Apuntes sobre Richard Strauss y sus obras

Presentación

Richard Strauss (1864-1949) fue un compositor y director de orquesta alemán, famoso por sus poemas tonales, óperas y lieder ricamente orquestados. Fue uno de los principales compositores de finales del Romanticismo y principios del Modernismo, conocido por su innovador uso de la orquestación, la armonía y la intensidad dramática.

Biografía

Vida temprana:

Nacido el 11 de junio de 1864 en Múnich (Alemania), Strauss era hijo de Franz Strauss, trompa principal de la Orquesta de la Corte de Múnich. Su padre era un músico conservador, mientras que su madre procedía de una acaudalada familia de cerveceros.
Expuesto a la música desde una edad temprana, Strauss compuso sus primeras obras de niño, muy influido por compositores clásicos como Mozart, Beethoven y Schubert.

Educación musical:

Strauss estudió música formalmente y se convirtió en un experto pianista y director de orquesta. Al principio, su estilo se ceñía a las formas clásicas, pero más tarde adoptó las ideas revolucionarias de Wagner, Liszt y Berlioz, sobre todo en la música programática.

Lo más destacado de su carrera:

Strauss comenzó su carrera como director de orquesta y rápidamente obtuvo reconocimiento por sus poemas tonales, a lo que siguió la fama internacional de sus óperas. Fue director de orquesta en Múnich, Weimar, Berlín y Viena.
Su papel como figura cultural en la Alemania nazi sigue siendo controvertido, aunque su principal objetivo durante esa época fue proteger a su nuera judía y a sus nietos.

Años posteriores y muerte:

Strauss se mantuvo activo como compositor hasta los 80 años. Sus últimas obras, como Metamorphosen y Four Last Songs, son reflexivas y conmovedoras.
Murió el 8 de septiembre de 1949 en Garmisch-Partenkirchen, Alemania.

Obras clave

Poemas tonales (Poemas sinfónicos)

Los poemas sonoros de Strauss se encuentran entre sus logros más célebres, y muestran su dominio de la orquestación y la música narrativa:

Don Juan (1888): Una virtuosa representación de las aventuras del legendario enamorado.
Also sprach Zarathustra (1896): Inspirada en la novela filosófica de Nietzsche, esta obra es famosa por su fanfarria de apertura (Amanecer), utilizada en 2001: Una odisea del espacio.
Ein Heldenleben (La vida de un héroe, 1898): Obra semiautobiográfica que retrata los triunfos y las luchas de un artista-héroe.
Till Eulenspiegels lustige Streiche (1895): Representación humorística y animada del travieso héroe popular Till Eulenspiegel.
Muerte y transfiguración (1889): Conmovedora exploración de los últimos momentos y la ascensión espiritual de un hombre.

Óperas

Strauss revolucionó la ópera con su innovador uso de la armonía y la orquestación, así como con sus colaboraciones con libretistas como Hugo von Hofmannsthal:

Salomé (1905): Basada en la obra teatral de Oscar Wilde, esta ópera conmocionó al público por su sensualidad y su música disonante, especialmente la culminante Danza de los Siete Velos.
Elektra (1909): Una narración desgarradora y expresionista de la tragedia griega, notable por su intenso dramatismo y sus avanzadas armonías.
El caballero de la rosa (1911): Una ópera cómica y nostálgica ambientada en la Viena del siglo XVIII, que combina melodías exuberantes con temas de vals.
Ariadne auf Naxos (1912/1916): Una mezcla de comedia y tragedia, que combina los estilos de la ópera buffa y la ópera seria.
Capriccio (1942): Una «pieza de conversación» filosófica sobre la naturaleza de la ópera, que refleja el estilo maduro de Strauss.
Lieder (Canciones)

Strauss fue un prolífico compositor de lieder, a menudo acompañados de orquesta o piano. Sus canciones son apreciadas por su lirismo y profundidad emocional:

«Morgen!» (Op. 27, nº 4): Una canción serena y optimista sobre el amor y el futuro.
«Allerseelen» (Op. 10, nº 8): Un tierno recuerdo de amor.
Cuatro últimas canciones (1948): Un ciclo profundamente reflexivo escrito poco antes de su muerte, en el que medita sobre la vida, la muerte y la trascendencia.

Estilo e innovaciones

Orquestación:

Las obras de Strauss se caracterizan por una orquestación exuberante e intrincada. Superó los límites del color orquestal, creando ricas texturas y efectos dramáticos.

Lenguaje armónico:

Sus primeras obras están firmemente arraigadas en la tonalidad romántica, pero más tarde experimentó con el cromatismo y la disonancia, especialmente en óperas como Salomé y Elektra.

Narrativa musical:

Strauss era un maestro de la narración musical, sobre todo en sus poemas tonales, en los que utilizaba leitmotivs y vívidos efectos orquestales para describir personajes y acontecimientos.

Mezcla de tradición y modernidad:

Aunque Strauss adoptó técnicas modernas, también mantuvo una fuerte conexión con la tradición romántica, sobre todo en sus últimas obras.

Legado

Richard Strauss está considerado uno de los más grandes compositores de finales del Romanticismo y principios de la Modernidad. Sus obras siguen interpretándose con frecuencia y son célebres por su fuerza emocional, brillantez técnica e intensidad dramática.

Historia

Richard Strauss, nacido el 11 de junio de 1864 en Múnich (Alemania), fue un compositor cuya vida tendió un puente entre el Romanticismo tardío y la Modernidad temprana. Su educación en un ambiente musical influyó profundamente en su vida. Su padre, Franz Strauss, era cornista principal de la Orquesta de la Corte de Múnich y un acérrimo tradicionalista que admiraba a compositores como Mozart y Beethoven, pero desaprobaba las innovaciones de Wagner. A pesar de ello, el joven Richard absorbió tanto las tradiciones clásicas de su padre como las ideas revolucionarias que definirían sus obras posteriores.

Strauss empezó a componer a una edad temprana, y su talento precoz se hizo evidente en sus obras para piano y de cámara. Sus primeras composiciones se ceñían a modelos conservadores, ya que su padre guió su educación inicial. Sin embargo, su encuentro con la música de Wagner durante su adolescencia marcó un punto de inflexión. Aunque su padre lo desaprobaba, Strauss quedó cautivado por las exuberantes orquestaciones y la expresividad dramática de Wagner, que plantaron las semillas de su futuro estilo.

A los veinte años, la carrera de Strauss empezó a florecer cuando consiguió puestos de dirección en prestigiosas orquestas, primero en Múnich y más tarde en Weimar, Berlín y Viena. La dirección de orquesta no sólo le proporcionó estabilidad económica, sino que también le permitió dar a conocer sus composiciones. Su primer gran avance se produjo con sus poemas sonoros, empezando por «Don Juan» (1888), que anunciaban su dominio de la orquestación y su talento para la narración musical. Estos poemas sinfónicos, entre ellos «Also sprach Zarathustra», «Till Eulenspiegel’s Merry Pranks» y «Ein Heldenleben», le consagraron como uno de los compositores más destacados de su época.

La carrera operística de Strauss comenzó en serio a principios del siglo XX. Su ópera «Salomé» (1905), basada en la obra de Oscar Wilde, conmocionó y fascinó al público por su provocador tema y su partitura intensamente disonante. A este éxito siguió «Elektra» (1909), una obra innovadora que superó los límites de la armonía y la intensidad emocional, anunciando el amanecer del modernismo en la ópera. Sin embargo, Strauss pronto viró hacia un estilo más lírico y nostálgico con «Der Rosenkavalier» (1911), una exuberante y elegante comedia ambientada en la Viena del siglo XVIII que se convirtió en una de sus obras más populares.

Strauss colaboró estrechamente con el poeta Hugo von Hofmannsthal, que se convirtió en su libretista más importante. Juntos crearon obras maestras de la ópera que combinaban la profundidad filosófica con una música rica en texturas, como «Ariadne auf Naxos» y «Die Frau ohne Schatten». Sin embargo, su colaboración terminó con la muerte de Hofmannsthal en 1929, dejando a Strauss sin un aliado creativo de talla comparable.

Los últimos años del compositor estuvieron marcados tanto por el triunfo como por la controversia. Durante la época nazi, Strauss ocupó cargos culturales oficiales, incluido el de presidente de la Reichsmusikkammer. Su relación con el régimen ha sido objeto de gran debate; aunque Strauss era apolítico y se centraba en proteger a su nuera judía y a sus nietos, su asociación con las autoridades nazis empañó su legado. A pesar de estos problemas, Strauss siguió componiendo y creó algunas de sus obras más profundas en sus últimos años.

En la última década de su vida, Strauss reflexionó sobre la mortalidad y el legado de su arte. Sus «Cuatro últimas canciones» (1948), escritas casi al final de su vida, son hermosas meditaciones sobre la vida y la muerte. Strauss falleció el 8 de septiembre de 1949 en Garmisch-Partenkirchen, Alemania, a la edad de 85 años.

La vida de Richard Strauss se caracterizó por sus notables logros artísticos y su adaptación a un panorama musical y político en rápida evolución. Sus obras, que abarcan desde los vívidos poemas tonales de su juventud hasta la belleza introspectiva de sus últimos lieder, siguen cautivando al público de todo el mundo, lo que asegura su lugar entre los más grandes compositores de la historia.

