershwin (1898-1937) fue un compositor y pianista estadounidense cuya música combina las tradiciones clásicas con el jazz, la música popular y los ritmos de la vida moderna. Se le conoce sobre todo por sus innovadoras aportaciones a la música clásica y popular, que le convierten en uno de los compositores más significativos y versátiles del siglo XX.
Vida temprana:
Gershwin nació como Jacob Gershowitz en Brooklyn, Nueva York, de padres inmigrantes ruso-judíos.
Desde muy pequeño mostró un talento natural para la música, aunque al principio prefería la música popular y empezó a trabajar como «song plugger» (persona que promocionaba partituras) en el Tin Pan Alley de Nueva York.
Lo más destacado de su carrera:
Canciones populares y Broadway:
Gershwin escribió muchas canciones para musicales de Broadway, a menudo en colaboración con su hermano mayor, el letrista Ira Gershwin.
Entre sus éxitos figuran «Someone to Watch Over Me», «Embraceable You» y «I Got Rhythm».
Entre sus musicales de Broadway figuran Lady Be Good (1924), Funny Face (1927) y Girl Crazy (1930).
«Rhapsody in Blue» (1924):
Primer gran éxito de Gershwin en la música clásica, mezcla de jazz y estilos orquestales.
Estrenada por la orquesta de Paul Whiteman, sigue siendo una piedra angular de la música de concierto estadounidense.
«Un americano en París» (1928):
Un poema sinfónico que evoca la energía y la atmósfera de París.
Conocido por sus temas jazzísticos y el uso innovador de sonidos cotidianos como las bocinas de los taxis.
«Porgy and Bess» (1935):
Innovadora «ópera popular americana» basada en la novela Porgy de DuBose Heyward.
Incorpora espirituales afroamericanos, blues y jazz en un formato de ópera clásica.
Entre las canciones más famosas figuran «Summertime» y «It Ain’t Necessarily So».
Obra cinematográfica:
Gershwin también compuso música para Hollywood, como Shall We Dance (1937), protagonizada por Fred Astaire y Ginger Rogers.
Estilo e innovaciones:
Gershwin fue pionero en fusionar el jazz con las formas clásicas, creando un sonido exclusivamente estadounidense.
Sus obras reflejan la energía, el optimismo y la complejidad de su época, tendiendo un puente entre el arte elevado y la cultura popular.
Muerte y legado:
Gershwin murió trágicamente joven, a los 38 años, a causa de un tumor cerebral.
A pesar de su corta vida, su música sigue siendo intemporal, célebre por su innovación, accesibilidad y capacidad para captar el espíritu de una época.
Historia
La vida de George Gershwin es una historia de extraordinario talento, ambición e innovación. Nacido como Jacob Gershowitz el 26 de septiembre de 1898 en Brooklyn, Nueva York, de padres inmigrantes ruso-judíos, creció en un hogar de clase trabajadora con escasa exposición a la música. Eso cambió cuando su familia compró un piano para su hermano mayor, Ira. Para sorpresa de todos, fue George y no Ira quien se inclinó por el instrumento, aprendiendo a tocar de oído y mostrando un don innato para la melodía y el ritmo.
De adolescente, Gershwin empezó a tomar clases de piano y progresó rápidamente, estudiando con Charles Hambitzer, que le introdujo en la música clásica europea. A los 15 años, dejó la escuela para trabajar como «vendedor de canciones» en el Tin Pan Alley de Nueva York, donde su trabajo consistía en mostrar nuevas partituras a posibles compradores. Inmerso en el bullicioso mundo de la música popular, desarrolló sus habilidades como compositor y empezó a escribir sus propias canciones.
El éxito de Gershwin llegó en 1919 con la canción «Swanee», popularizada por el cantante Al Jolson. Se convirtió en un éxito masivo que lanzó la carrera de Gershwin como compositor. Durante la década siguiente, colaboró con Ira en la producción de una serie de exitosos musicales de Broadway. Sus obras, marcadas por letras sofisticadas y melodías inolvidables, captaban el espíritu de la Era del Jazz. Canciones como «Someone to Watch Over Me», «I Got Rhythm» y «Embraceable You» se convirtieron en clásicos instantáneos.
Las ambiciones de Gershwin iban más allá de la música popular. En 1924 compuso Rhapsody in Blue, una obra innovadora que fusionaba jazz y música clásica. Su estreno, interpretada por Gershwin al piano, causó sensación y consolidó su reputación como compositor serio. Este éxito le animó a explorar aún más las formas clásicas, dando lugar a obras como Un americano en París (1928) y el Concierto en Fa (1925).
A pesar de sus logros en la música de concierto, Gershwin nunca abandonó los escenarios. Su proyecto más ambicioso fue Porgy and Bess (1935), una «ópera popular americana» ambientada en una comunidad afroamericana ficticia del Sur. Mezclando elementos de jazz, espirituales y música clásica, al principio recibió críticas mixtas, pero más tarde fue reconocida como una de las mejores óperas americanas.
A mediados de la década de 1930, Gershwin se trasladó a Hollywood, donde compuso música para películas, ampliando aún más su influencia. Sin embargo, su carrera se vio trágicamente truncada. En 1937, Gershwin empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza y otros síntomas, que fueron diagnosticados como un tumor cerebral. Murió el 11 de julio de 1937, a la edad de 38 años, dejando tras de sí una obra que sigue inspirando a músicos y público de todo el mundo.
El legado de Gershwin radica en su capacidad para tender puentes entre el mundo de la música clásica y el de la música popular, creando un sonido claramente americano. Su música, con sus irresistibles melodías y su vitalidad rítmica, refleja la vitalidad y el optimismo de la América de principios del siglo XX.
Cronología
1898: Nace Jacob Gershowitz el 26 de septiembre en Brooklyn, Nueva York.
1910: Empieza a tocar el piano a los 12 años cuando su familia compra un piano.
1914: Abandona la escuela para trabajar como «cancionista» en Tin Pan Alley.
1919: Logra su primer gran éxito con la canción «Swanee», interpretada por Al Jolson.
1924: Compone Rhapsody in Blue, una mezcla de jazz y música clásica que se convierte en una pieza emblemática.
1925: Estrena Concierto en fa, su primer concierto clásico para piano.
1928: Finaliza An American in Paris, un poema sinfónico inspirado en su estancia en Francia.
1930s: Trabaja en numerosos musicales de Broadway con su hermano Ira, produciendo clásicos como Girl Crazy («I Got Rhythm») y Of Thee I Sing.
1935: Estrena Porgy and Bess, una «ópera popular americana» que incluye «Summertime».
1936-1937: Se traslada a Hollywood y compone música para películas como Shall We Dance, con Fred Astaire y Ginger Rogers.