Cronología

1864: Nace el 11 de junio en Múnich, Alemania, en el seno de una familia de músicos; su padre, Franz Strauss, era un destacado trompista.
1870s: Comenzó a componer música de niño, mostrando un talento precoz para el piano y la composición.
1882: Estudia filosofía e historia del arte en la Universidad de Múnich, al tiempo que prosigue sus estudios musicales.
1885: Asistente del director de orquesta Hans von Bülow en Meiningen.
1888: Compone su primer gran poema tonal, «Don Juan», que lanza su carrera como compositor.
1889: Dirige en Weimar y compone «Muerte y transfiguración», otro célebre poema tonal.
1896: Estrena «Also sprach Zarathustra», una de sus obras orquestales más famosas.
1898: Director titular de la Ópera Imperial de Berlín.
1905: Estreno de su ópera «Salomé», que escandaliza y fascina al público con sus temas provocadores.
1909: Estrena «Elektra», una ópera modernista revolucionaria.
1911: Compone «Der Rosenkavalier», una ópera nostálgica y elegante que se convierte en una de sus obras más populares.
1912-1929: Colabora con el libretista Hugo von Hofmannsthal en óperas como «Ariadne auf Naxos» (1912/1916) y «Die Frau ohne Schatten» (1919).
1919: Se convierte en codirector de la Ópera Estatal de Viena.
1930s: Sigue componiendo óperas, pero su popularidad disminuye.
1933-1945: Fue presidente de la Reichsmusikkammer bajo el régimen nazi, pero fue criticado por su asociación con ella. Protegió a los miembros de su familia judía durante esta época.
1945: Fue testigo del final de la Segunda Guerra Mundial; compuso la lúgubre «Metamorphosen», en la que reflexiona sobre la destrucción de la cultura alemana.
1948: Termina su última obra maestra, las «Cuatro últimas canciones», meditaciones sobre la vida y la muerte.
1949: Muere el 8 de septiembre en Garmisch-Partenkirchen, Alemania, a la edad de 85 años.

Características de la música

La música de Richard Strauss se caracteriza por su viva expresividad, su dominio técnico y su capacidad para evocar emociones e imágenes profundas. Fue uno de los compositores más innovadores de su época, a caballo entre el Romanticismo y el Modernismo. A continuación se enumeran las principales características de su música:

1. Orquestación magistral

Texturas ricas y exuberantes: Strauss era un maestro de la orquestación, conocido por crear paisajes sonoros intrincados, coloridos y detallados. Su uso de la orquesta se comparaba a menudo con la pintura sonora.
Orquesta ampliada: utilizaba grandes orquestas, con instrumentación innovadora, para conseguir una amplia gama de timbres y contrastes dinámicos.

Ejemplos:

La fanfarria de apertura de Also sprach Zarathustra (1896) demuestra su capacidad para crear efectos dramáticos y poderosos.
El poema tonal Ein Heldenleben (1898) presenta una escritura virtuosística para cada sección de la orquesta.

2. Enfoque programático y narrativo

Strauss solía componer música programática, obras que cuentan una historia o describen acontecimientos, personajes o emociones específicos.
Sus poemas sonoros (por ejemplo, Don Juan, Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel, Muerte y transfiguración) son narraciones musicales que retratan vívidamente personajes, paisajes y acontecimientos dramáticos.
Sus óperas son igualmente narrativas, con detallados acompañamientos orquestales que realzan el drama y la profundidad emocional de las historias.

3. Rango emocional e intensidad dramática

La música de Strauss abarca un amplio espectro emocional, desde lo heroico y triunfal hasta lo profundamente introspectivo y trágico.
Podía representar estados psicológicos extremos, especialmente en sus óperas Salomé (1905) y Elektra (1909), que transmiten una intensidad emocional cruda, casi insoportable.
En cambio, obras como Der Rosenkavalier (1911) muestran un lado más ligero, nostálgico y cómico.

4. Armonías complejas

Strauss traspasó los límites de la tonalidad tradicional, sobre todo en sus obras de principios del siglo XX.
Cromatismo y disonancia: Óperas como Salomé y Elektra contienen un denso lenguaje armónico y atrevidas disonancias, que reflejan la tensión psicológica de las historias.
A pesar de experimentar con técnicas modernistas, Strauss nunca abandonó por completo la tonalidad, resolviendo a menudo las disonancias para proporcionar momentos de alivio armónico.

5. Leitmotivs y desarrollo temático

Strauss utilizaba con frecuencia leitmotivs, temas musicales asociados a personajes, ideas o emociones concretas. Estos temas evolucionan a lo largo de la obra, reflejando la progresión narrativa o dramática.
En Ein Heldenleben, por ejemplo, Strauss asigna motivos al héroe, a sus adversarios y a su interés amoroso, desarrollándolos de forma interactiva.

6. Exigencias virtuosísticas

Las obras de Strauss son técnicamente exigentes para los intérpretes, ya que requieren un alto nivel de habilidad.
Para las orquestas: Su música presenta a menudo un contrapunto intrincado, pasajes rápidos y amplios rangos dinámicos.
Para los cantantes: Sus óperas exigen una increíble resistencia vocal y expresividad dramática, especialmente en papeles como Salomé y Elektra.
Para solistas: Sus obras orquestales y conciertos suelen destacar instrumentos individuales, como la trompa en su Concierto para trompa nº 1.

7. Mezcla de tradición e innovación

Strauss estaba profundamente arraigado en la tradición romántica, siguiendo el legado de compositores como Wagner, Liszt y Berlioz, pero modernizó sus técnicas.
Adoptó la innovación en la armonía, la forma y la orquestación, al tiempo que mantenía elementos de lirismo y claridad estructural, especialmente en sus últimas obras, como Cuatro últimas canciones (1948).

8. Exploración de la experiencia humana

La música de Strauss aborda a menudo temas universales como el amor, el heroísmo, la mortalidad y la transformación. Por ejemplo:
Muerte y transfiguración retrata el viaje de un alma desde el sufrimiento terrenal hasta la paz eterna.
Cuatro últimas canciones reflexiona sobre la belleza y la inevitabilidad del final de la vida.

9. Humor y jocosidad

Muchas de sus obras incorporan ingenio y humor, a menudo a través de gestos musicales o temas lúdicos.
Merry Pranks, de Till Eulenspiegel, es un buen ejemplo, con sus traviesas melodías y divertidos efectos orquestales que representan las aventuras del embaucador titular.

10. Lirismo romántico tardío

Strauss mantuvo el amor por la melodía a lo largo de toda su carrera. Incluso en sus obras más modernistas brillan momentos de lirismo.
Sus lieder (Morgen!, Allerseelen, Zueignung) ponen de manifiesto su capacidad para componer bellas melodías que parecen canciones y que son profundamente expresivas.

Conclusión

La música de Richard Strauss es testimonio de su genio como compositor y orquestador. Combina profundidad emocional, brillantez técnica y una amplia exploración de la condición humana. Su capacidad para equilibrar la innovación con la tradición garantiza su atractivo duradero tanto para el público como para los intérpretes.

Richard Strauss está emparentado con Johann Strauss II

Richard Strauss y Johann Strauss II no estaban emparentados directamente, a pesar de compartir el mismo apellido y ser compositores destacados. Su conexión es sólo una coincidencia en cuanto a su apellido y su prominencia en la música clásica.

Johann Strauss II (1825-1899) formaba parte de la famosa familia Strauss de Viena, conocida como los «Reyes del Vals». Johann II es célebre por su música ligera, especialmente valses y operetas como El Danubio Azul y Die Fledermaus.

Richard Strauss (1864-1949) fue un compositor alemán asociado a los periodos romántico tardío y modernista temprano. Es famoso por sus poemas sonoros (Also sprach Zarathustra, Don Juan) y óperas (Salome, Der Rosenkavalier).

Aunque vivieron en periodos coincidentes y desarrollaron carreras musicales, sus estilos y géneros eran muy diferentes. Johann Strauss II se centró en la música ligera vienesa, mientras que Richard Strauss fue una figura importante en las obras orquestales y operísticas de finales del siglo XIX y principios del XX.

Relaciones con otros compositores

Richard Strauss mantuvo importantes relaciones profesionales con otros compositores, aunque no necesariamente familiares. A continuación se exponen algunas conexiones clave:

Relaciones directas con compositores:

Alexander Ritter (1833-1896)

Ritter estaba casado con una sobrina de Richard Wagner y ejerció una gran influencia sobre Strauss. Introdujo a Strauss en la música de Wagner y en las ideas de Liszt, alejándole de las tradiciones clásicas de Brahms y Schumann hacia estilos de composición programáticos y de poemas tonales.

Gustav Mahler (1860-1911)

Strauss y Mahler mantuvieron una relación cordial pero competitiva. Ambos eran destacados contemporáneos que se admiraban mutuamente. Mahler dirigía la música de Strauss y éste, a su vez, reconocía la influencia y la grandeza de Mahler, aunque diferían en el estilo compositivo.

Hans von Bülow (1830-1894)

Von Bülow fue uno de los mentores más importantes de Strauss. Como director de orquesta y pianista, dio a Strauss importantes oportunidades al principio de su carrera. Strauss fue asistente de von Bülow y más tarde le sucedió como director de la Orquesta de Meiningen.

Richard Wagner (1813-1883)

Aunque Strauss nunca conoció a Wagner (Wagner murió cuando Strauss tenía 19 años), su música influyó profundamente en sus obras operísticas y orquestales. Strauss admiraba a Wagner y absorbió muchos aspectos de sus técnicas armónicas y dramáticas.

Hugo von Hofmannsthal (1874-1929)

Aunque no era compositor, Hofmannsthal fue el principal libretista y colaborador de Strauss en óperas como Der Rosenkavalier, Ariadne auf Naxos y Elektra. Su colaboración fue tan decisiva para el éxito operístico de Strauss como cualquier relación con otro compositor.

Arnold Schoenberg (1874-1951)

Aunque Strauss no adoptó el estilo atonal de Schoenberg, ambos compositores conocían la obra del otro. Strauss dirigió algunas de las primeras composiciones tonales de Schoenberg y mostró interés por los desarrollos modernistas, aunque finalmente siguió su propio camino más tonal.

Igor Stravinsky (1882-1971)

Strauss y Stravinsky conocían la obra del otro, pero tenían filosofías musicales diferentes. Está documentada la admiración de Strauss por las primeras obras de Stravinsky, como El pájaro de fuego y La consagración de la primavera, aunque el estilo de Stravinsky cambió radicalmente en direcciones que Strauss no siguió.

Paul Hindemith (1895-1963)

Strauss y Hindemith se respetaban mutuamente, pero representaban a generaciones y enfoques compositivos diferentes. Hindemith, siendo más joven, admiraba a Strauss como figura monumental de la música alemana.

Contexto general:

Aunque Strauss recibió la influencia de Wagner y Liszt al principio de su carrera, se mantuvo relativamente independiente, forjando su propio camino. Colaboraba más con libretistas y dramaturgos que con otros compositores directamente, pero su música dialogaba a menudo con las tradiciones e innovaciones de sus coetáneos.

Compositores similares

La música de Richard Strauss tiende un puente entre el Romanticismo tardío y el modernismo temprano, y se caracteriza por una orquestación exuberante, profundidad emocional e intensidad dramática. A continuación se enumeran compositores con similitudes con Strauss en diversos aspectos:

Influencias románticas y postrománticas
Gustav Mahler (1860-1911)

Tanto Strauss como Mahler trabajaron en el romanticismo tardío, haciendo hincapié en la orquestación expansiva y la expresión dramática. Mientras que Strauss se centró en poemas tonales y óperas, las sinfonías de Mahler comparten la misma intensidad emocional y grandeza orquestal.
Richard Wagner (1813-1883)

Strauss se vio profundamente influido por las innovaciones operísticas de Wagner, como el uso de leitmotivs, la riqueza armónica y el drama a gran escala. Óperas de Strauss como Salomé y Elektra muestran la influencia wagneriana.
Anton Bruckner (1824-1896)

Al igual que Strauss, Bruckner creó grandes obras orquestales con texturas complejas e intensidad espiritual. Aunque Bruckner se inclinó por las sinfonías, la grandeza y la audacia armónica resuenan con los poemas tonales de Strauss.
Franz Liszt (1811-1886)

Liszt fue pionero en el formato de poema sinfónico que Strauss dominó. Ambos compositores utilizaron la música para evocar narraciones vívidas y viajes emocionales.
Maestros de la orquesta y la ópera
Hector Berlioz (1803-1869)

Las primeras obras programáticas de Berlioz, como la Sinfonía fantástica, comparten el interés de Strauss por contar historias a través de la música. La audaz orquestación de Berlioz también es paralela al enfoque colorista de Strauss.
Camille Saint-Saëns (1835-1921)

Los poemas tonales de Saint-Saëns, como Danse macabre y Le Rouet d’Omphale, guardan similitudes con los de Strauss en su vívida imaginería y brillantez orquestal.
Claude Debussy (1862-1918)

Aunque más impresionistas, Debussy y Strauss coincidían en su capacidad para crear atmósferas. Obras como Don Juan y Der Rosenkavalier de Strauss pueden compararse con el Prélude à l’après-midi d’un faune de Debussy por sus exuberantes texturas y matices expresivos.
Jean Sibelius (1865-1957)

Los poemas sonoros de Sibelius (Finlandia, Tapiola) tienen una estructura narrativa parecida a la de Strauss. Su orquestación, aunque a menudo más austera, comparte con la de Strauss el interés por el estado de ánimo y el desarrollo temático.
Contemporáneos del siglo XX
Erich Wolfgang Korngold (1897-1957)

El exuberante lenguaje del romanticismo tardío de Korngold, especialmente en sus óperas y partituras cinematográficas, muestra fuertes paralelismos con la música de ricas texturas de Strauss.
Sergei Rachmaninoff (1873-1943)

El lirismo y virtuosismo románticos de Rachmaninoff resuenan con la habilidad de Strauss para equilibrar belleza y complejidad técnica en sus obras orquestales.
Zoltán Kodály (1882-1967) y Béla Bartók (1881-1945)

Aunque más influidas por las tradiciones folclóricas, las obras tonales de estos compositores de principios del siglo XX comparten el interés de Strauss por el colorido y la innovación orquestales.
Igor Stravinsky (1882-1971) (primeras obras)

Los primeros ballets de Stravinsky, como El pájaro de fuego, reflejan la maestría de Strauss en la orquestación y el dramatismo dinámico.
Tradiciones alemana y austro-alemana
Hans Pfitzner (1869-1949)
Contemporáneo de Strauss, las obras de Pfitzner, especialmente su ópera Palestrina, comparten un lenguaje armónico tardorromántico y una profundidad filosófica similares.
Max Reger (1873-1916)
Las obras de Reger, densamente orquestadas y cromáticas, son similares a las de Strauss en su complejidad y peso emocional.

Obras notables

Richard Strauss es famoso por sus óperas, poemas tonales y obras orquestales, que ejemplifican el Romanticismo tardío y el modernismo temprano. A continuación encontrará una lista de sus obras más destacadas en distintos géneros:

Óperas
Las óperas de Strauss son una de sus contribuciones más significativas a la música, ya que combinan el drama wagneriano con su estilo único.

Salomé (1905)

Escandalosa ópera en un acto basada en la obra de Oscar Wilde, con la infame Danza de los Siete Velos y una intensa escena final.

Elektra (1909)
Ópera en un acto de extrema intensidad emocional, conocida por su disonancia y su gran orquestación.

El caballero de la rosa (1911)

Una ópera cómica con exuberantes valses de inspiración vienesa y una agridulce exploración del amor y el tiempo.

Ariadna en Naxos (1912; revisada en 1916)

Una mezcla única de comedia y tragedia, que combina la ópera buffa con la ópera seria.

La mujer sin sombra (1919)

Una ópera densa y rica en símbolos, a menudo considerada una de las obras más ambiciosas de Strauss.

Arabella (1933)

Una ópera romántica con un estilo elegante y lírico, a menudo comparada con Der Rosenkavalier.

Capriccio (1942)

La última ópera de Strauss, una exploración filosófica de la relación entre las palabras y la música.

Poemas tonales

Los poemas sonoros de Strauss son obras maestras de la música orquestal programática, que describen vívidamente historias, personajes e ideas.

Don Juan (1888)

Una representación virtuosa y enérgica del amante legendario.

Tod und Verklärung (Muerte y transfiguración) (1889)

Una obra profundamente emotiva que explora el viaje de un moribundo al más allá.

Till Eulenspiegels lustige Streiche (Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel) (1895)

Una representación humorística y traviesa de las aventuras del héroe popular Till Eulenspiegel.

Also sprach Zarathustra (1896)

Inspirada en la obra filosófica de Friedrich Nietzsche, famosa por su icónico comienzo (Amanecer).

Don Quijote (1897)

Un poema tonal protagonizado por un violonchelo solo (Don Quijote) y una viola (Sancho Panza), que representa episodios de la novela de Cervantes.

Ein Heldenleben (La vida de un héroe) (1898)

Un poema tonal autobiográfico que celebra la vida y los triunfos de un héroe (el propio Strauss).

Sinfonía doméstica (1903)

Una representación musical de la vida familiar de Strauss.

Eine Alpensinfonie (Una sinfonía alpina) (1915)

Un gran poema tonal que describe un día de escalada en los Alpes.

Obras orquestales y corales

Metamorfosis (1945)

Una obra para 23 cuerdas solistas, una reflexión sobre la destrucción de la cultura alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuatro últimas canciones (1948)

Un conjunto de canciones orquestales para soprano y orquesta, entre las obras más conmovedoras y bellas de Strauss.

Concierto para trompa nº 1 en mi bemol mayor (1882-1883)

Una obra juvenil y lírica que muestra la conexión de Strauss con la trompa (su padre era trompista).

Concierto para trompa nº 2 en mi bemol mayor (1942)

Una obra de madurez que refleja su estilo tardío.

Lieder (Canciones)

Strauss compuso numerosas canciones, a menudo con ricos acompañamientos orquestales.

Zueignung (Dedicatoria), Op. 10 nº 1 (1885)

Una querida canción temprana que muestra el don melódico de Strauss.

¡Morgen! (¡Mañana!), Op. 27 No. 4 (1894)

Una canción radiante y tierna interpretada a menudo con obbligato de violín.

Cäcilie (Cecilia), Op. 27 nº 2 (1894)

Una apasionada expresión de amor.

Vier letzte Lieder (Cuatro últimas canciones) (1948)

La última obra maestra de Strauss, que reflexiona sobre la vida y la muerte con profunda belleza.

Ballets y otras obras

Josephs-Legende (La leyenda de José) (1914)

Ballet inspirado en la historia bíblica de José.

Suite Le Bourgeois gentilhomme (1917)

Suite orquestal desenfadada basada en la obra de Molière.

También Zaratustra, Op. 30

Estructura y movimientos

La obra se divide en nueve secciones, que se interpretan sin pausa. Estas secciones se introducen en la partitura con títulos que corresponden a temas del libro de Nietzsche. A pesar de la inspiración filosófica, Strauss pretendía que la obra fuera más evocadora que programática.

Introducción: «Amanecer»

La famosa fanfarria de apertura, con un do sostenido tocado por el órgano, los metales y los timbales, representa el sol naciente. Simboliza el despertar de la conciencia y la grandeza de la naturaleza.
Esta sección se convirtió en un icono tras ser utilizada en la película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea del espacio (1968).

«Von den Hinterweltlern (De los habitantes del otro mundo)

Una sección sombría y meditativa, que posiblemente refleja la crítica de Nietzsche a las creencias metafísicas y las aspiraciones de otro mundo.

«Del gran anhelo» (Von der großen Sehnsucht)

Música expresiva y anhelante, que simboliza los deseos humanos y la búsqueda de sentido.

«De alegrías y pasiones» (Von den Freuden und Leidenschaften)

Música apasionada y tormentosa, que retrata el tumulto de las emociones.

«La canción de la tumba» (Das Grablied)

Una sección más tranquila y reflexiva, que representa los temas de la mortalidad y la fugacidad de la vida.

«De la ciencia y el saber» (Von der Wissenschaft)

En esta sección comienza una fuga, que utiliza la interpretación de Strauss de la búsqueda científica de la verdad, empleando un estilo rígido e intelectual.

«El convaleciente» (Der Genesende)

Un regreso triunfal a los temas anteriores, que sugiere recuperación y transformación.

«La canción de la danza» (Das Tanzlied)

Con un violín solista y un carácter juguetón y animado, simboliza una celebración de la vida y de las alegrías terrenales.

«Canción del vagabundo nocturno (Nachtwandlerlied)

Un final tranquilo y misterioso, que se desvanece en la ambigüedad. La relación armónica no resuelta entre las tonalidades de Do mayor y Si mayor sugiere la naturaleza eterna y cíclica de la existencia.

Orquestación

La orquestación de «Also sprach Zarathustra» de Strauss es enorme, diseñada para crear texturas vivas y contrastes dramáticos. La orquesta completa incluye:

Cuerdas: Gran sección de cuerda, con partes divididas para mayor riqueza.
Viento-madera: Flautín, flautas, oboes, corno inglés, clarinetes, clarinete bajo, fagotes, contrafagot.
Metales: Trompas, trompetas, trombones y tuba.
Percusión: Timbales, bombo, caja, platillos, triángulo, glockenspiel y un gran órgano.
Otros: Arpas, órgano y tuba contrabajo opcional.