1937: Muere el 11 de julio de un tumor cerebral a la edad de 38 años.
Características de la música
La música de George Gershwin es célebre por su distintiva mezcla de estilos, reflejo de su capacidad para tender puentes entre los mundos de la música clásica, el jazz y la canción popular. He aquí las principales características de su música:
1. Fusión de elementos clásicos y de jazz
Gershwin fue pionero en la integración de la síncopa, las notas azules y la improvisación del jazz en las estructuras clásicas.
Obras como Rhapsody in Blue y Concerto in F muestran su habilidad para fusionar armonías y ritmos de jazz con la grandeza de la música orquestal.
2. Melodías memorables
Su música se caracteriza por melodías instantáneamente reconocibles y cantables.
Canciones como «Summertime», «I Got Rhythm» y «Embraceable You» se han convertido en estándares atemporales.
3. Vitalidad rítmica
La música de Gershwin presenta a menudo ritmos dinámicos y enérgicos, inspirados en el jazz y los estilos de baile de su época.
Piezas como «Un americano en París» incorporan síncopas y ritmo, creando una sensación de movimiento y modernidad.
4. Armonía sofisticada
Gershwin utilizaba armonías ricas y cromáticas influidas tanto por la tradición clásica europea como por el lenguaje del jazz.
A menudo incorporaba acordes extendidos (como novenas y treceavas) y modulaciones inesperadas.
5. Rango emocional
La música de Gershwin capta un amplio espectro de emociones, desde la exuberancia de «I Got Rhythm» hasta la conmovedora melancolía de «The Man I Love».
Su capacidad para expresar tanto la alegría como la introspección es un sello distintivo de su obra.
6. Modernidad urbana
Las composiciones de Gershwin reflejan la energía y la complejidad de la vida urbana en la América de principios del siglo XX.
Obras como Rhapsody in Blue evocan el bullicioso ambiente de ciudades como Nueva York.
7. Uso de modismos musicales estadounidenses
Gershwin impregnó su música de sonidos claramente americanos, inspirándose en el jazz, el blues, los espirituales y las tradiciones folclóricas.
Porgy and Bess es un buen ejemplo, ya que incorpora espirituales y blues afroamericanos en un marco operístico.
8. Experimentación con la forma
Gershwin adaptó a menudo formas clásicas como el concierto, el poema tonal y la ópera, infundiéndoles elementos musicales contemporáneos.
An American in Paris y Rhapsody in Blue demuestran su innovador enfoque de la forma y la estructura.
9. Accesibilidad
A pesar de sus sofisticadas técnicas, la música de Gershwin sigue siendo accesible y atractiva para un público amplio.
Sus obras combinan a la perfección la profundidad artística con el atractivo popular, haciéndolas perdurablemente relevantes.
Impactos e influencias
George Gershwin tuvo un profundo impacto tanto en la música estadounidense como en la cultura musical mundial. Su innovadora mezcla de tradiciones clásicas con jazz y música popular redefinió los límites de la composición del siglo XX e influyó en generaciones de músicos, compositores e intérpretes. A continuación se enumeran las principales repercusiones e influencias de Gershwin:
1. 1. Unir la música clásica y la popular
La capacidad de Gershwin para fusionar las formas clásicas con los lenguajes popular y jazzístico hizo que su música fuera accesible a un público amplio, manteniendo al mismo tiempo la profundidad artística.
Obras como Rhapsody in Blue y Concerto in F legitimaron el jazz como una forma artística seria dentro de la sala de conciertos, allanando el camino para futuras colaboraciones entre estilos clásicos y populares.
2. Definición de un «sonido americano
Las composiciones de Gershwin reflejan la vitalidad y diversidad de la cultura estadounidense de principios del siglo XX.
Al incorporar elementos de jazz, blues y folk a sus obras, contribuyó a establecer una identidad musical claramente estadounidense, inspirando a compositores como Aaron Copland y Leonard Bernstein a explorar temas similares.
3. Elevar la música de Broadway
Junto a su hermano Ira Gershwin, George elevó el nivel artístico de los musicales de Broadway, combinando letras sofisticadas con música innovadora.
Sus musicales (Girl Crazy, Of Thee I Sing, Funny Face) influyeron en el desarrollo del teatro musical y sirvieron de modelo para compositores posteriores como Richard Rodgers y Stephen Sondheim.
4. Influencia en el jazz y la música popular
El uso que Gershwin hacía de las armonías y ritmos del jazz influyó en los músicos de jazz, como Duke Ellington y Miles Davis, que admiraban su capacidad para integrar a la perfección el jazz en la música orquestal.
Sus canciones se convirtieron en estándares del jazz, interpretadas y grabadas por innumerables artistas como Ella Fitzgerald, Frank Sinatra y Louis Armstrong.
5. Representación cultural e inclusión
A través de obras como Porgy and Bess, Gershwin introdujo expresiones culturales afroamericanas, como el blues y los espirituales, en la corriente dominante. Aunque controvertido en su momento, demostró su respeto y admiración por las tradiciones musicales afroamericanas.
Porgy and Bess se ha convertido en un hito de la ópera estadounidense y sigue influyendo en los debates sobre raza y representación en la música.
6. Inspiración para la música de cine
El trabajo de Gershwin en Hollywood, incluyendo Shall We Dance y otras partituras cinematográficas, sentó un precedente para la mezcla de estilos clásicos y populares en la música cinematográfica.
Sus exuberantes orquestaciones y memorables melodías influyeron en los primeros compositores cinematográficos, como Max Steiner, y en gigantes posteriores, como John Williams.
7. Alcance mundial
Las obras de Gershwin fueron aclamadas internacionalmente e introdujeron el jazz y la música estadounidense entre el público de todo el mundo.
Compositores como Maurice Ravel e Igor Stravinsky admiraban su música, y Ravel llegó a aconsejar a Gershwin que no estudiara con él por miedo a alterar su estilo único.
8. Inspiración para futuros compositores
La síntesis de estilos de Gershwin inspiró a muchos compositores posteriores a experimentar con música de géneros confusos, como Leonard Bernstein (West Side Story), George Shearing y Michael Tilson Thomas.
Su capacidad para crear música innovadora y popular a la vez sigue sirviendo de modelo a los compositores contemporáneos.
9. Legado en la educación y la interpretación
La música de Gershwin sigue siendo un elemento básico tanto en la educación clásica como en la de jazz, con piezas como Rhapsody in Blue y Summertime interpretadas y estudiadas con frecuencia.
Sus obras se interpretan en salas de conciertos, teatros de ópera y clubes de jazz, lo que garantiza su continua relevancia.