Significado

Innovaciones musicales: La obra demuestra la maestría de Strauss en la orquestación, su habilidad para evocar profundas ideas filosóficas a través de la música y su audaz uso de la ambigüedad tonal (por ejemplo, el final no resuelto).
Impacto cultural: La fanfarria de apertura (Sunrise) se convirtió en un icono de la cultura popular, especialmente tras su uso en 2001: Una odisea del espacio.
Resonancia filosófica: Aunque no es una representación estricta de las ideas de Nietzsche, la obra aborda temas como el esfuerzo humano, la grandeza de la naturaleza y la contemplación existencial.

Eine Alpensinfonie, Op. 64

«Eine Alpensinfonie» (Una sinfonía alpina), Op. 64, es una de las obras orquestales de Richard Strauss más expansivas y programáticas. Terminada en 1915, es un poema tonal a gran escala que describe un día de viaje por los Alpes, lleno de paisajes dramáticos, cambios climáticos y reflexiones humanas.

Fondo

Inspiración: Strauss se inspiró en sus propias experiencias escalando montañas cerca de su casa en Baviera, así como en su admiración por la naturaleza. También citó una experiencia de su infancia, cuando él y un grupo de escaladores se vieron atrapados en una tormenta durante una excursión por la montaña.
Trasfondo filosófico: Strauss veía Eine Alpensinfonie como un rechazo simbólico de la religión organizada en favor de la celebración del poder sublime de la naturaleza, un tema influenciado por las filosofías de Friedrich Nietzsche.

Estreno: La obra se estrenó el 28 de octubre de 1915 en Berlín, bajo la dirección del propio Strauss.

Estructura programática

La sinfonía es continua, dura unos 50 minutos, pero Strauss la dividió en 22 secciones distintas. Estas secciones forman un vívido viaje musical desde la base de la montaña hasta su cima y de vuelta hacia abajo.

La noche (Nacht)

Comienza con una atmósfera oscura y misteriosa, que prepara el escenario para el amanecer.

Amanecer (Sonnenaufgang)

Una representación triunfal y radiante del sol naciente, con metales y cuerdas brillantes.

El ascenso (Der Anstieg)

Representa el comienzo de la ascensión con motivos enérgicos y ascendentes.

Entrada en el bosque (Eintritt in den Wald)

Evoca el ambiente tranquilo y misterioso del bosque.

Vagando junto al arroyo (Wandern neben dem Bach)

Melodías suaves y fluidas retratan la tranquilidad de un arroyo de montaña.

En la cascada (Am Wasserfall)

Una orquestación chispeante crea la imagen de una cascada.

Aparición (Erscheinung)

Sugiere un momento de asombro o misterio en la naturaleza.

En los prados en flor (Auf blumigen Wiesen)

Una sección pastoral e idílica que evoca un campo de flores silvestres.

En los pastos alpinos (Auf der Alm)

Incluye cencerros que añaden un auténtico sabor alpino.

Perdido en la espesura (Im Dickicht verloren)

La música tensa y disonante captura la sensación de estar momentáneamente perdido.

En el glaciar (Auf dem Gletscher)

Las texturas frías y afiladas de la orquesta evocan la gélida grandeza de un glaciar.

Momentos peligrosos (Gefahrvolle Augenblicke)

La música dramática y turbulenta retrata un desafío culminante durante el ascenso.

En la cumbre (Auf dem Gipfel)

Majestuosa y triunfal, esta sección celebra la llegada a la cima de la montaña con una grandiosidad panorámica.

Visión (Vision)

Reflexiva y espiritual, sugiere un momento de contemplación existencial.

El descenso (Der Abstieg)

El estado de ánimo cambia a medida que el viaje inicia su regreso, con gestos musicales descendentes.

Entrada en el bosque (Eintritt in den Wald)

Una repetición de los temas anteriores del bosque, ahora teñidos de nostalgia.

Junto al arroyo (Wandern neben dem Bach)

Retoma el tema del arroyo, esta vez más calmado y tenue.

En la cascada (Am Wasserfall)

Un breve recuerdo de la cascada centelleante.

En la pradera (Auf der Wiese)

El ambiente pastoral regresa a medida que el viajero se acerca al final del viaje.

Puesta de sol (Sonnenuntergang)

Una sección reflexiva y agridulce a medida que el día llega a su fin.

Noche (Nacht)

La obra se cierra como empezó, con la oscuridad envolviendo la escena. Tonos disonantes y misteriosos se desvanecen en el silencio.

Silencio (Ausklang)

Un epílogo tranquilo, que se disuelve en la quietud.

Orquestación

Strauss emplea una enorme orquesta para captar la grandiosidad del paisaje alpino:

Cuerdas: Grandes secciones con partes divididas.
Viento-madera: Flautín, flautas, oboes, corno inglés, clarinetes, clarinete bajo, fagotes, contrafagot.
Metales: Una sección maciza con trompas, tubas Wagner, trompetas, trombones, tuba baja.
Percusión: Timbales, bombo, caja, platillos, triángulo, glockenspiel, máquina de viento, máquina de truenos.
Instrumentos especiales: Órgano, cencerros y celesta.
Instrumentos fuera de escena: Se utilizan metales y percusión adicionales para efectos espaciales.

Temas y estilo

La naturaleza como héroe: A diferencia de los poemas tonales anteriores de Strauss, que a menudo giran en torno a personajes humanos (Don Juan, Ein Heldenleben), Eine Alpensinfonie eleva a la propia naturaleza como protagonista.
Evocación visual y emocional: Strauss pinta una vívida imagen del paisaje alpino, mezclando la serenidad pastoral, el triunfo majestuoso y la intensidad dramática.
Elementos modernistas: Aunque enraizada en el Romanticismo, la obra prefigura el estilo tardío de Strauss con su uso de la disonancia, las texturas orquestales masivas y la innovación estructural.

Importancia

Paisaje musical: Eine Alpensinfonie está considerada como uno de los mayores logros de Strauss en la música programática, ejemplificando su incomparable habilidad para contar una historia a través de la orquestación.
Filosofía personal: La obra refleja la visión humanista del mundo de Strauss y su profunda conexión con la naturaleza, convirtiéndola en una contrapartida filosófica a sus anteriores poemas tonales.
Impacto cultural: Aunque no es tan conocida como Also sprach Zarathustra, Eine Alpensinfonie sigue siendo una de las favoritas de orquestas y público por su alcance épico y calidad cinematográfica.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.

Apuntes sobre Johann Strauss II (hijo) y sus obras

Descripción general

Johann Strauss II (1825-1899), conocido como el «Rey del Vals», fue un compositor, director de orquesta y violinista austriaco que se convirtió en una de las figuras más célebres de la música del siglo XIX. Es famoso por su dominio del vals vienés y la opereta, géneros que elevó a la fama internacional. La música de Strauss II personifica el encanto, la elegancia y la exuberancia de la Viena del siglo XIX.

Vida temprana

Nacido el 25 de octubre de 1825 en Viena, Johann era el hijo mayor de Johann Strauss I, el famoso compositor de valses y marchas. Su padre le disuadió de dedicarse a la música, pues quería que siguiera una carrera estable en la banca. Sin embargo, animado por su madre, Johann estudió violín y composición en secreto. Después de que su padre abandonara a la familia por su amante, Johann persiguió abiertamente sus ambiciones musicales y formó su propia orquesta a los 19 años.

Salto a la fama

Johann Strauss II se ganó rápidamente el reconocimiento como director y compositor de talento, rivalizando con la reputación de su padre. Tras la muerte de su padre en 1849, fusionó su propia orquesta con la de su progenitor, consolidando su posición como principal compositor vienés de música de baile. Sus valses se convirtieron en un símbolo de la sofisticación y el encanto vieneses.

Obras notables

Strauss II compuso más de 500 obras, entre valses, polcas, cuadrillas, marchas y operetas. Su música se caracteriza por melodías arrolladoras, ricas armonías y vitalidad rítmica.

Valses

El Danubio azul (An der schönen blauen Donau, 1867): Posiblemente su obra más famosa, se convirtió en un himno no oficial de Austria.
Cuentos de los bosques de Viena (Geschichten aus dem Wienerwald, 1868): Un vals con cítara que evoca la belleza de los bosques vieneses.
Voces de primavera (Frühlingsstimmen, 1883): Un vals alegre interpretado a menudo con voz de soprano.

Polcas

Tritsch-Tratsch-Polka (1858): Una pieza juguetona y enérgica.
Unter Donner und Blitz (Polca del trueno y el relámpago, 1868): Una obra viva y percusiva.

Operetas

Die Fledermaus (1874): Su opereta más famosa, una obra maestra cómica llena de melodías chispeantes.
El barón gitano (Der Zigeunerbaron, 1885): Una mezcla de estilos musicales húngaro y vienés, muestra de la versatilidad de Strauss.

Legado

La música de Strauss II captó el espíritu de la Viena del siglo XIX, una época de florecimiento cultural durante el Imperio Austrohúngaro. Sus valses y operetas fueron aclamados internacionalmente, convirtiéndole en una figura muy querida más allá de Austria. Muchas de sus obras se siguen interpretando regularmente en conciertos, especialmente durante las celebraciones vienesas de Año Nuevo.

También influyó en compositores posteriores, como Brahms y Mahler, que admiraban su genio melódico. Strauss II falleció el 3 de junio de 1899, dejando tras de sí un legado musical que sigue encantando al público de todo el mundo.

Historia

Johann Strauss II, nacido el 25 de octubre de 1825 en Viena, estaba destinado a convertirse en uno de los compositores más célebres del siglo XIX. Sin embargo, su camino hacia la fama musical no estuvo exento de dificultades. Su padre, Johann Strauss I, ya era un destacado compositor y director de orquesta que había revolucionado el vals vienés. A pesar de ello, Strauss I se opuso firmemente a las aspiraciones musicales de Johann II, pues creía que una carrera musical era demasiado incierta e instó a su hijo a dedicarse a una profesión estable en la banca.