10. Símbolo cultural de la Era del Jazz
Gershwin se convirtió en un icono cultural de las décadas de 1920 y 1930, símbolo del optimismo, la creatividad y la modernidad de la Era del Jazz.
Su música encapsula el espíritu de una América en rápida transformación y resuena entre los oyentes de todas las generaciones.
La influencia de Gershwin en el jazz y sus estándares
George Gershwin ejerció una influencia significativa y duradera en el jazz, tanto por su estilo compositivo como por la forma en que sus obras se integraron en el repertorio de jazz. He aquí un resumen de sus contribuciones y de cómo su música se convirtió en estándares de jazz:
La influencia de Gershwin en el jazz
Fusión de jazz y música clásica:
Las composiciones de Gershwin tendieron puentes entre el jazz y las tradiciones clásicas, legitimando el jazz como una forma de arte sofisticada.
Obras como Rhapsody in Blue y Concerto in F introdujeron armonías, ritmos y fraseos melódicos de jazz en la música orquestal, inspirando a los músicos de jazz a explorar formas y estructuras más complejas.
Ritmos y armonías inspirados en el jazz:
El uso que hacía Gershwin de la síncopa, las notas azules y los ritmos swing reflejaba la esencia del jazz.
Su lenguaje armónico, con acordes extendidos y progresiones cromáticas, influyó en pianistas y compositores de jazz como Duke Ellington y Thelonious Monk.
Cualidades improvisatorias:
Muchas de las melodías de Gershwin se prestan a la improvisación, piedra angular del jazz.
Sus composiciones parecen a menudo improvisaciones escritas, que ofrecen a los músicos de jazz un marco para interpretar y ampliar.
Colaboraciones con artistas de jazz:
Gershwin trabajó con destacados músicos de jazz de su época, como Paul Whiteman y su orquesta, que estrenaron Rhapsody in Blue.
Su compromiso con los músicos de jazz le ayudó a entender el género y a integrarlo en sus obras.
Composiciones de Gershwin como estándares de jazz
Varias de las canciones de Gershwin se han convertido en elementos básicos del repertorio de jazz, interpretadas y reimaginadas por innumerables artistas de jazz. He aquí algunos ejemplos notables:
«Summertime» (Porgy and Bess):
Una de las canciones más grabadas de la historia, con interpretaciones de artistas como Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Miles Davis y Billie Holiday.
Su melodía con influencias de blues y su sencilla progresión armónica la convierten en una de las favoritas para la improvisación jazzística.
«I Got Rhythm» (Girl Crazy):
La progresión de acordes de esta canción, conocida como «Rhythm Changes», se convirtió en una estructura fundamental para innumerables composiciones e improvisaciones de jazz.
Grandes del jazz como Charlie Parker y Dizzy Gillespie construyeron el bebop sobre las innovaciones armónicas de Gershwin.
«The Man I Love”:
Una balada que se convirtió en la favorita de vocalistas e instrumentistas por igual, grabada por Billie Holiday, Sarah Vaughan y Art Tatum.
Su expresiva melodía y sus exuberantes armonías ofrecen ricas posibilidades de interpretación.
«Embraceable You”:
Un estándar atemporal grabado por Nat King Cole, Frank Sinatra y Charlie Parker.
Su melodía sentimental y su sofisticada armonía la convierten en una de las favoritas del jazz.
«But Not for Me» (Girl Crazy):
Interpretada con frecuencia por vocalistas e instrumentistas de jazz, es conocida por su ingeniosa letra y su memorable melodía.
«Fascinating Rhythm» (Lady Be Good):
Su compleja estructura rítmica ha inspirado a músicos de jazz a experimentar con la síncopa y el swing.
«They Can’t Take That Away from Me» (Shall We Dance):
Un clásico grabado a menudo por cantantes de jazz, como Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, conocido por su conmovedora melodía y su letra romántica.
Artistas de jazz y Gershwin
Leyendas del jazz como Miles Davis, Oscar Peterson, Ella Fitzgerald y John Coltrane han grabado obras de Gershwin.
Ella Fitzgerald Sings the George and Ira Gershwin Song Book (1959), de Ella Fitzgerald, con arreglos de Nelson Riddle, sigue siendo la interpretación definitiva de las canciones de Gershwin en un contexto de jazz.
Porgy and Bess (1958) de Miles Davis, arreglada por Gil Evans, transformó la ópera en una obra maestra del jazz.
Un legado perdurable
La capacidad de Gershwin para crear melodías emocionalmente resonantes y rítmicamente convincentes ha asegurado el lugar de su música en el canon del jazz. Sus obras siguen inspirando a los músicos de jazz para explorar la intersección entre la música compuesta y la improvisada, tendiendo puentes entre géneros y generaciones.
Relaciones
George Gershwin mantuvo relaciones directas con muchos compositores influyentes, músicos, orquestas y otras figuras clave a lo largo de su vida. Estas relaciones dieron forma a su música y a su carrera, a la vez que inspiraron o influyeron en otros. A continuación encontrará un resumen de sus relaciones más destacadas:
Compositores y músicos
Paul Whiteman (director y director de orquesta)
Whiteman encargó la Rhapsody in Blue de Gershwin, que se estrenó en 1924 con la orquesta de Whiteman y Gershwin al piano.
Su colaboración contribuyó a tender puentes entre el jazz y la música clásica, dando a conocer el talento de Gershwin a un público más amplio.
Maurice Ravel (compositor francés)
Gershwin admiraba la música de Ravel y le pidió que le diera clases durante su estancia en París.
Ravel se negó a recibirlas, según se dice: «¿Por qué convertirse en un Ravel de segunda si ya se es un Gershwin de primera?».
El lenguaje armónico de Ravel influyó en las obras orquestales de Gershwin, como Un americano en París.
Igor Stravinsky (compositor ruso)
Gershwin conoció a Stravinsky en los años veinte y admiró su obra.
Cuando Gershwin pidió estudiar con Stravinsky, el compositor le preguntó con humor cuánto ganaba Gershwin. Al oír la cifra, Stravinsky bromeó: «¡Quizá debería estudiar contigo!».
Arnold Schoenberg (compositor austriaco)
Schoenberg y Gershwin se hicieron amigos en Los Ángeles en la década de 1930.
A pesar de sus diferencias estilísticas, Gershwin respetaba la obra de Schoenberg, y Schoenberg admiraba el don melódico de Gershwin.
Oscar Levant (pianista y compositor)
Levant fue amigo íntimo de Gershwin y uno de sus mejores intérpretes.
A menudo interpretaba obras de Gershwin y escribió mucho sobre su amistad.
Duke Ellington (compositor y director de orquesta de jazz)
Gershwin y Ellington se admiraban mutuamente, y Gershwin asistía a las actuaciones de Ellington.