Sin inmutarse, y animado por su madre, Maria Anna Streim, Johann estudió violín y composición en secreto. El abandono de la familia por parte de su padre en 1842, cuando Johann tenía 17 años, le animó aún más a perseguir abiertamente su pasión. A los 19 años, Johann formó su propia orquesta y empezó a actuar en Viena. Al principio, se enfrentó al escepticismo, ya que muchos le consideraban simplemente el hijo de Johann Strauss I, pero pronto se ganó al público con su excepcional talento para dirigir y componer. Su música, llena de encanto, elegancia e innovación, le granjeó rápidamente la reputación de estrella emergente de la música de baile vienesa.

En 1849, Johann Strauss I murió inesperadamente de escarlatina. Este acontecimiento marcó un punto de inflexión en la carrera de Johann II. Fusionó su propia orquesta con la de su padre, consolidando su posición como principal compositor vienés de música de baile. Durante las décadas siguientes, Johann se convirtió en la figura principal del mundo musical vienés, creando valses, polcas y operetas que cautivaron no sólo a Austria, sino al mundo entero.

Los valses de Johann eran revolucionarios. Mientras que su padre había elevado el vals a los salones aristocráticos, Johann II refinó y amplió su profundidad emocional, convirtiéndolo en un símbolo de la cultura vienesa. Su vals más famoso, El Danubio azul (An der schönen blauen Donau), compuesto en 1867, se convirtió en un éxito instantáneo y sigue siendo una de las piezas más emblemáticas de la música clásica jamás escrita. Obras como Cuentos de los bosques de Viena y Voces de primavera cimentaron aún más su reputación como el «Rey del Vals».

A medida que crecía su fama, Johann se dedicó a la opereta, un género de ópera ligera que mezclaba la música con el humor y el comentario social. Su obra maestra Die Fledermaus (1874) está considerada una de las mejores operetas de todos los tiempos, ya que combina melodías chispeantes con un libreto ingenioso y satírico. Otra opereta importante, El barón gitano (1885), demostró su habilidad para combinar los estilos musicales húngaro y vienés.

A pesar de su inmenso éxito, la vida personal de Johann estuvo marcada por los problemas. Se casó tres veces, pero sus matrimonios fueron a menudo complicados. Su primera esposa, Jetty Treffz, fue una cantante que apoyó su carrera, pero tras su muerte, su segundo matrimonio con Angelika Dittrich fue problemático y terminó en separación. Su tercer matrimonio con Adele Deutsch fue más feliz y duró hasta su muerte.

Johann continuó componiendo y dirigiendo durante toda su vida, a pesar de que los problemas de salud empezaron a pasarle factura en sus últimos años. Murió el 3 de junio de 1899, a la edad de 73 años. En el momento de su muerte, Johann Strauss II era considerado la figura más importante de la opereta y la música de baile vienesa. Sus obras, llenas de belleza, alegría y sofisticación, siguen definiendo el espíritu musical de Viena y se celebran en todo el mundo hasta nuestros días.

Cronología

1825: Nace el 25 de octubre en Viena (Austria), hijo mayor de Johann Strauss I.
1842: Su padre abandonó a la familia y Johann comenzó a dedicarse abiertamente a la música con el apoyo de su madre.
1844: Debuta como director de orquesta y forma su propia orquesta, compitiendo con su padre.
1849: Tras la muerte de Johann Strauss I, Johann II fusionó su orquesta con la de su padre, convirtiéndose en el principal compositor de música de baile de Viena.
1867: Compone El Danubio Azul, que se convierte en una de las piezas más famosas de la música clásica jamás escrita.
1874: Estrena Die Fledermaus, su opereta de mayor éxito y un hito en el género.
1885: Compone El barón gitano, otra gran opereta que combina los estilos musicales húngaro y vienés.
1899: Muere el 3 de junio en Viena a la edad de 73 años.

Características de la música

La música de Johann Strauss II se caracteriza por su elegancia, su encanto melódico y su capacidad para captar la alegría y el espíritu de la cultura vienesa del siglo XIX. He aquí las principales características de su música:

1. 1. Dominio del vals

Johann Strauss II es conocido sobre todo por sus valses, que refinó y elevó a composiciones sofisticadas y llenas de emoción.

Sus valses suelen incluir:

Introducciones llenas de gracia que crean un ambiente festivo o de ensueño.
Melodías fluidas y líricas que dan paso a secciones de baile rítmicas y arrolladoras.
Un compás de 3/4, característico del vals vienés, con un aire cadencioso y elegante.
Algunos ejemplos famosos son El Danubio Azul y Cuentos de los bosques de Viena.

2. Estilo alegre y accesible

Su música, alegre, desenfadada y festiva, atrae a públicos de todas las clases sociales.
Fue diseñada para entretener y levantar el ánimo, reflejando el espíritu de la Viena del siglo XIX.

3. Genio melódico

Strauss II tenía una notable habilidad para crear melodías memorables y cantables.
Sus temas tienen a menudo un sentido lúdico o romántico, con frases suaves y fluidas que captan la atención del oyente.

4. Energía dinámica y vitalidad rítmica

Ya sea en valses, polcas u operetas, la música de Strauss II está llena de energía rítmica que impulsa el carácter danzante de sus obras.
Sus polcas (Tritsch-Tratsch-Polka) y galops (Thunder and Lightning Polka) son vivas, rápidas y estimulantes.

5. Brillante orquestación

Strauss II utilizó la orquesta de forma vibrante y colorista, equilibrando la claridad con la riqueza.
Utilizaba hábilmente los contrastes instrumentales para resaltar las líneas melódicas y realzar el impacto emocional de sus composiciones.

6. Rango emocional y temático

Aunque la mayoría de sus obras son alegres y ligeras, Strauss también exploró emociones más profundas, como la nostalgia y la melancolía, como se aprecia en obras como Vino, mujeres y canciones.
Su música suele pintar escenas vívidas, como la imaginería romántica de la vida vienesa o la belleza de la naturaleza (Voces de primavera).

7. Operetas con ingenio y humor

Las operetas de Strauss II, como Die Fledermaus, muestran su habilidad para combinar la narración cómica con la música chispeante.
Sus operetas suelen incluir animados conjuntos, dúos románticos y arias memorables, que combinan el humor con melodías sofisticadas.

8. Símbolo de la cultura vienesa

Sus obras son la quintaesencia de la música vienesa y reflejan la elegancia, el encanto y la vitalidad de la vida cultural de la ciudad.
Piezas como El Danubio Azul se convirtieron en símbolos de la identidad vienesa y siguen siendo celebradas como tesoros culturales.

Relaciones

Johann Strauss II fue uno de los compositores austriacos más célebres del siglo XIX. Sus relaciones directas con otros compositores, músicos y grupos pueden agruparse en las siguientes categorías:

Relaciones familiares

Johann Strauss I (Padre)

El padre de Johann Strauss II era un renombrado compositor y director de orquesta, conocido sobre todo por sus marchas (por ejemplo, la Marcha Radetzky). Al principio se opuso a la carrera musical de Johann II, pues quería que se dedicara a la banca. A pesar de ello, Johann II estudió en secreto violín y composición, superando con el tiempo la fama de su padre.

Josef Strauss (hermano)

Josef era el hermano menor de Johann II y también un compositor y director de orquesta de talento. Trabajó estrechamente con Johann II y contribuyó con muchas piezas al legado de la familia Strauss.

Eduard Strauss (hermano)

Eduard fue otro hermano que trabajó como director de orquesta y compositor. A menudo dirigió la Orquesta Strauss y contribuyó a mantener el dominio musical de la familia.

Contemporáneos e influencias

Franz Liszt

Liszt admiraba la música de Johann Strauss II y hablaba muy bien de sus valses. Aunque sus estilos musicales eran diferentes, Liszt reconocía la maestría de Strauss en el encanto melódico.

Richard Wagner

Wagner criticaba los valses desenfadados de Strauss, considerándolos menos importantes que sus propias obras operísticas. A pesar de ello, ambos compositores influyeron en la configuración de la música vienesa del siglo XIX.

Johannes Brahms

Brahms admiraba la música de Strauss. En una famosa anécdota, Brahms escribió en el programa de un admirador: «Desgraciadamente no es de Johannes Brahms», refiriéndose a El Danubio Azul de Strauss. Esto pone de manifiesto el respeto mutuo que sentía Brahms por la obra de Strauss.

Jacques Offenbach
Offenbach, compositor francés de opereta, compartía un género similar con Johann Strauss II. Ambos compositores dieron forma al desarrollo de la ópera ligera en el siglo XIX, aunque no colaboraron directamente.

Grupos y representaciones

Orquesta Strauss

Johann II dirigió la Orquesta Strauss, fundada inicialmente por su padre. Bajo la dirección de Johann II, la orquesta alcanzó fama internacional, actuando extensamente por toda Europa e incluso en América.

Filarmónica de Viena

Johann Strauss II colaboró con la Filarmónica de Viena, una de las orquestas más importantes de la época. Sus valses y polcas se convirtieron en elementos básicos de la cultura musical vienesa.

La opereta vienesa

Strauss II contribuyó significativamente al género de la opereta. Su opereta Die Fledermaus sigue siendo una de las obras más célebres del repertorio, y le relaciona con otros compositores de opereta de la época.

Legado y colaboradores

Anton Rubinstein

Rubinstein, pianista y director de orquesta de renombre, apoyó las composiciones de Strauss e interpretó sus obras.

El Rey Eduardo VII del Reino Unido

El rey Eduardo VII era un gran admirador de Johann Strauss II e incluso le invitó a actuar en actos reales.

Intérpretes

Las obras de Johann Strauss II gozaban de gran popularidad entre los músicos y directores de orquesta más destacados de su época, que interpretaban con frecuencia sus valses y operetas por toda Europa.

La música de Strauss II es muy apreciada por su atractivo universal, su belleza atemporal y su capacidad para transportar a los oyentes a la grandeza y la festividad de la época dorada de Viena. ¿Desea profundizar en obras o estilos concretos?

Obras notables

Johann Strauss II es famoso por sus valses, polcas y operetas, que capturaron el espíritu de la Viena del siglo XIX y siguen siendo muy apreciados en la música clásica y la cultura popular. Éstas son algunas de sus obras más notables:

Valses

El Danubio Azul (An der schönen blauen Donau), Op. 314
Compuesto en 1866, es el vals más famoso de Strauss y una de las piezas más emblemáticas de la música clásica occidental. Se asocia a menudo con la cultura vienesa y es un clásico de los conciertos de Año Nuevo.