Ellington consideraba la obra de Gershwin una importante contribución a la integración del jazz en la sala de conciertos.
Colaboradores e intérpretes
Ira Gershwin (letrista y hermano)
Ira fue el principal colaborador de Gershwin, escribiendo las letras de la mayoría de sus canciones y musicales.
Juntos crearon obras emblemáticas como Funny Face, Girl Crazy y Porgy and Bess.
Al Jolson (cantante)
Jolson popularizó el primer gran éxito de Gershwin, Swanee (1919), que le dio fama nacional.
Fred Astaire (cantante, bailarín y actor)
Astaire protagonizó varios musicales con canciones de Gershwin, como Funny Face y Shall We Dance.
Gershwin adaptó muchas canciones al talento único de Astaire.
Ella Fitzgerald (vocalista de jazz)
Aunque no trabajaron juntos directamente, las grabaciones definitivas de Fitzgerald de la música de Gershwin en Ella Fitzgerald Sings the George and Ira Gershwin Song Book ayudaron a cimentar su legado.
Billie Holiday y Louis Armstrong (Iconos del jazz)
Ambos grabaron versiones memorables de canciones de Gershwin, especialmente de Porgy and Bess, como «Summertime».
Arturo Toscanini (Director de orquesta)
Toscanini dirigió las obras de Gershwin, entre ellas Rhapsody in Blue, dando prestigio a sus composiciones en el mundo clásico.
Orquestas y conjuntos
Orquesta Sinfónica de Nueva York (actualmente Filarmónica de Nueva York)
Gershwin interpretó su Concierto en fa con esta orquesta bajo la dirección de Walter Damrosch en 1925.
Orquesta Sinfónica de Boston
La BSO interpretó obras de Gershwin, como Un americano en París, contribuyendo a elevar su estatus en la música clásica.
Orquestas de Broadway
Los musicales de Broadway de Gershwin incluían colaboraciones con orquestas de foso, donde su música estableció nuevos estándares para el género.
Personas ajenas a la música
DuBose Heyward (autor y dramaturgo)
Heyward escribió la novela Porgy, que inspiró a Gershwin para crear Porgy and Bess.
Heyward también contribuyó al libreto, dando forma a la narrativa de la ópera.
Max Dreyfus (editor musical)
Dreyfus, de T. B. Harms & Co., publicó las primeras canciones de Gershwin y promovió su carrera.
Kay Swift (Compositor y compañero sentimental)
Swift fue una compañera íntima de Gershwin e influyó en su vida personal y profesional.
Gershwin valoraba sus opiniones musicales y ella contribuyó decisivamente a completar algunos de sus proyectos tras su muerte.
Adele y Fred Astaire (estrellas de Broadway)
Adele y Fred Astaire interpretaron la música de Gershwin en las primeras producciones de Broadway, contribuyendo a consolidar su popularidad.
Ejecutivos de estudios de Hollywood
En la década de 1930, Gershwin trabajó con grandes estudios como RKO, componiendo partituras para musicales como Shall We Dance.
Conexiones con el legado
Tras la muerte de Gershwin, su música siguió influyendo en compositores de música clásica, jazz y Broadway, como Leonard Bernstein, Stephen Sondheim y John Williams.
Músicos de jazz como Miles Davis y Gil Evans reinterpretaron las obras de Gershwin (Porgy and Bess), manteniendo vivo su legado en nuevas formas.
Relación entre Gershwin y Ravel
La relación entre George Gershwin y Maurice Ravel se basaba en el respeto mutuo, y su breve interacción dio lugar a un interesante intercambio de ideas entre dos compositores de tradiciones musicales diferentes. He aquí un resumen de su relación:
1. Encuentro y admiración mutua
Visita de Gershwin a Ravel en París (1928):
En el verano de 1928, Gershwin viajó a París para profundizar sus conocimientos musicales y mejorar sus habilidades compositivas. Una de las principales motivaciones de su visita fue estudiar con Maurice Ravel, renombrado compositor francés y maestro de la orquestación.
Gershwin, que ya había compuesto Rhapsody in Blue y era una figura destacada de la música estadounidense, buscó la orientación de Ravel, en particular en lo referente a la orquestación y al perfeccionamiento de su enfoque de la música clásica.
Respuesta de Ravel:
Gershwin se dirigió a Ravel para preguntarle si podía recibir clases. Se dice que Ravel, conocido por ser una persona enigmática y reservada, se sintió halagado pero también algo indeciso. Al parecer, le dijo a Gershwin que no necesitaba clases, pues Gershwin ya tenía un gran talento, pero que Ravel podría ofrecerle algún consejo si Gershwin lo deseaba.
Gershwin, sin inmutarse, fue al apartamento de Ravel y, aunque no hubo clases formales, el encuentro fue un intercambio importante. Gershwin aprendió de Ravel valiosos conocimientos sobre armonía y orquestación, aunque el estilo propio de Gershwin seguía siendo distintivamente americano, mientras que el de Ravel estaba arraigado en la tradición clásica europea.
2. Influencia de Ravel en Gershwin
Técnicas de orquestación:
Gershwin, que tenía un enfoque más intuitivo de la orquestación, estaba especialmente interesado en el dominio de Ravel del color orquestal. Gershwin admiraba la capacidad de Ravel para crear ricas texturas y se sentía influido por su refinada paleta orquestal.
Aunque Gershwin no adoptó el estilo de Ravel al completo, es posible que se inspirara en el enfoque de Ravel de mezclar elementos clásicos y de jazz, que se hacía eco de la propia fusión de Gershwin de la música popular y las formas clásicas.
Posible influencia de Gershwin en Ravel:
Se especula con la posibilidad de que el estilo de Gershwin, en particular su mezcla de jazz con elementos clásicos, intrigara a Ravel. Algunos historiadores de la música han señalado que la composición de Ravel «La Valse» (1920), con sus ritmos de baile arremolinados y el uso de una orquestación similar al jazz, podría reflejar un conocimiento de las tendencias musicales estadounidenses.
Sin embargo, la música de Ravel permaneció firmemente arraigada en el impresionismo francés y en las tradiciones clásicas, por lo que la influencia directa de Gershwin en Ravel es más difícil de definir.
3. Simpatías musicales
Ambos compositores compartían la capacidad de mezclar la música popular con la clásica, aunque sus métodos eran bastante diferentes:
Gershwin estaba principalmente interesado en integrar el jazz y la música popular americana con estructuras clásicas, como se ve en obras como Rhapsody in Blue y An American in Paris.