Cuentos de los bosques de Viena (Geschichten aus dem Wienerwald), Op. 325
Un vals con un característico solo de cítara, que refleja el encanto pastoral de los alrededores de Viena.

Vino, Mujeres y Canción (Wein, Weib und Gesang), Op. 333
Un vals alegre y romántico que celebra los placeres de la vida.

Rosas del Sur (Rosen aus dem Süden), Op. 388
Este vals se basa en temas de la opereta de Strauss Das Spitzentuch der Königin y es célebre por sus exuberantes melodías.

Vals del Emperador (Kaiser-Walzer), Op. 437
Compuesta en 1888, esta majestuosa pieza fue escrita para honrar la alianza austro-alemana y es uno de los valses más grandiosos de Strauss.

Voces de Primavera (Frühlingsstimmen), Op. 410
Escrito originalmente como pieza vocal, este vals se interpreta a menudo como obra orquestal y evoca la alegría de la primavera.

Vida de artista (Künstlerleben), Op. 316
Un vals que refleja las luchas y los triunfos de la vida de un artista.

Polkas

Tritsch-Tratsch Polka, Op. 214
Una polca alegre y humorística, inspirada en la fascinación vienesa por los cotilleos y las charlas.

Polca Pizzicato
Compuesta conjuntamente con su hermano Josef Strauss, esta juguetona pieza destaca las cuerdas pizzicato (pulsadas).

Polca del trueno y el relámpago (Unter Donner und Blitz), Op. 324
Una emocionante polca que imita los sonidos de una tormenta.

Operetas

Die Fledermaus (El Murciélago)
Estrenada en 1874, es la opereta más famosa de Strauss, llena de melodías chispeantes, argumentos humorísticos y arias deliciosas como «Mein Herr Marquis» (La canción de la risa).

Una noche en Venecia (Eine Nacht in Venedig)
Conocida por su encanto romántico, esta opereta incluye melodías populares como «Komm in die Gondel».

El Barón Gitano (Der Zigeunerbaron)
Mezcla de opereta y elementos folclóricos húngaros, esta obra está considerada como uno de los mejores trabajos escénicos de Strauss.

Otras obras notables

Movimiento perpetuo (Perpetuum mobile), Op. 257
Pieza orquestal humorística con un tema «interminable».

Marcha Radetzky (a menudo confundida)
Aunque esta marcha es una de las más famosas del repertorio de la familia Strauss, fue compuesta por Johann Strauss I, su padre.

Festival de Bayreuth (Festmarsch nach Motiven von Richard Wagner)
Una marcha única que mezcla el estilo desenfadado de Strauss con temas inspirados en las óperas de Richard Wagner.

El Danubio Azul. Op. 314

«An der schönen blauen Donau» (El Danubio Azul), Op. 314, es el vals más famoso y célebre de Johann Strauss II. Compuesto en 1866 y estrenado en 1867, se ha convertido en un símbolo perdurable de la cultura vienesa y en una de las piezas más reconocibles del repertorio de música clásica.

Historia e inspiración

Origen: Strauss compuso El Danubio Azul para la Asociación Coral Masculina de Viena (Wiener Männergesang-Verein). La pieza fue escrita originalmente como una obra coral con letra humorística de Joseph Weyl, miembro de la asociación. La primera versión, sin embargo, no alcanzó un éxito significativo.

Transformación: Tras su tibia acogida como obra coral, Strauss la transformó en un arreglo orquestal. La versión puramente instrumental se estrenó en la Exposición Universal de París de 1867, donde recibió una inmensa aclamación, estableciendo su estatus icónico.

Inspiración del título: El título hace referencia al río Danubio, que atraviesa Viena. Las imágenes del río simbolizan el romanticismo, la belleza y el espíritu de Austria.

Estructura musical

El Danubio Azul sigue la estructura típica de un vals de Strauss:

Introducción: La pieza comienza con una introducción lenta y onírica que establece un tono majestuoso y sereno.
Cinco secciones de vals: El vals consta de cinco temas interconectados, cada uno con su propia melodía. Estos temas están llenos de gracia, elegancia y variedad rítmica.
Coda: La pieza concluye con una brillante y triunfal repetición de los temas anteriores, hasta alcanzar un clímax dramático.
Las melodías fluidas y las ricas armonías del vals evocan las ondulantes aguas del Danubio, convirtiéndolo en una vívida representación musical del río.

Importancia cultural

Himno de Viena: El Danubio Azul se considera a menudo un himno no oficial de Viena y Austria. Sus melodías son sinónimo de encanto y sofisticación vieneses.

Tradición de Año Nuevo: Es famoso por ser interpretado por la Filarmónica de Viena como parte de su concierto anual de Año Nuevo, tradicionalmente emparejado con la Marcha Radetzky de Johann Strauss I como bis.

Cine y medios de comunicación: El vals adquirió fama cuando se utilizó en la película de Stanley Kubrick 2001: Odisea en el espacio (1968) para acompañar una secuencia de acoplamiento a una estación espacial. Esta asociación consolidó aún más su estatus icónico.

Recepción y legado

Tras su estreno orquestal, El Danubio Azul se convirtió en una sensación internacional que dio fama a Johann Strauss II.
En la actualidad, la pieza es una de las obras más interpretadas del repertorio de música clásica y sigue siendo un símbolo de la herencia musical vienesa del siglo XIX.

Vals del Emperador, Op. 437

El «Vals del Emperador» (Kaiser-Walzer), Op. 437, es uno de los valses más grandiosos y célebres de Johann Strauss II. Compuesta en 1888, esta obra refleja la grandeza y elegancia del Imperio Austrohúngaro, mostrando la habilidad de Strauss para crear una música majestuosa y melódicamente cautivadora.

Antecedentes e historia

Objetivo: El Vals del Emperador fue escrito para honrar la amistad entre el emperador austriaco Francisco José I y el emperador alemán Guillermo II, simbolizando la alianza entre Austria-Hungría y Alemania.

Estreno: El vals se estrenó en Berlín el 21 de octubre de 1889, durante la visita de Strauss a Alemania. Fue un éxito inmediato y cimentó aún más la reputación de Strauss como el «Rey del Vals».

Título original: La obra se tituló inicialmente «Hand in Hand» («De la mano») para significar la unidad política y diplomática entre los dos imperios. Sin embargo, Strauss cambió más tarde el nombre a «Kaiser-Walzer» para enfatizar su dedicación al Emperador Francisco José I.

Estructura musical

El Vals Emperador sigue la estructura de vals estándar que Strauss utilizaba a menudo, mezclando grandeza y encanto con transiciones fluidas entre las secciones:

Introducción:
El vals se abre con una majestuosa y lenta introducción, con majestuosas fanfarrias de metales y exuberantes cuerdas. Esto establece un tono majestuoso, acorde con el tema «imperial».

Temas principales del vals:
La pieza contiene cinco melodías de vals distintas, cada una con un carácter único:

El primer tema es elegante y noble, con frases amplias y envolventes.
El segundo tema introduce una atmósfera más juguetona y desenfadada.
Los temas siguientes alternan entre la elegancia y la vitalidad, manteniendo un flujo dinámico y atractivo.

Coda:

La obra concluye con una repetición triunfal y edificante de los temas anteriores, que conduce a un gran final. Strauss utiliza técnicas orquestales, como la dinámica creciente y la instrumentación colorista, para dejar una impresión duradera.

Orquestación

Strauss emplea una orquesta romántica completa para el Vals Emperador, con instrumentos como:

Cuerdas (violines, violas, violonchelos, contrabajos)
Viento madera (flautas, oboes, clarinetes, fagotes)
Metales (trompas, trompetas, trombones, tuba)
Percusión (timbales, triángulo, platillos)
Arpa
La rica orquestación añade profundidad y color, realzando el tono imperial y festivo de la pieza.

Significado cultural e histórico

Símbolo de diplomacia: El Vals Emperador se creó durante un periodo de tensión política en Europa. Su dedicatoria a los emperadores austriaco y alemán pretendía simbolizar la unidad y el respeto mutuo entre ambas potencias.

Tradición del vals vienés: Al igual que El Danubio Azul, el Vals Emperador es una piedra angular de la tradición del vals vienés. Ejemplifica el genio de Strauss para combinar elegancia y grandeza con melodías inolvidables.

Interpretaciones: La pieza es un elemento básico del repertorio de conciertos clásicos y se interpreta regularmente en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena.

Legado

El Vals Emperador sigue siendo una de las obras más populares de Johann Strauss II, célebre por su encanto regio y su intrincada orquestación. Pone de manifiesto la capacidad de Strauss para crear música artísticamente sofisticada y universalmente atractiva.

Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena

El Concierto de Año Nuevo (Neujahrskonzert der Wiener Philharmoniker) de la Orquesta Filarmónica de Viena es uno de los acontecimientos anuales de música clásica más famosos y prestigiosos del mundo. Este concierto, que se celebra cada 1 de enero en Viena (Austria), es una celebración de la música de la familia Strauss (Johann Strauss I, Johann Strauss II, Josef Strauss y Eduard Strauss), así como de otros compositores relacionados con la tradición vienesa.

Historia

Inicio:
El primer Concierto de Año Nuevo tuvo lugar el 31 de diciembre de 1939, durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era levantar la moral. El director de orquesta fue Clemens Krauss, que contribuyó a establecer la tradición de interpretar música principalmente de la familia Strauss.

Evento anual:
A partir de 1941, el concierto se trasladó al día de Año Nuevo y se convirtió en una tradición anual. Con el tiempo, se convirtió en un acontecimiento cultural celebrado en todo el mundo.

Alcance mundial:
El concierto se retransmite internacionalmente desde 1959 y actualmente se televisa en más de 90 países, llegando a millones de espectadores. Su gran popularidad lo ha convertido en un símbolo de nuevos comienzos y alegría.

Recinto

El concierto se celebra en la Großer Saal (Gran Sala) del Musikverein de Viena. Esta emblemática sala de conciertos es famosa por su excelente acústica y su impresionante arquitectura, especialmente por su decoración dorada y su elaborado techo.

Programa

Centrado en la familia Strauss:
El programa incluye principalmente valses, polcas, marchas y otras obras desenfadadas de la familia Strauss. Normalmente se incluyen El Danubio Azul de Johann Strauss II y la Marcha Radetzky de Johann Strauss I.

Otros compositores:
Ocasionalmente, se interpretan obras de otros compositores austriacos o centroeuropeos, como Franz von Suppé, Josef Lanner y Carl Michael Ziehrer.

Tradiciones:

El concierto suele terminar con tres bises:
Una pieza animada, a menudo una polca.
El Danubio Azul de Johann Strauss II -el director suele hacer una pausa para desear al público Feliz Año Nuevo antes de que comience la pieza.
La Marcha Radetzky de Johann Strauss I: el público suele acompañar la marcha con palmas, lo que contribuye a crear un ambiente festivo.

Directores de orquesta

Cada año, un director de renombre mundial dirige el concierto, aportando su interpretación única de la música. Entre los directores de orquesta más destacados se encuentran:

Herbert von Karajan (1987)
Riccardo Muti (varias veces, la última en 2021)
Zubin Mehta (cinco veces, la última en 2015)
Mariss Jansons (tres veces, la última en 2016)
Daniel Barenboim (2014 y 2022)

Importancia cultural y simbólica

Celebración de la música austriaca:
El concierto rinde homenaje al rico patrimonio musical de Viena, en particular a su época dorada del siglo XIX.

Mensaje de esperanza y paz:
El concierto se considera una forma de dar la bienvenida al Año Nuevo con optimismo, alegría y sentido de la unidad. Su música alegre y su ambiente festivo recuerdan la resistencia cultural y la celebración.

Componente benéfico:
Los beneficios del concierto y sus retransmisiones suelen destinarse a iniciativas culturales y humanitarias.

Legado

El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se ha convertido en sinónimo de elegancia, tradición y alegría. Su retransmisión mundial conecta a millones de personas con el patrimonio musical de Viena, convirtiéndolo en un fenómeno cultural único y duradero.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.

Apuntes sobre Johann Strauss I (Padre) y sus obras

Descripción general

Johann Strauss I (1804-1849) fue un compositor y director de orquesta austriaco, conocido sobre todo por su contribución al desarrollo de la música de baile vienesa, especialmente valses, marchas y polcas. Nacido en Viena, Strauss desempeñó un papel fundamental en la popularización del vals, que pasó de ser una simple danza folclórica a convertirse en una forma de entretenimiento adoptada por la aristocracia y las clases medias vienesas. A veces se le conoce como el «padre del vals vienés» por su influencia en la popularización de esta danza.

Primeros años y carrera

Johann Strauss I creció en un entorno modesto. Al principio fue aprendiz de encuadernador, pero pronto mostró talento musical. Estudió violín y llegó a formar parte de una popular orquesta de baile dirigida por Michael Pamer. Más tarde se incorporó a la orquesta de Josef Lanner, donde adquirió una importante experiencia antes de formar su propia orquesta en 1825. Esta decisión marcó el inicio de su carrera como uno de los principales compositores y directores de orquesta de baile de Viena.

Logros

Strauss I compuso más de 250 obras, entre las que destacan:

Valses: Como los famosos «Loreley-Rhein-Klänge» y «Täuberln-Walzer». Sus valses se caracterizaban por su ligereza, encanto melódico y energía rítmica.
Marchas: Incluida la perdurable «Marcha Radetzky» (1848), que sigue siendo una de sus composiciones más famosas y todavía es un elemento básico de los conciertos vieneses de Año Nuevo.
Polcas y galops: Strauss también destacó en estas animadas formas de danza, inmensamente populares en su época.
Realizó numerosas giras por toda Europa, lo que le valió el reconocimiento internacional y contribuyó a difundir la popularidad de la música vienesa. Su orquesta se convirtió en un símbolo de la vitalidad cultural de Viena.

Vida personal

Johann Strauss I tuvo una vida personal complicada. Se casó con Maria Anna Streim, con quien tuvo seis hijos, entre ellos su hijo mayor, Johann Strauss II, que superaría la fama de su padre como el «Rey del Vals». A pesar de su éxito, Johann Strauss I disuadió a sus hijos de dedicarse a la música, lo que provocó una tensa relación con Johann II. Strauss I también mantuvo una larga relación extramatrimonial, lo que complicó aún más su vida familiar.

Legado

Aunque su hijo Johann Strauss II acabó eclipsándole en fama, Johann Strauss I sentó las bases del legado musical de la familia Strauss. Sus composiciones capturaron el espíritu de la Viena del siglo XIX y contribuyeron a forjar la reputación de la ciudad como centro de la música de baile europea. La Marcha Radetzky, en particular, sigue siendo un icono cultural que se interpreta a menudo en grandes celebraciones y eventos.

Historia

Johann Strauss I nació el 14 de marzo de 1804 en Leopoldstadt, un barrio de Viena, en el seno de una familia modesta. Su padre, un posadero, murió cuando Johann tenía sólo siete años, dejando a la familia en dificultades económicas. A pesar de estas penurias, Johann mostró talento musical desde una edad temprana. Su madre le puso de aprendiz con un encuadernador, pero él persiguió en secreto su pasión por la música, estudiando violín y aprendiendo a componer.

Al final de su adolescencia, Johann se unió a la orquesta de Michael Pamer, un destacado músico de baile vienés. Allí se sumergió en el mundo de la música de baile, que se estaba convirtiendo rápidamente en el alma de la escena social vienesa. Más tarde, se trasladó al conjunto de Josef Lanner, que estaba a la vanguardia de la evolución del vals. Lanner y Strauss contribuyeron decisivamente a elevar el vals desde sus raíces folclóricas a un entretenimiento refinado y aristocrático. Sin embargo, surgieron tensiones entre ambos y Johann se independizó en 1825, formando su propia orquesta.

Strauss no tardó en labrarse una reputación como uno de los principales directores de orquesta de Viena. Sus animadas interpretaciones y vibrantes composiciones cautivaron al público. El vals vienés, con sus melodías arrebatadoras y su ritmo cadencioso, se convirtió en sinónimo de su nombre. Su música era algo más que entretenimiento: captaba el espíritu de la floreciente escena cultural de Viena durante el periodo Biedermeier, una época de paz y prosperidad en Austria.

Strauss realizó numerosas giras por Europa y se convirtió en embajador cultural de la música vienesa. Su orquesta actuó en grandes ciudades como París, Londres y Berlín, donde su obra fue aclamada tanto por el público como por la realeza. Sus composiciones, en particular sus valses, polcas y marchas, resonaron mucho más allá de Viena, contribuyendo a la popularidad mundial de la música de baile austriaca.

La Marcha Radetzky de Strauss, compuesta en 1848 en honor del mariscal de campo Joseph Radetzky von Radetz, se convirtió en una de sus obras más famosas. El espíritu triunfante y los ritmos enardecedores de la marcha reflejaban el orgullo nacional de la época, y sigue siendo un elemento básico del patrimonio musical austriaco.

A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Strauss fue turbulenta. Se casó con Maria Anna Streim en 1825, y la pareja tuvo seis hijos. Sin embargo, su matrimonio estuvo plagado de conflictos, en parte debido a la larga relación extramatrimonial de Johann con Emilie Trambusch, con la que tuvo más hijos. Era un padre severo y disuadía a sus hijos de dedicarse a la música, pero su hijo mayor, Johann Strauss II, le desafió en secreto y alcanzó una fama aún mayor.

La salud de Johann Strauss I empezó a deteriorarse a finales de la década de 1840. En 1849, en medio de la agitación revolucionaria que recorría Europa, contrajo la escarlatina y murió el 25 de septiembre a la edad de 45 años. Aunque su vida se vio truncada, dejó un legado que continuarían sus hijos, especialmente Johann Strauss II, conocido como el «Rey del Vals».

La música de Strauss I sigue siendo una piedra angular de la cultura vienesa. Sus composiciones, llenas de encanto y vitalidad, encarnan la alegría y la elegancia de la Viena del siglo XIX, convirtiéndole en una figura clave de la historia de la música de baile europea.

Cronología

1804: Nace el 14 de marzo en Leopoldstadt, Viena (Austria), en el seno de una familia modesta. Su padre, posadero, murió cuando Johann tenía siete años.
1810s: Aprendiz de encuadernador mientras perseguía en secreto su pasión por la música, aprendiendo violín y composición.
1820s: Se une a la orquesta de Michael Pamer y más tarde al conjunto de Josef Lanner, contribuyendo a popularizar el vals vienés.
1825: Forma su propia orquesta, separándose de Josef Lanner, y comienza a ganar importancia en la escena musical vienesa.
1825: Se casa con Maria Anna Streim, con la que tiene seis hijos, entre ellos Johann Strauss II (nacido en 1825).
1830s: Alcanza gran fama en Viena y en toda Europa gracias a sus actuaciones y giras. Compone numerosos valses, polcas y marchas.
1848: Compone la Marcha Radetzky, una de sus obras más famosas, en honor del mariscal de campo Radetzky.
1849: Muere el 25 de septiembre en Viena de escarlatina a la edad de 45 años.

Características de la música

La música de Johann Strauss I se caracteriza por su energía vivaz, su encanto melódico y su accesibilidad, que la hicieron inmensamente popular entre el público de su época. He aquí las principales características de su música:

1. Formas de danza como núcleo

La música de Strauss I se centraba en las formas de danza vienesas, en particular valses, polcas y galops.
Refinó estos estilos, elevando el vals, en particular, de una simple danza folclórica a una forma sofisticada de la que disfrutaban los aristócratas y la clase media.
Su música captó la elegancia y la vitalidad de la vida social vienesa del siglo XIX.

2. Fuerte impulso rítmico

Las composiciones de Strauss presentan ritmos claros y constantes, ideales para el baile.
Destaca el compás de 3/4 característico del vals, a menudo acompañado de un ritmo elegante y cadencioso.

3. Melodías pegadizas

Sus obras son ricas en melodías memorables y cantables. Estas melodías evocan a menudo la alegría, el desenfado o el romanticismo, reflejando la naturaleza festiva de la sociedad vienesa.
Las líneas melódicas son sencillas, lo que las hace atractivas para un público amplio.