Ravel, en cambio, estaba más centrado en captar el exotismo, el color impresionista y la orquestación meticulosa, como se ejemplifica en piezas como Boléro y Daphnis et Chloé.
Aunque procedían de mundos musicales diferentes, su encuentro demostró las intersecciones creativas entre la música clásica europea y el jazz estadounidense, allanando el camino para futuros compositores que buscaran mezclar géneros.
4. Legado e influencia continuada
Gershwin y Ravel dejaron huellas indelebles en la música del siglo XX. Mientras que la música de Gershwin representa un sonido exclusivamente estadounidense, a menudo inspirado en los ritmos y melodías del jazz, las obras de Ravel encarnan un refinamiento europeo que incorpora elementos del jazz de manera más sutil.
La breve conexión entre Gershwin y Ravel se considera un interesante momento de intercambio intercultural entre dos compositores cuyas obras darían forma a la evolución de la música clásica en el siglo XX.
Conclusión
Aunque la relación entre George Gershwin y Maurice Ravel puede no haber sido profundamente personal o extensa, su interacción fue un momento cultural notable. Gershwin buscó la orientación de Ravel para adquirir una comprensión más sofisticada de la composición, mientras que Ravel, a pesar de sus reservas, probablemente reconoció el potencial y la influencia de Gershwin en la escena musical estadounidense. Su intercambio pone de relieve el modo en que las tradiciones musicales europea y estadounidense empezaban a converger a principios del siglo XX.
Compositores similares
La capacidad única de George Gershwin para fusionar jazz, música clásica y estilos populares tiene paralelismos con otros compositores que exploraron territorios musicales similares. He aquí una lista de compositores cuyas obras comparten características o un ethos comparable con Gershwin:
Compositores estadounidenses
Aaron Copland (1900-1990)
Conocido por su estilo claramente estadounidense, Copland mezcló influencias del jazz en obras como Música para el teatro (1925) y Concierto para piano (1926).
Al igual que Gershwin, captó el espíritu de la América de principios del siglo XX, aunque con un enfoque más clásico.
Leonard Bernstein (1918-1990)
Bernstein continuó el legado de Gershwin combinando estilos jazzísticos, populares y clásicos, especialmente en West Side Story (1957) y Fancy Free (1944).
Ambos compartían el interés por hacer accesible la música «seria» a un público más amplio.
Cole Porter (1891-1964)
Contemporáneo de Gershwin, Porter escribió canciones y musicales sofisticados, con toques de jazz, como Anything Goes y Kiss Me, Kate.
Su ingenio y elegancia lírica coinciden con el estilo de Gershwin en la música popular.
Richard Rodgers (1902-1979)
Colaboró con Lorenz Hart y más tarde con Oscar Hammerstein II para crear musicales perdurables como Oklahoma! y Sonrisas y lágrimas.
Las melodías y la sensibilidad orquestal de Rodgers guardan similitudes con la obra de Gershwin en Broadway.
Duke Ellington (1899-1974)
Aunque principalmente fue un compositor de jazz, las obras orquestales de Ellington, como Black, Brown, and Beige y Harlem, muestran una ambición comparable por elevar el jazz al escenario de concierto.
Compositores europeos
Maurice Ravel (1875-1937)
El Concierto para piano en sol mayor (1931) de Ravel, inspirado en el jazz, refleja una fusión similar de los lenguajes clásico y jazzístico, influida en parte por la visita de Gershwin a París.
Ambos compositores compartían el amor por las armonías ricas y las orquestaciones coloristas.
Igor Stravinsky (1882-1971)
Aunque más vanguardista, Stravinsky admiraba la capacidad de Gershwin para crear música convincente a partir de elementos jazzísticos y populares.
Su Ragtime y su Concierto de ébano muestran su interés por las influencias del jazz.
Kurt Weill (1900-1950)
Compositor alemán que mezcló formas clásicas con estilos de jazz y cabaret, especialmente en obras como La ópera de tres centavos (1928) y La dama en la oscuridad (1941).
Su música teatral se hace eco de las innovaciones de Gershwin en Broadway.
Darius Milhaud (1892-1974)
Miembro de Les Six, Milhaud incorporó elementos del jazz a obras clásicas, como en La Création du Monde (1923).
Su arriesgada fusión de géneros es paralela al estilo de Gershwin.
Compositores influidos por el jazz
Ferde Grofé (1892-1972)
Orquestó la Rhapsody in Blue de Gershwin para la orquesta de Paul Whiteman.
Las obras de Grofé, como Grand Canyon Suite, comparten un estilo orquestal similar, accesible y colorista.
James P. Johnson (1894-1955)
Pianista y compositor de stride que mezcló influencias clásicas y de jazz, como se aprecia en su Harlem Symphony y otras obras.
Johnson, como Gershwin, estaba a caballo entre el mundo de la música popular y el de la música «seria».
Erich Wolfgang Korngold (1897-1957)
Compositor de cine y prodigio de la música clásica, la exuberante orquestación de Korngold y la riqueza melódica de obras como Las aventuras de Robin Hood evocan un equilibrio de sofisticación y accesibilidad similar al de Gershwin.
Compositores de teatro musical y canciones
Jerome Kern (1885-1945)
Conocido por mezclar los estilos de opereta y canción popular americana, como en Show Boat (1927).
La influencia de Kern en Broadway fue paralela a la de Gershwin, ya que ambos contribuyeron con estándares intemporales.
Irving Berlin (1888-1989)
Al igual que Gershwin, Berlin fue un prolífico compositor que definió la música popular estadounidense de principios del siglo XX con canciones como «White Christmas» y «God Bless America».
Stephen Sondheim (1930-2021)
Aunque pertenece a una generación posterior, el intrincado juego de palabras y el sofisticado teatro musical de Sondheim deben mucho a Gershwin y sus contemporáneos.
Compositores de cine
Max Steiner (1888-1971)
Pionero de la música de cine, las exuberantes partituras de Steiner (Lo que el viento se llevó, Casablanca) reflejan un melodicismo similar al de Gershwin.
George Shearing (1919-2011)
Pianista y compositor de jazz, los arreglos de Shearing de la música de Gershwin mantuvieron vivo el espíritu de Gershwin en las interpretaciones de jazz.
La capacidad de Gershwin para combinar elementos populares, jazzísticos y clásicos sigue siendo inigualable, pero estos compositores comparten su visión de mezclar géneros y elevar la música para un público amplio.
Como pianista y director
George Gershwin era conocido no sólo como compositor, sino también como pianista consumado y director de orquesta ocasional. Aunque no se dedicó principalmente a la dirección de orquesta, sus dotes como intérprete desempeñaron un papel fundamental en su carrera y en el éxito de su música. He aquí un resumen de las contribuciones y el estilo de Gershwin como intérprete y director de orquesta:
Gershwin como pianista
1. Virtuosismo y estilo
Gershwin era un pianista brillante con un don natural para la improvisación y un estilo inconfundible enraizado en las tradiciones del jazz y la música clásica.