4. Brillante orquestación

Strauss I utilizaba una instrumentación brillante y vibrante para crear una atmósfera festiva.
Sus orquestas solían ser más pequeñas que las de compositores posteriores, pero aun así conseguía ricas texturas mediante un uso inteligente de los instrumentos.

5. Contraste dinámico y estructura

Sus composiciones suelen comenzar con una introducción lenta y elegante, que da paso a secciones de danza vivas y animadas.
Utilizaba contrastes dinámicos (cambios entre pasajes suaves y fuertes) para mantener la música atractiva y emocionante tanto para los bailarines como para los oyentes.

6. Tono patriótico y festivo

Algunas de sus obras, como la Marcha Radetzky (1848), destilan un espíritu patriótico y triunfante. Estas piezas solían escribirse para acontecimientos especiales o para homenajear a figuras destacadas.

7. Estilo orientado al público

Su música fue escrita para el entretenimiento y diseñada para resonar tanto en la aristocracia como en la emergente clase media.
A diferencia de la música clásica más abstracta o experimental de su época, las obras de Strauss I eran inmediatamente agradables y accesibles.

8. Influencia de las tradiciones populares

Muchas de sus danzas conservaban elementos de la música folclórica austriaca y centroeuropea, lo que daba a sus composiciones un sabor local sin dejar de atraer a un público internacional.
Aunque su música carece de la profundidad emocional o la complejidad de la de algunos de sus contemporáneos, destaca por su capacidad para elevar el espíritu y entretener, encarnando la alegría y el refinamiento de la vida vienesa de principios del siglo XIX. Su estilo sentó las bases para los valses aún más grandiosos de su hijo, Johann Strauss II.

Familia musical

Johann Strauss I fue el patriarca de la famosa familia musical Strauss, a menudo conocida como la «dinastía Strauss», que tuvo un profundo impacto en el desarrollo de la música de baile vienesa. He aquí un resumen de su familia musical y sus parientes:

Hijos (con Maria Anna Streim)

Johann Strauss II (1825-1899)

Conocido como el «Rey del Vals», Johann II se convirtió en el miembro más famoso de la familia Strauss, elevando el vals vienés a la fama internacional.
Compuso obras emblemáticas como El Danubio Azul, Cuentos de los bosques de Viena y operetas como Die Fledermaus.
Tuvo una relación difícil con Johann Strauss I, ya que su padre le disuadió de dedicarse a la música.

Josef Strauss (1827-1870)

Josef Strauss, compositor y director de orquesta de gran talento, se formó inicialmente como ingeniero, pero acabó uniéndose al negocio musical familiar.
Conocido por sus obras más introspectivas y poéticas, como Sphärenklänge (Música de las esferas) y Die Libelle (La libélula).

Eduard Strauss (1835-1916)

Eduard Strauss, el hijo menor, se dedicó sobre todo a la dirección de orquesta, más que a la composición, aunque escribió música de baile.
Dirigió la Orquesta Strauss y realizó numerosas giras, pero la disolvió en 1901, lo que provocó el declive de su legado.

Otros hijos

Johann Strauss I tuvo otros tres hijos (Anna, Therese y Ferdinand) con Maria Anna Streim, ninguno de los cuales siguió una carrera musical.

Familia extramatrimonial (con Emilie Trambusch)

Johann Strauss I tuvo siete hijos con su amante, Emilie Trambusch. Sin embargo, estos hijos no desempeñaron un papel destacado en la dinastía musical de los Strauss.

Parientes y familia extensa

Aunque la principal influencia musical procedía de Johann Strauss I y sus descendientes directos, la familia Strauss se convirtió en un símbolo de la cultura vienesa. Las generaciones posteriores no mantuvieron el mismo legado musical, y el protagonismo de la familia decayó después de que Eduard disolviera la Orquesta Strauss.

El legado de la familia Strauss es único, ya que abarca varias generaciones y representa la cumbre de la música de baile del siglo XIX.

Obras notables

Johann Strauss I compuso una amplia gama de obras, como valses, marchas, polcas y galops, que fueron muy populares durante su vida. He aquí sus composiciones más notables:

1. Valses

A Johann Strauss I se le atribuye el mérito de haber elevado el vals a una forma más refinada y célebre. Sus valses son alegres, melódicos y elegantes.

«Loreley-Rhein-Klänge, Op. 154» (Sonidos de Lorelei-Rin)
Un vals muy aclamado inspirado en la leyenda romántica del Lorelei.

«Täuberln-Walzer, Op. 1» (Vals de la paloma)
Una de sus primeras obras, que muestra su incipiente talento en el género.

«Hommage à la Reine de France, Op. 110» (Homenaje a la Reina de Francia, Op. 110)
Escrito en honor de la reina francesa, este vals demuestra la habilidad de Strauss para componer para audiencias reales.

2. Marchas

Las marchas de Strauss son enérgicas y patrióticas, a menudo escritas para acontecimientos especiales.

«Marcha Radetzky, Op. 228» (1848)
Su obra más famosa, compuesta en honor del mariscal de campo austriaco Joseph Radetzky von Radetz. Sigue siendo un elemento básico del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena y simboliza el orgullo nacional austriaco.

«Marien-Walzer, Op. 212»
Una animada marcha que muestra la habilidad de Strauss para mezclar el ritmo con la melodía.

3. Polkas y Galops

Strauss destacó en estas formas más rápidas y juguetonas de la música de baile.

«Wiener Launen-Walzer, Op. 6» (Vals de ambiente vienés)
Un encantador ejemplo de su capacidad para captar la esencia del animado ambiente vienés.

«Eisele und Beisele Sprünge, Op. 202
Una polca humorística escrita para un popular dúo de intérpretes cómicos.

4. Cuadrillas

Strauss contribuyó a la cuadrilla, una danza formal popular en Europa.

«Cuadrilla de París, Op. 73»
Escrita en honor al público parisino durante una de sus giras europeas.

5. Otras obras

«Furiant, Op. 255
Una animada pieza de danza que muestra la innovación de Strauss en los patrones rítmicos.

«Seufzer-Galopp, Op. 9» (Galop de los suspiros)
Uno de sus populares galops, conocido por su tempo enérgico y su energía juguetona.

Estas obras ponen de relieve la capacidad de Johann Strauss I para crear música accesible y artísticamente influyente. Sus composiciones sentaron las bases de la época dorada del vals vienés y allanaron el camino para que su hijo Johann Strauss II alcanzara una fama aún mayor.

Marcha Radetzky, Op. 228

La «Marcha Radetzky» (Radetzky-Marsch), Op. 228, es una de las obras más famosas y duraderas de Johann Strauss I, padre de Johann Strauss II. Compuesta en 1848, es una animada marcha militar que se ha convertido en símbolo del orgullo austriaco y forma parte esencial de la cultura musical vienesa.

Antecedentes e historia

Dedicación:
La marcha fue compuesta en honor del mariscal de campo Joseph Radetzky von Radetz, un célebre líder militar austriaco. Radetzky era conocido por sus victorias durante las campañas italianas de la década de 1840, especialmente en la batalla de Custoza (1848), donde condujo a las fuerzas austriacas a una importante victoria.

Popularidad:
La Marcha Radetzky se convirtió en un éxito instantáneo, admirada por su carácter vivaz y triunfal. Se interpretaba en desfiles militares, celebraciones públicas e incluso entre los soldados en tiempos de guerra.

Conexión con la identidad austriaca:
La pieza llegó a simbolizar el orgullo imperial austriaco y la monarquía de los Habsburgo. A pesar de los cambios políticos a lo largo del tiempo, sigue siendo una pieza muy querida del patrimonio musical austriaco.

Estructura musical

La Marcha Radetzky está estructurada como una marcha militar tradicional, con un tono brillante y festivo:

Introducción:
La pieza comienza con una fanfarria audaz y rítmica, dirigida por los metales y la percusión. Esto establece un tono triunfante y dominante.

Tema principal:
La melodía principal de la marcha es sencilla, pegadiza e inmediatamente reconocible. El ritmo vivo y la fuerte pulsación hacen que sea fácil de acompañar.

Trío:
La sección intermedia (o trío) presenta una melodía más ligera y lírica, que contrasta con la audacia del tema principal. Suele incluir una orquestación más suave, con énfasis en las maderas y las cuerdas.

Reprise y Finale:
El tema principal vuelve con más energía, dando lugar a una conclusión entusiasta que refuerza el espíritu festivo.

Tradiciones interpretativas

Concierto de Año Nuevo:
La Marcha Radetzky se interpreta tradicionalmente como bis final en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. Es una de las favoritas del público, que aplaude con entusiasmo al ritmo de la marcha bajo la dirección del director.

Participación del público:
La costumbre de que el público aplauda se remonta a principios del siglo XX y contribuye al carácter festivo e interactivo de la pieza.

Actos militares y cívicos:
La marcha se interpreta regularmente en desfiles militares, celebraciones cívicas y actos formales en Austria y otros países.

Legado

Importancia cultural:
La Marcha Radetzky ha trascendido sus orígenes como pieza militar para convertirse en un símbolo de la cultura y la tradición musical austriacas. Su carácter alegre y enérgico la hace universalmente atractiva.

Adaptaciones y arreglos:
La pieza se ha arreglado para diversos conjuntos, incluidas orquestas completas, bandas militares e incluso grupos de cámara más pequeños, lo que garantiza su amplia difusión.

Conexión histórica:
Aunque sigue siendo una pieza muy querida, la asociación de la marcha con la monarquía de los Habsburgo y el imperialismo austriaco ha dado lugar a críticas ocasionales en contextos modernos. Sin embargo, su encanto musical y su espíritu festivo siguen resonando entre el público de todo el mundo.

Curiosidad

Cuando se interpreta como bis en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, el director suele hacer gestos al público para guiar sus aplausos, lo que la convierte en una experiencia interactiva única.

(Este artículo ha sido generado por ChatGPT. Es sólo un documento de referencia para descubrir música que aún no conoce.)

Contenidos de música clásica

Best Classical Recordings
on YouTube

Best Classical Recordings
on Spotify

Jean-Michel Serres Apfel Café Apfelsaft Cinema Music Códigos QR Centro Español 2024.