Su forma de tocar era enérgica, expresiva y rítmicamente vibrante, a menudo impregnada de síncopa y swing.
Su técnica pianística, aunque no tan refinada como la de los concertistas, era poderosa y se adaptaba perfectamente a su música. Tocaba con un profundo conocimiento del lenguaje del jazz y un gran sentido del espectáculo.
2. Intérprete de sus propias obras
Gershwin interpretaba con frecuencia sus composiciones, estrenando obras importantes como Rhapsody in Blue (1924) con la orquesta de Paul Whiteman. Su cadencia improvisada durante la primera interpretación se convirtió en un sello distintivo de la obra.
A menudo fue el solista en interpretaciones del Concierto en Fa y la Segunda Rapsodia, cautivando al público con sus dinámicas interpretaciones.
3. Maestro de la improvisación
Gershwin era un hábil improvisador, un talento que perfeccionó durante sus primeros años como intérprete de canciones en el Tin Pan Alley de Nueva York.
Sus improvisaciones no sólo eran entretenidas, sino que a menudo eran fuente de nuevas ideas compositivas.
4. Rollos de piano y grabaciones
Gershwin grabó numerosos rollos de piano de sus canciones, que permiten conocer mejor su estilo interpretativo. Estos rollos muestran su vitalidad rítmica y su fraseo único.
Algunos de sus rollos de piano más notables son Swanee, Fascinating Rhythm y fragmentos de Rhapsody in Blue.
También realizó grabaciones de estudio, como una interpretación de 1925 de Rhapsody in Blue, donde se hace evidente su interpretación robusta y animosa.
5. Música de cámara y colaboraciones
Gershwin interpretó ocasionalmente música de cámara, colaborando con conjuntos y músicos individuales para presentar sus obras en entornos más íntimos.
Sus interpretaciones fueron a menudo fundamentales para el éxito de sus musicales de Broadway y sus apariciones en concierto.
Gershwin como director de orquesta
1. La dirección de sus propias obras
Gershwin dirigió su música en ocasiones especiales, sobre todo durante los estrenos de los espectáculos de Broadway o para retransmisiones radiofónicas en directo.
No tenía formación como director de orquesta, pero su profundo conocimiento de su propia música y su carismática personalidad hacían que su dirección fuera eficaz y atractiva.
2. Carrera limitada como director de orquesta
Gershwin se centró principalmente en componer e interpretar al piano más que en dirigir.
Cuando dirigía, se basaba más en su intuición y en su profundo conocimiento de la música que en la técnica formal.
3. Actuaciones destacadas como director de orquesta
Gershwin dirigió Porgy and Bess durante algunas de sus representaciones y ensayos iniciales, asegurándose de que su visión de la ópera fuera transmitida.
También dirigió orquestas para representaciones especiales de sus obras de concierto, incluidos extractos de An American in Paris y Rhapsody in Blue.
La presencia de Gershwin como intérprete
El público se sentía atraído por la vibrante presencia escénica de Gershwin y su entusiasmo por la música. Sus interpretaciones se describían a menudo como alegres y profundamente atractivas.
Su encanto y habilidad como intérprete realzaron su reputación, convirtiéndole no sólo en un compositor, sino en una figura muy querida en el mundo de la música.
Legado como intérprete
Las habilidades de Gershwin como pianista e intérprete contribuyeron a popularizar su música y a garantizar su atractivo duradero. Sus grabaciones y rollos de piano siguen siendo un vínculo vital para comprender cómo concebía sus obras.
Su habilidad para la improvisación y su fusión de técnicas clásicas y jazzísticas han inspirado a innumerables pianistas, desde Oscar Levant hasta intérpretes modernos como Michael Feinstein.
Rapsodia en Azul
«Rhapsody in Blue» es una de las composiciones más famosas e innovadoras de George Gershwin, que combina elementos de la música clásica y el jazz en una obra fluida y muy expresiva. Escrita en 1924, es una pieza emblemática que simboliza la identidad cultural emergente de la América del siglo XX, combinando las tradiciones de la música artística europea con los sonidos claramente americanos del jazz y el blues.
Historia y creación
Encargo y estreno:
La pieza fue encargada por Paul Whiteman, un prominente director de orquesta, para un concierto titulado «Un experimento de música moderna» en el Aeolian Hall de Nueva York el 12 de febrero de 1924.
En un principio, Gershwin no tenía ni idea de que debía componer para el concierto hasta que leyó un artículo en el que se anunciaba que iba a escribir un concierto de jazz para el evento. Rápidamente aceptó el proyecto y terminó la composición en pocas semanas.
Orquestación:
Gershwin compuso el solo de piano y las melodías, pero dejó la orquestación a Ferde Grofé, arreglista de Whiteman, quien la adaptó para la orquesta de jazz de Whiteman.
Grofé creó posteriormente varios arreglos, incluidas versiones para orquesta sinfónica completa, que se interpretan habitualmente en la actualidad.
Estreno:
El propio Gershwin tocó el solo de piano en el estreno, improvisando partes de la pieza ya que algunas secciones no estaban completamente escritas.
La interpretación recibió una acogida desigual por parte de la crítica, pero fue un éxito instantáneo entre el público, marcando un punto de inflexión en la carrera de Gershwin.
Características musicales
Fusión de estilos:
Rhapsody in Blue es una obra pionera que fusiona ritmos de jazz, armonías de blues y la estructura de la música clásica.
Su eclecticismo refleja la energía bulliciosa y multicultural de la Nueva York de los años veinte.
Famoso glissando de clarinete en la apertura:
La icónica apertura presenta un glissando de clarinete (un deslizamiento en picado por la escala), que se ha convertido en uno de los momentos más reconocibles de la música del siglo XX. Al parecer, el clarinetista sugirió este efecto en el estreno a modo de broma, pero a Gershwin le encantó y lo conservó.
Estructura:
La pieza está estructurada de forma imprecisa, como una rapsodia que fluye libremente, en lugar de ajustarse a formas clásicas estrictas como la sonata.
Tiene varias secciones con tempos y estados de ánimo contrastados, a menudo con transiciones fluidas entre ellas. Estas secciones presentan síncopas jazzísticas, exuberantes armonías románticas y un enérgico impulso rítmico.
Sensación de improvisación:
Aunque gran parte de la pieza está meticulosamente compuesta, conserva el espíritu espontáneo y de improvisación del jazz.
El propio solo de piano de Gershwin en el estreno incluyó improvisaciones, lo que pone de relieve su formación jazzística.
Orquestación:
La versión original para la banda de jazz de Whiteman tiene un aire más de «big band», mientras que los arreglos orquestales posteriores aportan una textura más plena y sinfónica.
Temas y motivos
La obra incluye varias melodías y motivos memorables:
El tema de piano, onírico y fluido, de la sección inicial.
Un tema rítmico y audaz en la parte central, a menudo asociado con la energía y la vitalidad urbanas.
Un tema exuberante y lírico que recuerda al blues y que ocupa un lugar destacado en las secciones más lentas.
Impacto cultural
El jazz se une a la música clásica:
Rhapsody in Blue fue una de las primeras obras importantes en llevar el jazz a la sala de conciertos, tendiendo un puente entre la música popular y la clásica.
Demostró que el jazz, considerado entonces un género relativamente nuevo e informal, podía tener la misma profundidad emocional y el mismo valor artístico que la música clásica.
Símbolo de la identidad estadounidense:
La pieza se convirtió en un símbolo musical de Estados Unidos en la década de 1920, reflejando la energía, diversidad y ambición del país durante la Era del Jazz.
Legado:
Desde entonces se ha convertido en un elemento básico de la música estadounidense, interpretada con frecuencia por orquestas sinfónicas, bandas de jazz y pianistas solistas.
La obra está muy presente en la cultura popular, incluyendo películas, anuncios y televisión (por ejemplo, la película Manhattan, de Woody Allen, de 1979).
Recepción e influencia
Al principio, la crítica estuvo dividida: algunos la tacharon de falta de cohesión, mientras que otros alabaron su innovación y audacia.
Con el tiempo, Rhapsody in Blue ha sido reconocida universalmente como una obra maestra y una pionera de la fusión de géneros.
Compositores como Leonard Bernstein y Aaron Copland se vieron influidos por la habilidad de Gershwin para fusionar el jazz y la música clásica.
Grabaciones clave
El rollo de piano del propio Gershwin de 1924, que da una idea de su interpretación y estilo de improvisación.
Una grabación de 1927 con Gershwin y la orquesta de Whiteman.
Las grabaciones modernas de pianistas como Leonard Bernstein (que dirigió y tocó a la vez) y André Previn se han convertido en definitivas.
Porgy and Bess
«Porgy and Bess» es una de las obras más significativas y ambiciosas de George Gershwin, a menudo descrita como una ópera americana. Estrenada en 1935, mezcla ópera clásica, jazz, blues y música folclórica para narrar la vida en una comunidad negra de Charleston, Carolina del Sur. La ópera explora temas como el amor, las dificultades y la resistencia a través de las vidas de sus complejos personajes.
Historia y creación
Desarrollo:
Gershwin se inspiró para escribir Porgy and Bess después de ver la obra Porgy de DuBose Heyward, basada a su vez en la novela de Heyward de 1927.
Gershwin concibió Porgy and Bess como una «ópera popular americana», con el objetivo de mezclar la música clásica con los ritmos, las melodías y el espíritu de la música popular afroamericana.
Gershwin dedicó tiempo a investigar las tradiciones folclóricas negras, el jazz y las condiciones sociales de la época para dar forma a la música de la ópera.
Colaboradores:
DuBose Heyward y su esposa, Dorothy Heyward, coescribieron el libreto, y DuBose también ayudó a Gershwin con el desarrollo de los personajes y la trama.
Ira Gershwin, hermano de George, contribuyó con la letra de muchas de las canciones, especialmente las de carácter más poético o romántico.
Estreno y recepción:
La ópera se estrenó en el Teatro Alvin (actual Teatro Neil Simon) el 10 de octubre de 1935, en Nueva York.
El estreno fue una decepción crítica y comercial, con críticas dispares. Los críticos se mostraron divididos en cuanto a la autenticidad de su retrato de la vida de los negros y su fusión de música clásica y popular. La ópera también tuvo dificultades para encontrar un público amplio al principio.
Sin embargo, con el tiempo, Porgy and Bess se ha convertido en una de las obras más queridas y representadas del canon operístico y del teatro musical estadounidense.
Características musicales
Fusión de géneros:
Porgy and Bess mezcla ópera, jazz, blues, espirituales y música folclórica, combinando elementos de estructura clásica con formas de música popular.
Gershwin utilizó influencias del jazz en las orquestaciones, añadiendo elementos como síncopas, riffs de metales y armonías de blues para crear un sonido único que reflejara el mundo de los personajes.
Orquestación y estilos vocales:
Gershwin empleó una amplia gama de texturas orquestales para evocar la atmósfera del escenario y la vida emocional de los personajes.
La escritura vocal incluye arias de ópera, pero también melodías más conversacionales y folclóricas, que reflejan las tradiciones musicales de la comunidad.
El uso de estructuras de llamada y respuesta, especialmente en las secciones corales, confiere a la ópera un sentido de comunidad y experiencia colectiva.
Canciones y temas memorables:
«Summertime”: Esta canción de cuna, una de las más famosas de Porgy and Bess, es cantada por Clara y capta la cualidad melancólica y soñadora de la ópera. Se ha convertido en un estándar del jazz.
«I Got Plenty o’ Nuttin'”: Una canción cantada por Porgy, que expresa su satisfacción con la vida, a pesar de su pobreza.
«Bess, You Is My Woman Now”: Un apasionado dueto entre Porgy y Bess, que ilustra su profunda conexión.
«It Ain’t Necessarily So”: Una canción sardónica cantada por Sportin’ Life, que desafía las creencias y valores religiosos tradicionales.
«My Man’s Gone Now”: Un aria triste cantada por Clara, que refleja la pérdida y la desesperación de la comunidad.
Resumen de la trama
Porgy and Bess está ambientada en Catfish Row, un barrio negro ficticio y empobrecido de Charleston, Carolina del Sur. La historia gira en torno a la compleja relación entre Porgy, un hombre discapacitado y de buen corazón, y Bess, una mujer con un pasado problemático. La ópera está llena tanto de momentos de alegría como de intensa tragedia, ya que los personajes se enfrentan a problemas de amor, adicción, violencia e injusticia social.
Acto I: Porgy, un mendigo que vive en Catfish Row, se enamora de Bess, que lucha por liberarse de su asociación con un hombre violento, Crown, y el manipulador traficante de drogas, Sportin’ Life. A medida que Porgy y Bess se acercan, intentan superar los retos de su entorno.
Acto II: Después de que Crown asesine a un hombre, la comunidad se sume en la confusión. Sportin’ Life intenta atraer a Bess a su mundo de drogas y placer, mientras el amor entre Porgy y Bess se hace más fuerte.
Acto III: Bess está tentada de dejar a Porgy por Sportin’ Life, pero tras el regreso de Crown y un enfrentamiento final, finalmente vuelve con Porgy, que está decidido a ayudarla a escapar del caos de su pasado. La ópera termina con una nota esperanzadora pero agridulce cuando Porgy parte hacia Nueva York con Bess.
Temas y contexto social
Raza e identidad: La ópera explora temas de raza, pobreza e identidad, centrándose en las luchas de los personajes negros en el Sur de Estados Unidos de principios del siglo XX.
Amor y redención: La historia de amor central entre Porgy y Bess es una historia de redención, ya que Porgy ofrece a Bess la oportunidad de construir una vida mejor, a pesar de los retos que les rodean.
Comunidad y conflicto: La ópera describe la comunidad unida pero fracturada de Catfish Row, destacando tanto el apoyo como las tensiones que existen en su seno.
Legado e influencia
Renacimiento y popularidad: A lo largo de los años, Porgy and Bess ha sido reestrenada en numerosas ocasiones, y su música ha sido acogida tanto por la comunidad clásica como por la del jazz. La ópera ha sido representada por las principales compañías de ópera de todo el mundo, y ha sido adaptada en una exitosa producción de Broadway, varias películas y conciertos.
Influencia del jazz: Muchas de las canciones de Porgy and Bess han sido versionadas por músicos de jazz, como Miles Davis, Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, lo que contribuye a asegurar su lugar tanto en la tradición operística como en la del jazz.
Impacto cultural: A pesar de su difícil acogida inicial, Porgy and Bess está considerada hoy una de las óperas estadounidenses más importantes, y su retrato de la vida, la música y la cultura afroamericanas está ampliamente reconocido como innovador e influyente.
Grabaciones clave
La grabación de Louis Armstrong y Ella Fitzgerald de Porgy and Bess en 1951 pone de relieve la influencia del jazz en la ópera.
La grabación de 1976 de la Filarmónica de Nueva York dirigida por Leonard Bernstein es una de las interpretaciones más célebres de la ópera.
Obras notables
La producción de George Gershwin incluye una amplia variedad de obras más allá de las conocidas Rhapsody in Blue, Porgy and Bess y Summertime. He aquí algunas de sus otras composiciones notables que reflejan su versatilidad e influencia en diferentes géneros musicales:
1. Un americano en París (1928)
Esta pieza orquestal captura la experiencia de un turista americano en París, mezclando los sonidos de la música callejera francesa con los ritmos jazzísticos característicos de Gershwin y una exuberante escritura orquestal. La pieza es famosa por su vívido retrato de la vida urbana y su descripción de la experiencia del expatriado estadounidense.
2. Concierto en Fa (1925)
Compuesto como continuación de Rhapsody in Blue, este concierto para piano combina la forma clásica con elementos de jazz. Presenta los animados motivos rítmicos de Gershwin, melodías inspiradas en el blues y armonías sofisticadas. El concierto se ha convertido en un elemento básico del repertorio pianístico y es interpretado con frecuencia por pianistas clásicos.
3. De ti canto (1931)
Of Thee I Sing, un musical de Broadway que ganó el Premio Pulitzer de Teatro, es una sátira política sobre la carrera presidencial estadounidense. El musical mezcla las sofisticadas melodías de Gershwin con humor y letras ingeniosas, explorando temas de patriotismo, amor y corrupción gubernamental. La obra contiene canciones memorables como «Who Cares?» y «Love Is Sweeping the Country».
4. Girl Crazy (1930)
Se trata de un musical de Broadway conocido por sus melodías pegadizas y alegres. El espectáculo incluye la famosa canción «I Got Rhythm», que se convirtió en uno de los estándares perdurables de Gershwin. Girl Crazy es una historia desenfadada ambientada en el Oeste americano, con elementos de comedia bufa y romance.
5. Strike Up the Band (1927)
Strike Up the Band, un musical satírico de Broadway sobre un conflicto ficticio entre Estados Unidos y Suiza, aborda con humor la guerra, la política y las relaciones internacionales. La canción del título se convirtió en un conocido grito de guerra, y el espectáculo cuenta con las vibrantes y rítmicas composiciones de Gershwin.
6. Shall We Dance (1937)
Se trata de un musical de Broadway y una colaboración cinematográfica con Fred Astaire y Ginger Rogers. Contiene canciones como «They Can’t Take That Away from Me» y «Shall We Dance». El musical presenta la característica mezcla de estilos jazz, clásico y popular de Gershwin, y destaca por su suave integración de baile y música.
7. Obertura cubana (1932)
Compuesta originalmente como Rumba, esta obra orquestal está fuertemente influenciada por los ritmos y melodías cubanos. Se inspiró en el viaje de Gershwin a La Habana, Cuba, e incorpora percusión viva y ritmos sincopados junto a una exuberante orquestación. Esta pieza refleja la fascinación de Gershwin por diversas tradiciones musicales del mundo.
8. Canción de cuna (1919)
Pequeña e íntima obra de cámara para cuarteto de cuerda, Lullaby muestra la habilidad de Gershwin para escribir en un lenguaje clásico. La pieza es relajante y reflexiva, con una suave melodía que se ha convertido en una de las favoritas tanto de los intérpretes como de los oyentes.
9. Embraceable You (1928)
Esta popular canción, escrita para el musical de Broadway Girl Crazy, se ha convertido en uno de los estándares más queridos de Gershwin. Su sofisticada y suave melodía y su sentida letra capturan el encanto romántico por el que son conocidas las baladas de Gershwin.
10. Rapsodia en azul (1924)
Aunque no figuraba en la lista anterior, merece la pena mencionarla de nuevo como una de sus obras más revolucionarias. Aunque es muy conocida, no se puede exagerar todo el impacto y la influencia de Rhapsody in Blue, ya que fue una pieza que marcó un hito al mezclar la música clásica con el jazz.
11. Ritmo fascinante (1924)
Escrita para el musical de Broadway Lady, Be Good, esta canción influenciada por el jazz captura el genio rítmico de Gershwin y se convirtió en un número icónico. Los ritmos sincopados de la pieza y su pegadiza melodía la convirtieron en un éxito en Broadway y en una de las favoritas de los músicos de jazz.
Legado e influencia
Estas obras, junto con las composiciones más famosas de Gershwin, ponen de relieve su capacidad para innovar en todos los géneros y combinar la música clásica y popular de formas nuevas y emocionantes. Ya sea a través de los musicales de Broadway, las composiciones orquestales o los estándares de jazz, la música de Gershwin sigue siendo parte integrante de la historia de la música estadounidense y continúa influyendo en los músicos de hoy en día.
(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)